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El año en síntesis

** Observación: Los comentarios que figuran a continuación se refieren a las actividades del BCE en 2021 y se elaboraron antes de la invasión rusa de Ucrania. El BCE está preparado para adoptar cuantas medidas sean necesarias con el fin de salvaguardar la estabilidad financiera y cumplir su mandato de asegurar la estabilidad de precios. **

En 2021, la zona del euro se situó en una senda de recuperación más firme tras la situación de emergencia derivada de la pandemia. La economía repuntó con fuerza y el PIB real registró un avance del 5,3 %, aunque el crecimiento se desaceleró al final del año debido a las nuevas restricciones introducidas para hacer frente a la ola de la variante ómicron del coronavirus (COVID-19). La recuperación también se plasmó en una elevada creación de empleo y la tasa de paro se redujo hasta alcanzar un mínimo histórico al final del año.

Sin embargo, la recuperación estuvo marcada por fricciones en un contexto de rápida reapertura de la economía. Aunque la zona del euro comenzó 2021 con una inflación muy baja, las restricciones de oferta inducidas por la pandemia, el repunte de la demanda mundial y la subida de los precios de la energía hicieron que la inflación aumentara de forma acusada. La inflación general anual se situó en el 2,6 %, en promedio, en 2021, en comparación con solo un 0,3 % en 2020.

El BCE concluyó la revisión de su estrategia de política monetaria en 2021. La revisión nos permitió actualizar nuestra estrategia para abordar nuevos desafíos y nos proporcionó una guía para gestionar esta compleja situación. El Consejo de Gobierno adoptó un objetivo de inflación del 2 % a medio plazo, que es sencillo y fácil de entender. Es un objetivo simétrico, de manera que las desviaciones en cualquier dirección se consideran igualmente indeseables, y sólido, dado que ha sido acordado unánimemente por el Consejo de Gobierno.

El Consejo de Gobierno también acordó la manera en que el BCE cumplirá su compromiso de simetría. En particular, cuando la economía se aproxima al límite inferior efectivo de los tipos de interés oficiales, son necesarias medidas de política monetaria especialmente contundentes o persistentes para evitar que se consoliden desviaciones negativas del objetivo de inflación. Esta nueva estrategia se reflejó en nuestras indicaciones revisadas sobre la evolución futura de los tipos de interés y guio nuestra respuesta de política monetaria a la evolución económica en el segundo semestre del año.

Mientras la recuperación fue frágil y la inflación moderada, proporcionamos un amplio estímulo monetario con el fin de redirigir la inflación hacia niveles más próximos a nuestro objetivo. Cuando la inflación aumentó, fuimos pacientes y mantuvimos el curso de nuestra política monetaria para evitar un endurecimiento prematuro en respuesta a las perturbaciones de oferta. Ajustamos el ritmo de nuestras compras netas de activos en el marco del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) en línea con la evolución de las perspectivas de la economía y nuestra evaluación de las condiciones de financiación.

En diciembre, el Consejo de Gobierno consideró que los avances en la recuperación económica y hacia nuestro objetivo de inflación a medio plazo permitían una reducción escalonada del ritmo de las compras de activos en los siguientes trimestres. Asimismo, anunció que las compras netas de activos en el marco del PEPP terminarían en marzo de 2022 y que los demás programas de compras de activos se reducirían progresivamente.

En el contexto de la revisión de la estrategia, el BCE también publicó un ambicioso plan de actuación frente al cambio climático, junto con una hoja de ruta detallada para incorporar consideraciones climáticas en nuestro marco de política monetaria. Esto incluye trabajos para capturar mejor las implicaciones del cambio climático en nuestros modelos macroeconómicos, así como el desarrollo de nuevos indicadores para analizar los riesgos relacionados con el cambio climático. Asimismo, el BCE creó en 2021 el centro sobre el cambio climático, que desempeñará un importante papel de coordinación de las actividades al respecto dentro de la institución. Además, en un nuevo capítulo de este Informe Anual se presenta información detallada sobre las actividades e iniciativas del BCE en materia de sostenibilidad.

El BCE también realizó cambios importantes en su comunicación. En julio, el Consejo de Gobierno presentó su nueva declaración de política monetaria, en la que comunica sus decisiones de política monetaria de manera más accesible. La nueva declaración se complementa de forma visual con la infografía «Nuestra declaración de política monetaria en síntesis» dirigida al público en general. En ella se explican las decisiones del BCE en un lenguaje sencillo y con elementos visuales ilustrativos, y está disponible en todas las lenguas oficiales de la UE.

El apoyo al euro es sólido, como indica el Eurobarómetro de junio-julio de 2021, en el que el 79 % de los encuestados en la zona del euro se mostró a favor de la moneda única. Sin embargo, el euro debe adaptarse a la era digital. Por ese motivo, en 2021, el Consejo de Gobierno inició la fase de investigación, de 24 meses de duración, del proyecto de un posible euro digital. Por su parte, el efectivo continuará desempeñando un papel importante en la vida de los ciudadanos. En diciembre, el BCE anunció planes para rediseñar los futuros billetes en euros, con un proceso de diseño que tendrá en cuenta las opiniones de los ciudadanos, y espera seleccionar los diseños definitivos en 2024.

Por tanto, el euro experimentará cambios en los próximos años, pero lo que se mantendrá inquebrantable en todo momento es el compromiso del BCE con la moneda única y la estabilidad de precios.

Fráncfort del Meno, abril de 2022

Christine Lagarde

Presidenta

El año en cifras

1 La mejora de las perspectivas económicas sigue ensombrecida por la evolución de la pandemia

En 2021, la economía mundial experimentó una fuerte recuperación, principalmente como consecuencia de la reapertura de las economías en un contexto de aumento de las tasas de vacunación contra el COVID-19, así como de la rápida adopción de medidas considerables de apoyo público. Sin embargo, la recuperación fue, en cierta medida, desigual en las distintas economías avanzadas y emergentes. La inflación creció a escala global, lo que obedeció, sobre todo, a la acusada subida de los precios de la energía y al hecho de que la demanda superó a la oferta en algunos sectores debido a efectos adversos con origen en factores relacionados con la pandemia y otros cuellos de botella en la oferta y en el transporte. En la zona del euro, el crecimiento del PIB real repuntó con fuerza en 2021, tras la mayor contracción de la que se tiene constancia, observada en el año anterior. Esta recuperación, que se tradujo en mejoras en los mercados de trabajo, estuvo respaldada por medidas de política monetaria y fiscal oportunas y contundentes. Con todo, la incertidumbre económica continuó siendo elevada durante el año y se observó una diferencia marcada entre los dos sectores más grandes, la industria y los servicios. A principios del año, el crecimiento se vio afectado por las medidas de confinamiento y las restricciones a los desplazamientos, que tuvieron un impacto negativo en la oferta y en la demanda de servicios. Más tarde, tras el repunte excepcionalmente fuerte de la demanda mundial, la aparición de cuellos de botella en la oferta y la subida de los costes energéticos redujeron la producción en el sector industrial. La inflación de la zona del euro medida por el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) aumentó de forma acusada hasta situarse en el 2,6 % en 2021, desde el 0,3 % de 2020. Se mantuvo en niveles reducidos en los primeros meses, pero durante el año se recuperó y en diciembre alcanzó una tasa del 5 %. El aumento de los precios reflejó, en gran medida, la fuerte subida generalizada de los precios de la energía, los desequilibrios entre la demanda y la oferta a raíz de la reapertura de las economías y factores más técnicos como el final de la reducción temporal del IVA aplicada en Alemania. Después de 2021 se esperaba que la inflación siguiera siendo elevada a corto plazo, pero que disminuyera durante el año 2022. Sin embargo, la invasión rusa de Ucrania aumentó significativamente la incertidumbre en torno a las perspectivas de inflación.

1.1 Fuerte recuperación mundial de la crisis, pero con una evolución desigual

Gracias al aumento de las tasas de vacunación y a la rápida adopción de medidas de apoyo público, la economía global experimentó una recuperación fuerte, aunque desigual

En 2021, la economía global se recuperó con fuerza de la crisis, pero la evolución fue desigual (véase gráfico 1.1). Después de registrar una contracción del 3,1 % en 2020 en términos interanuales, el PIB real mundial se incrementó un 6,2 % en 2021 a pesar de las nuevas olas de la pandemia. La reapertura de las economías, el aumento de las tasas de vacunación contra el COVID-19 y la rápida adopción de medidas de apoyo público fueron los factores principales que impulsaron el repunte de la actividad económica, mientras que los cuellos de botella en la oferta mundial lastraron el crecimiento. Se observó una recuperación global, pero diferente en función del país: más vigorosa en las economías avanzadas y más moderada en la mayoría de las emergentes. Estas últimas tuvieron un acceso más limitado a las vacunas y menos capacidad para adoptar medidas de apoyo. Asimismo, el crecimiento económico mundial se ralentizó hacia finales de año, principalmente como consecuencia de una nueva ola de contagios y de la reimposición de restricciones, así como de la persistencia de los cuellos de botella en la oferta.

Gráfico 1.1

Crecimiento del PIB real mundial

(tasas de variación interanual; datos trimestrales)

Fuentes: Haver Analytics, fuentes nacionales y cálculos del BCE.
Notas: Los agregados se calculan utilizando el PIB ajustado por ponderaciones de la paridad del poder adquisitivo. Las líneas continuas muestran datos hasta el cuarto trimestre de 2021. Las líneas discontinuas indican las medias de largo plazo (primer trimestre de 1999-cuarto trimestre de 2021). Las últimas observaciones corresponden a diciembre de 2021 actualizadas el 28 de febrero de 2022.

El comercio mundial también se recuperó con fuerza, impulsado en particular por el de bienes

El comercio mundial también se recuperó con fuerza, aunque perdió impulso en la segunda mitad de 2021 (véase gráfico 1.2). El fuerte repunte de la demanda global comenzó sobre todo en el consumo, principalmente de bienes más que de servicios (por ejemplo, viajes y turismo), que sufrieron mayores restricciones. En el segundo semestre del año, el comercio de bienes superó su nivel previo a la crisis, aunque su expansión se ralentizó en un contexto de persistentes cuellos de botella en la oferta. El comercio de los servicios que requieren una mayor interacción social se recuperó con más lentitud, en consonancia con el ritmo gradual de relajación de las restricciones, y en 2021 permaneció por debajo del nivel registrado antes de la pandemia.

Gráfico 1.2

Crecimiento del comercio mundial (importaciones reales)

(tasas de variación interanual; datos trimestrales)

Fuentes: Haver Analytics, fuentes nacionales y cálculos del BCE.
Notas: El crecimiento del comercio mundial se define como el crecimiento de las importaciones mundiales, incluida la zona del euro. Las líneas continuas muestran datos hasta el cuarto trimestre de 2021. Las líneas discontinuas indican las medias de largo plazo (cuarto trimestre de 1999-cuarto trimestre de 2021). Las últimas observaciones corresponden a diciembre de 2021 actualizadas el 28 de febrero de 2022.

La inflación aumentó significativamente a escala global a medida que la demanda se recuperó en un contexto de cuellos de botella en la oferta y de subida de los precios de las materias primas

La inflación global aumentó significativamente en 2021, tanto la inflación general como otros indicadores de inflación, por ejemplo los que excluyen la energía y los alimentos (véase gráfico 1.3). En los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la inflación general creció hasta situarse en el 6,6 %, y la inflación sin energía ni alimentos se incrementó hasta el 4,6 %. En la mayoría de los países, este ascenso reflejó principalmente la subida de los precios de la energía y de otras materias primas debido a los desajustes, relacionados con la pandemia, entre una oferta restringida y una demanda que se recuperaba con fuerza. En Estados Unidos, donde el PIB real alcanzó su nivel anterior a la crisis en el segundo trimestre de 2021, las presiones inflacionistas se intensificaron de forma particularmente acusada y se generalizaron hacia finales de año. Estas presiones también se tornaron más generalizadas en algunas economías emergentes.

Gráfico 1.3

Tasas de inflación medida por los precios de consumo en la OCDE

(tasas de variación interanual; datos mensuales)

Fuente: OCDE.
Nota: Las últimas observaciones corresponden a diciembre de 2021 actualizadas el 28 de febrero de 2022.

Los precios del petróleo se vieron impulsados por la recuperación de la demanda y las restricciones de oferta

En 2021, los precios del petróleo se incrementaron, desde el mínimo registrado en la pandemia de alrededor de 10 dólares estadounidenses por barril hasta un máximo de 86 dólares, quedando el precio del Brent (referencia internacional) en 79 dólares por barril al final del año. Con la recuperación económica, la demanda de petróleo creció hasta aproximarse a los niveles observados antes de la pandemia. En la segunda mitad de 2021, los precios elevados del gas también conllevaron su sustitución por otras fuentes de energía, incluido el petróleo. Al mismo tiempo, la oferta de crudo tuvo dificultades para satisfacer la demanda, en parte debido a restricciones de capacidad en el sector de petróleo no convencional estadounidense y a los incrementos relativamente moderados de la producción aplicados por los países de la OPEP+.

El euro perdió valor frente al dólar estadounidense por las diferencias en la política monetaria de la zona del euro y de Estados Unidos

El euro se depreció un 3,6 % en términos efectivos nominales durante 2021. Bilateralmente, esta evolución se debió, sobre todo, a la pérdida de valor (7,7 %) de la moneda única frente al dólar estadounidense, principalmente como consecuencia de la evolución divergente de la orientación de la política monetaria en Estados Unidos y en la zona del euro. La moneda única también se depreció frente a la libra esterlina, pero se fortaleció frente al yen japonés.

Los riesgos para la actividad económica mundial siguieron orientados a la baja

A finales de 2021, las perspectivas de crecimiento global continuaban ensombrecidas por la evolución incierta de la pandemia en un contexto de avance desigual de la vacunación a escala global. La aparición de la variante ómicron del coronavirus, el repunte de los contagios y el nuevo endurecimiento de las medidas de contención conllevaban riesgos para el ritmo de la recuperación económica mundial, al igual que la posibilidad de que los cuellos de botella en la oferta fuesen más persistentes.

1.2 Rápido repunte de la economía de la zona del euro[1]

Tras una contracción del 6,4 % en 2020, la mayor de la que se tiene constancia, el PIB real de la zona del euro creció un 5,3 % en 2021 (véase gráfico 1.4). La dinámica de crecimiento durante el año siguió estando muy condicionada por la evolución de la pandemia de COVID-19, junto con la elevada, aunque cada vez menor, incertidumbre económica. En el primer trimestre, el crecimiento continuó viéndose afectado por las medidas de confinamiento y por las restricciones a los desplazamientos, que tuvieron un impacto negativo especialmente en el consumo de servicios. La recuperación se inició en el sector industrial, que registró fuertes tasas de crecimiento en general. Con la reapertura de las economías y la relajación de las restricciones en el segundo y tercer trimestre, los servicios empezaron a reactivarse, allanando el camino para una recuperación más generalizada. No obstante, el repunte excepcionalmente fuerte de la demanda mundial durante la segunda mitad del año generó desajustes entre la oferta y la demanda en diversos mercados. Estos desajustes tuvieron varias consecuencias, por ejemplo una acusada subida de los costes energéticos que, junto con cierto nuevo empeoramiento de la pandemia, limitó la fortaleza de la recuperación y aumentó las presiones inflacionistas.

Gráfico 1.4

PIB real de la zona del euro y contribuciones de la demanda

(tasas de variación interanual; contribuciones en puntos porcentuales)

Fuente: Eurostat.
Nota: Las últimas observaciones corresponden a 2021 (panel izquierdo) y al cuarto trimestre de 2021 (panel derecho).

Aunque todos los países de la zona del euro experimentaron esta evolución, la medida en la que han podido recuperarse de la pandemia ha sido algo desigual. Esta disparidad se debe, en gran parte, al hecho de que la evolución de la pandemia ha variado en función del país, pero también refleja diferencias en la estructura económica tales como la exposición a cadenas globales de suministro y la importancia de los sectores que requieren interacción social como el turismo. Al final de 2021, el PIB de la zona del euro se situaba un 0,2 % por encima del nivel registrado en el último trimestre de 2019 (véase gráfico 1.5). No obstante, la evolución subyacente en los distintos países fue heterogénea a lo largo del año, y, al final de este, Francia fue la única gran economía de la zona del euro que superó su nivel de producción anterior a la pandemia.

Gráfico 1.5

PIB real, consumo privado e inversión en la zona del euro

(índice: IV TR 2019 = 100)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.
Notas: Las últimas observaciones corresponden al cuarto trimestre de 2021. En el último trimestre de ese año, la inversión total y la inversión, excluida la construcción, se situaron un 6,5 % y un 12,7 % por debajo de los niveles previos a la pandemia (cuarto trimestre de 2019). Sin embargo, si se excluyen los datos de Irlanda, las cifras respectivas correspondientes al final de 2021 fueron un 1,1 % y un 0,5 % superiores a los niveles prepandemia. Estas diferencias importantes pueden atribuirse al hecho de que las grandes multinacionales utilicen Irlanda como base de operaciones, lo que da lugar a fluctuaciones significativas de la inversión en productos de propiedad intelectual.

La recuperación del crecimiento económico de la zona del euro en 2021 fue apoyada por la agilidad y contundencia de las políticas monetarias y fiscales expansivas que se aplicaron. Algunas medidas también ayudaron a la economía a ajustarse a los cambios estructurales —aún en curso— desencadenados por la pandemia. El BCE siguió proporcionando un importante estímulo monetario en 2021 para mitigar el impacto de la pandemia. La política monetaria acomodaticia, incluidas las condiciones holgadas de liquidez, protegió el flujo de crédito a la economía real. Por lo que se refiere a las políticas fiscales, en 2021 los Gobiernos de la zona del euro continuaron prestando un apoyo presupuestario considerable para mitigar los efectos de la crisis a través de programas de regulación temporal de empleo, el aumento del gasto sanitario, otros tipos de ayudas dirigidas a empresas y hogares, y sustanciales avales públicos para préstamos. En el ámbito de la UE, comenzó la implementación del programa Next Generation EU y se adoptó el paquete «Objetivo 55» para contribuir a que la recuperación sea más sólida, más verde y más equilibrada en todos los países.

El consumo privado fue la clave de la recuperación de la zona del euro en 2021

El consumo privado aumentó un 3,5 % en 2021, y repuntó con especial intensidad en el segundo y tercer trimestre, principalmente como consecuencia de la relajación de las restricciones impuestas por el COVID-19. La confianza de los consumidores se reforzó rápidamente a partir de la primavera a medida que aumentaron las tasas de vacunación y disminuyó el temor a contagiarse, mientras que la situación financiera de los hogares mejoró, sobre todo como resultado de la evolución positiva de las rentas del trabajo (véase gráfico 1.6). El apoyo prestado por los Gobiernos a la renta real disponible de los hogares se fue retirando. La contribución de las transferencias fiscales netas al crecimiento de la renta real disponible pasó a ser negativa durante 2021, dado que se redujo el número de personas acogidas a programas de mantenimiento del empleo y también lo hicieron otras ayudas fiscales. Gracias al fuerte crecimiento de los salarios y del empleo, las rentas del trabajo, que suelen conllevar una propensión al consumo mayor que otras fuentes de ingresos, fueron las que más contribuyeron al incremento de la renta real disponible en 2021. El aumento de esta renta también se vio respaldado por el excedente de explotación, la renta mixta y las rentas de la propiedad —cuya contribución se volvió positiva a lo largo del año—, mientras que se vio frenado por la evolución negativa de la relación real de intercambio. Tras el fuerte ascenso provocado por la pandemia en 2020, la tasa de ahorro de los hogares disminuyó en 2021, aunque se mantuvo por encima de su nivel anterior a la pandemia debido a las medidas de contención aún vigentes durante el año y a la persistencia de la incertidumbre. Por tanto, el consumo privado permaneció por debajo de su nivel previo a la pandemia al final de 2021 a pesar de la intensa recuperación.

Gráfico 1.6

Consumo privado de la zona del euro y descomposición de la renta disponible de los hogares

(tasas de variación interanual; contribuciones en puntos porcentuales)

Fuente: Eurostat.
Nota: Las últimas observaciones corresponden al tercer trimestre de 2021 para la renta disponible y las contribuciones, y al cuarto trimestre de 2021 para el consumo privado.

La incipiente recuperación de la inversión empresarial y residencial se vio ralentizada por los cuellos de botella en la oferta

La inversión empresarial (aproximada por la inversión, excluida la construcción) cobró impulso en la primera mitad de 2021, con la relajación de las medidas de contención de la pandemia y la reapertura de la economía, en un contexto de mantenimiento de unas condiciones de financiación favorables. Sin embargo, los cuellos de botella en la oferta —visibles en el aumento de los plazos de entrega de los proveedores y los precios de los insumos— afectaron a la recuperación a partir de mediados del año, frenando así la inversión empresarial. Posteriormente, la escalada de los precios de la energía y el rebrote de la pandemia hacia finales de año siguieron lastrándola. Al final de 2021, la inversión empresarial volvió a cobrar impulso, pero se mantuvo significativamente por debajo del nivel registrado en el último trimestre de 2019 (véase gráfico 1.5). En cambio, la inversión en vivienda (o residencial) ya había superado su nivel anterior a la crisis en el cuarto trimestre de 2020. En los trimestres siguientes, la escasez de materiales y trabajadores mermó la rentabilidad de la actividad constructora. Con todo, las condiciones de financiación favorables y las medidas de apoyo a las rentas, así como un elevado volumen de ahorro acumulado, sostuvieron la demanda de vivienda. Al final de 2021, la inversión residencial se situaba muy por encima de su nivel previo a la crisis.

El comercio de la zona del euro alcanzó sus niveles prepandemia al final de 2021 y la contribución de la demanda exterior neta al crecimiento del PIB durante el año fue positiva. Por lo que se refiere a las importaciones, el crecimiento vigoroso impulsado por el ciclo de reposición de existencias se vio limitado por el dinamismo observado en los precios, especialmente como consecuencia de la acusada subida de los precios de importación de la energía. Las exportaciones, que habían registrado un repunte notable gracias a las manufacturas al final de 2020, se caracterizaron por una recuperación a dos velocidades. En el caso de los bienes, el impulso se moderó a partir del segundo trimestre a medida que los cuellos de botella en la oferta y en el transporte afectaron a sectores exportadores clave, mientras que las exportaciones de servicios se beneficiaron de la reanudación de las actividades que requieren interacción social como el turismo. Al final del cuarto trimestre de 2021, tanto las importaciones como las exportaciones se situaron por encima del nivel registrado antes de la crisis.

El crecimiento del PIB siguió siendo desigual en los distintos sectores en 2021 (véase gráfico 1.7). La industria y los servicios contribuyeron positivamente al crecimiento, pero la primera fue la que realizó la mayor aportación al aumento del valor añadido bruto real.

Gráfico 1.7

Valor añadido bruto real de la zona del euro, por actividad económica

(panel izquierdo: tasas de variación interanual, contribuciones en puntos porcentuales; panel derecho: índice: IV TR 2019 = 100)

Fuente: Eurostat.
Nota: Las últimas observaciones corresponden a 2021 (panel izquierdo) y al cuarto trimestre de 2021 (panel derecho).

El mercado de trabajo siguió recuperándose, pero continuó más débil que antes de la pandemia

El mercado de trabajo mostró una marcada recuperación paralelamente al repunte de la actividad en la zona del euro, aunque, en general, continuó más débil que antes de la pandemia. La tasa de paro se redujo gradualmente, desde el 8,2 % registrado en enero de 2021 hasta el 7 % de diciembre, nivel inferior a los observados antes de la crisis (véase gráfico 1.8)[2]. Además, si bien los programas de mantenimiento del empleo siguieron desempeñando un papel importante para contener los despidos, contribuyendo así a conservar el capital humano, el recurso a esos programas disminuyó[3]. Sin embargo, otros indicadores del mercado laboral permanecieron en cotas más bajas que antes de la pandemia. Las horas trabajadas en el cuarto trimestre de 2021 se situaron un 1,8 % por debajo del nivel registrado en el último trimestre de 2019, mientras que la tasa de actividad del tercer trimestre de 2021 fue en torno a 0,2 puntos porcentuales más baja (lo que representa un descenso de unos 0,4 millones de trabajadores) (véase gráfico 1.9). El crecimiento menos vigoroso de la población activa obedeció, en parte, a la débil inmigración neta en la zona del euro. El ajuste en curso del mercado de trabajo varió en los distintos grupos de trabajadores, en parte como consecuencia del hecho de que algunos sectores se vieron más afectados por las medidas de contención y por el distanciamiento social voluntario. En el tercer trimestre de 2021, la población activa había disminuido, con respecto al período anterior a la pandemia, alrededor del 4,2 % en el colectivo poco cualificado y un 1,7 % en el de cualificación media, pero había crecido en torno al 6,8 % en el de alta cualificación[4].

Gráfico 1.8

Desempleo y población activa

(escala izquierda: tasas de variación intertrimestral, contribuciones en puntos porcentuales; escala derecha: porcentajes de la población activa)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.
Nota: Las últimas observaciones corresponden a 2021 (panel izquierdo) y al cuarto trimestre de 2021 (panel derecho), que se basa en datos mensuales implícitos.

Gráfico 1.9

Empleo, horas trabajadas y tasa de actividad

(escala izquierda: índice: IV TR 2019 = 100; escala derecha: porcentajes de población en edad de trabajar)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.
Nota: Las últimas observaciones corresponden al cuarto trimestre de 2021 para el empleo y las horas trabajadas, y al tercer trimestre de 2021 para la tasa de actividad.

Si bien las tasas de vacantes se incrementaron, el empleo también creció con fuerza

El aumento de las tasas de vacantes, que al principio se limitó principalmente a los sectores que se habían reactivado después de la retirada de las medidas de confinamiento, se extendió a otros sectores a medida que avanzaba la recuperación de la actividad. El crecimiento del empleo se fortaleció durante el segundo y tercer trimestre de 2021 y, pese a algunos efectos adversos producidos por los cuellos de botella en la oferta del sector manufacturero, siguió siendo vigoroso y generalizado en el cuarto trimestre. En consecuencia, el empleo se aproximó a los niveles previos a la pandemia en la industria, la construcción y los sectores con menor interacción social. El empleo en los sectores que conllevan interacción social se mantuvo en niveles relativamente bajos comparados con los de antes de la pandemia.

1.3 Medidas de política fiscal en momentos difíciles

Las finanzas públicas volvieron a estar condicionadas por los efectos de la pandemia

En 2021, las finanzas públicas de la zona del euro estuvieron muy condicionadas por los efectos de la pandemia de COVID-19 por segundo año consecutivo. En el primer semestre en particular, los Gobiernos introdujeron medidas adicionales de apoyo de gran calado en respuesta a las nuevas olas de la pandemia y ante la necesidad imperiosa de respaldar la recuperación económica. No obstante, según las proyecciones macroeconómicas de los expertos del Eurosistema de diciembre de 2021, se prevé que la ratio de déficit de las Administraciones Públicas de la zona del euro se haya reducido (véase gráfico 1.10) hasta el 5,9 % del PIB en 2021, frente al 7,2 % de 2020, gracias a la sustancial mejora de la actividad económica. El mantenimiento de niveles elevados de apoyo fiscal en 2021 se reflejó en la orientación de la política fiscal ajustada por las transferencias del programa Next Generation EU (NGEU)[5], que fue prácticamente neutral en 2021 tras adoptar un tono muy expansivo en 2020.

Gráfico 1.10

Saldo presupuestario de las Administraciones Públicas y orientación de la política fiscal de la zona del euro

(porcentajes del PIB)

Fuentes: Proyecciones macroeconómicas elaboradas por los expertos del Eurosistema para la zona del euro, diciembre de 2021, y cálculos del BCE.
Nota: El indicador de la orientación de la política fiscal tiene en cuenta los gastos financiados por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia del NGEU y otros fondos estructurales de la UE (véase nota a pie de página).

Las medidas frente a la crisis y de estímulo se incrementaron ligeramente, ya que las transferencias a empresas aumentaron, pero los programas de regulación temporal de empleo se redujeron

En porcentaje del PIB, las medidas relacionadas con la crisis y de estímulo para la recuperación adoptadas en la zona del euro se incrementaron hasta el 4,4 % en 2021, desde el 4,1 % del año anterior (véase gráfico 1.11). Este ascenso se debió a un aumento considerable de las transferencias públicas a empresas, pero también a la intensificación de las medidas de apoyo a la sanidad y de la inversión pública. Con todo, estos incrementos se vieron compensados en gran medida por el menor recurso a los programas de regulación temporal de empleo. Estos programas, que fueron el instrumento más importante del apoyo público en 2020, se redujeron gradualmente en 2021, ya que las medidas restrictivas se relajaron y los mercados de trabajo comenzaron a recuperarse ante la expansión general de la actividad económica. La mejora de la producción explica también la leve caída que experimentó la ratio de deuda en relación con el PIB de la zona del euro, que se situó en el 97 % en 2021 tras el fuerte ascenso del año precedente.

Gráfico 1.11

Medidas relacionadas con la crisis y de estímulo para la recuperación en la zona del euro

(porcentajes del PIB)

Fuentes: Proyecciones macroeconómicas elaboradas por los expertos del Eurosistema para la zona del euro, diciembre de 2021, y cálculos del BCE.
Nota: El apoyo a la sanidad se detrae del resto de componentes mostrados, lo que afecta, sobre todo, al consumo público.

Next Generation EU es una de las piedras angulares de la respuesta de Europa a las dificultades económicas derivadas de la pandemia

Las respuestas de los Gobiernos a las necesidades fiscales en los dos últimos años se han articulado en primer lugar mediante políticas nacionales, pero también, cada vez en mayor medida, a través de iniciativas a escala de la Unión Europea (UE). Una de las piedras angulares de la respuesta conjunta de las políticas públicas europeas se colocó en julio de 2020 cuando la UE anunció la creación de Next Generation EU (NGEU), un programa de inversión y reformas para el conjunto de la UE. El NGEU ofrece a los Estados miembros de la UE apoyo financiero condicionado a la ejecución de proyectos concretos de inversión y reforma a lo largo del período 2021-2026. Para ello, moviliza un volumen de financiación de hasta 807 mm de euros en precios corrientes, de los cuales 401 mm de euros (un 3,5 % del PIB de la zona del euro) están destinados a países de la zona del euro y el resto a otros Estados miembros de la UE. Aproximadamente la mitad de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, el mayor instrumento del NGEU con diferencia, se pone a disposición de los Estados en forma de préstamos, mientras que la otra mitad se destina a transferencias no reembolsables. Sin embargo, en la práctica se espera que predomine el componente de transferencias, ya que todos los países de la zona del euro prevén utilizar íntegramente las transferencias a su disposición, mientras que, hasta ahora, solo unos pocos han solicitado préstamos. Una característica destacable de las transferencias del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia es que los países que se han visto más afectados por la pandemia o que tienen niveles relativamente más bajos de PIB per cápita tienen derecho a recibir una proporción mayor de esos fondos (véanse los importes asignados a cada país en el gráfico 1.12). Esta característica debería contribuir a mitigar las diferencias de crecimiento económico entre países que la pandemia ha agravado aún más en la zona del euro, sobre todo si los planes de recuperación y resiliencia se ejecutan correctamente.

Gráfico 1.12

Asignaciones del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y financiación solicitada por países de la zona del euro antes del final de 2021

(porcentajes del PIB de 2020)

Fuentes: Comisión Europea y cálculos del BCE.
Notas: ZE: zona del euro. Los datos sobre las transferencias asignadas a los países son datos de la Comisión Europea. Los préstamos asignados a los países se han calculado como el 6,8 % de su renta nacional bruta en 2019. No se dispone de información sobre las solicitudes de transferencias y préstamos de los Países Bajos porque este país todavía no ha presentado su plan de recuperación y resiliencia.

1.4 Repunte de la inflación debido a efectos heterogéneos

En 2021, la inflación general medida por el IAPC de la zona del euro se situó, en promedio, en el 2,6 %, muy por encima de la media del 0,3 % observada en 2020 (véase gráfico 1.13). Este repunte obedeció, en gran medida, a la acusada subida de los precios de la energía. Asimismo, el hecho de que la demanda superara a una oferta restringida en algunos sectores acentuó las presiones inflacionistas, tras la relajación de las restricciones impuestas para contener la pandemia y la firme reactivación de la economía a escala mundial y nacional. El fuerte aumento de la inflación interanual, desde el −0,3 % registrado en diciembre de 2020 hasta el 5 % del mismo mes en 2021, no tenía precedentes en términos de aceleración y de magnitud de las tasas de crecimiento interanual al final de 2021 (en el recuadro 1 se proporciona información más detallada sobre los factores que explican este aumento). Además, la inflación observada sorprendió repetidas veces al alza. Se esperaba que los factores que impulsaron el incremento de la inflación en 2021 desaparecieran en gran parte más adelante y que, tras mantenerse elevada a corto plazo, la inflación disminuyera durante 2022. Sin embargo, después de que Rusia invadiera Ucrania en febrero de 2022, la incertidumbre en torno a las perspectivas de inflación aumentó significativamente.

La tasa de variación de los precios de la energía, la reanudación de los servicios y los cuellos de botella en la oferta se tradujeron en la fuerte subida de la inflación

La energía fue el componente que más contribuyó al repunte de la inflación general en 2021. Sin embargo, a partir del verano, la contribución de otros componentes también se fue acentuando. La relajación de los confinamientos y de otras restricciones que se impusieron por la pandemia, además de las políticas monetarias y fiscales expansivas, permitieron que la demanda se recuperase, lo que contribuyó a estimular los servicios de consumo en particular. Al mismo tiempo, la vigorosa demanda mundial y los cuellos de botella en la oferta, así como los precios de la energía, impulsaron al alza el coste de los bienes importados y producidos internamente. Esto también se reflejó en la mayor contribución a la inflación de los precios de los bienes industriales no energéticos y de los servicios más avanzado el año (véase gráfico 1.13). En la segunda mitad de 2021, la inflación también se vio respaldada en cierta medida por el efecto de la reducción temporal del IVA aplicada en Alemania el año anterior.

Gráfico 1.13

Inflación general y sus componentes

(tasas de variación interanual; contribuciones en puntos porcentuales)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.
Notas: Las contribuciones de los componentes del IAPC para 2021 se han calculado utilizando las ponderaciones del IAPC para 2020. El impacto de la actualización de las ponderaciones ha sido estimado por el BCE. Las últimas observaciones corresponden a diciembre de 2021.

El nivel de precios también aumentó de forma dinámica durante 2021

Como las tasas de variación interanual también reflejan el bajo nivel de partida del año anterior, la dinámica observada en los precios en 2021 también puede considerarse desde el punto de vista de la evolución de los índices correspondientes al IAPC general y el IAPC, excluidos la energía y los alimentos. La subida de los precios a lo largo de 2021 fue más pronunciada que en los años anteriores a la pandemia, cuando la inflación observada se situaba por debajo del objetivo de inflación del BCE (véase gráfico 1.14).

Gráfico 1.14

IAPC general e IAPC, excluidos la energía y los alimentos

(índices desestacionalizados y ajustados por días laborables, IV TR 2019 = 100)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.
Nota: Las últimas observaciones corresponden a diciembre de 2021.

En 2021, las cifras de inflación se vieron distorsionadas por factores relacionados con la medición

Medir la dinámica de los precios y sus determinantes fue especialmente difícil en 2021, no solo por el impacto económico de la pandemia, sino también por determinados factores técnicos relacionados con esta que afectaron a la medición de la inflación. El primero de estos factores fue el ajuste anual habitual de las ponderaciones del consumo para la elaboración del IAPC[6]. Por lo general, se realizan pequeños ajustes, pero en 2020 los patrones de consumo se modificaron considerablemente en respuesta a la pandemia y a las distintas restricciones impuestas. Por ejemplo, a los componentes del IAPC relacionados con turismo y viajes se les asignó un peso menor en la cesta del IAPC de 2021 debido a los débiles resultados de las temporadas turísticas de 2020. En conjunto, los cambios en las ponderaciones tuvieron impactos notables, con más frecuencia a la baja que al alza, en las tasas de inflación interanual de meses determinados de 2021. Para el conjunto del año 2021, el impacto total estimado fue un efecto negativo de 0,2 puntos porcentuales (véase gráfico 1.13). El segundo factor técnico fue el hecho de que, en varios meses de 2020 y 2021, los precios de algunos componentes del IAPC (por ejemplo, restauración, y turismo y viajes) no pudieron recopilarse a través de las fuentes habituales como consecuencia de las restricciones asociadas al COVID-19 y fueron sustituidos por precios imputados, es decir, obtenidos con otros métodos[7]. El tercero de estos factores corresponde al cambio de los períodos de rebajas, que en 2020 y en 2021 se celebraron en meses distintos de los habituales, lo que se tradujo en una tasa de variación interanual de los precios de los bienes industriales no energéticos muy volátil causada por los componentes de artículos de vestir y calzado.

La inflación subyacente aumentó, aunque el incremento fue más moderado si se elimina la volatilidad relacionada con la pandemia

Dados estos factores técnicos, también es necesaria cierta cautela a la hora de interpretar la evolución de la inflación medida por el IAPC, excluidos la energía y los alimentos. Diversos indicadores de la inflación subyacente —incluidos los basados en la exclusión de componentes, los estadísticos y los estimados econométricamente— repuntaron también durante el año (véase gráfico 1.15)[8]. Al final del año, las tasas de inflación basadas en estos indicadores se situaron entre el 2,4 % y el 3,9 %. Además, la dinámica de los precios en 2020 fue moderada en general y, por tanto, conllevó efectos de base al alza para las tasas de variación en 2021. Teniendo en cuenta este aspecto, una manera alternativa de estudiar la evolución de la inflación en 2021 es recurrir a las tasas de variación de los precios durante el mismo mes dos años antes, divididas por dos para reflejar la variación media anual. Al utilizar esta tasa se minimizan de forma efectiva las distorsiones derivadas de la inflación muy reducida observada al comienzo del período de la pandemia. Si se calcula sobre esta base, la inflación medida por el IAPC, excluidos la energía y los alimentos, se situó en el 1,4 % en diciembre de 2021 y, por consiguiente, es aproximadamente la mitad de la tasa de crecimiento interanual publicada del 2,6 % (véase gráfico 1.15). No obstante, esta serie también aumenta en los últimos meses de 2021, hasta alcanzar una tasa que se registró por última vez en 2013, en los primeros años de la década de inflación baja que precedió al COVID-19.

Gráfico 1.15

Indicadores de la inflación subyacente

(tasas de variación interanual)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.
Nota: El rango incluye indicadores basados en la exclusión permanente y temporal de componentes, indicadores estadísticos y econométricos (el indicador Supercore y el PCCI [componente persistente y común de la inflación]), véase en la nota 8 a pie de página una descripción de las medidas de la inflación subyacente. Las últimas observaciones corresponden a diciembre de 2021.

Los precios de producción de los bienes subieron de forma acusada, mientras que los costes laborales siguieron siendo moderados

Las presiones de costes desempeñaron un papel importante en la evolución de la inflación medida por los precios de consumo en 2021. Las presiones latentes crecieron de manera significativa en todas las fases del proceso de formación de precios, sobre todo en las primeras fases y en los precios de los bienes intermedios, lo que reflejó el efecto de los cuellos de botella en la oferta y, especialmente en la segunda mitad de 2021, también la subida de los precios de la energía en cierta medida. El incremento de los precios de los productos importados fue ligeramente superior al observado en 2020, en parte debido a la depreciación del euro. El impacto de las presiones de los costes sobre los precios de producción de los bienes de consumo no alimenticio —un indicador importante de la dinámica de los precios de los bienes industriales no energéticos— fue más moderado que en las primeras fases del proceso de formación de precios, aunque se mantiene en un nivel elevado en términos históricos. Un indicador amplio de las presiones de costes de origen interno es el crecimiento del deflactor del PIB, que se situó, en promedio, en el 2 % en 2021 y, por tanto, por encima de la media del año anterior. Los fuertes efectos de base y el impacto de las medidas de apoyo público se tradujeron en cierto grado de volatilidad en los componentes de costes relacionados con los costes laborales unitarios y los márgenes unitarios. Como disminuyó el recurso a los programas de mantenimiento del empleo y la mayoría de trabajadores volvieron a percibir su salario completo, el crecimiento de la remuneración por asalariado aumentó hasta situarse, en promedio, en el 4 % en 2021, desde el −0,6 % registrado en 2020. Dado que la productividad por persona creció al mismo tiempo como consecuencia de las horas adicionales trabajadas, este marcado incremento no se trasladó a los costes laborales unitarios. Por consiguiente, el impacto de los programas de apoyo público siguió dificultando la interpretación de indicadores salariales tales como la remuneración por asalariado y la remuneración por hora trabajada (véase gráfico 1.16). El crecimiento de los salarios negociados se ve menos afectado por estas medidas y se mantuvo moderado, cayendo, en promedio, al 1,5 % en 2021, frente al 1,8 % en 2020[9]. Sin embargo, es posible que esto también refleje los retrasos en las rondas de negociación colectiva motivados por la pandemia.

Gráfico 1.16

Indicadores de los costes laborales

(tasas de variación interanual)

Fuentes: Eurostat, BCE y cálculos del BCE.
Nota: Las últimas observaciones corresponden al cuarto trimestre de 2021 para los salarios negociados y al tercer trimestre de 2021 para el resto.

Los indicadores de las expectativas de inflación a largo plazo avanzaron hacia el objetivo de inflación del BCE

Las expectativas de inflación a largo plazo de los expertos en previsión económica, que se situaban en el 1,7 % al final de 2020, avanzaron durante 2021 hasta alcanzar el 1,9 % (véase gráfico 1.17). Según los resultados de un cuestionario especial enviado a los participantes en la encuesta a expertos en previsión económica (EPE) del BCE, la comunicación de la nueva estrategia de política monetaria contribuyó a favorecer este ajuste de las expectativas[10]. Los indicadores de mercado de la compensación por inflación a largo plazo, en particular el tipo swap de inflación a cinco años dentro de cinco años, siguieron una senda similar y se recuperaron gradualmente a lo largo de 2021. Hacia finales de año, este indicador fluctuó justo por debajo del 2 % y en octubre superó brevemente ese nivel. Las estimaciones de las primas de riesgo de inflación incluidas en la compensación por inflación demandada por los inversores sugieren que estas primas se tornaron positivas en todos los plazos de vencimiento en 2021 por primera vez en varios años. Cuando se ajusta la compensación por inflación para tener esto en cuenta, se observa que el repunte de las expectativas genuinas de inflación a largo plazo implícitas en los indicadores de mercado de la compensación por inflación fue más leve[11].

Gráfico 1.17

Indicadores de opinión de las expectativas de inflación e indicadores de mercado de la compensación por inflación

(tasas de variación interanual)

Fuentes: Eurostat, Refinitiv, Consensus Economics, BCE (EPE) y cálculos del BCE.
Notas: La trayectoria de los indicadores de mercado de la compensación por inflación se basa en el tipo swap de inflación (ILS, por sus siglas en inglés) spot a un año y en los tipos forward de los ILS a un año dentro de uno, dos, tres y cuatro años. Las últimas observaciones relativas a los tipos de los ILS corresponden al 30 de diciembre de 2021. La encuesta EPE correspondiente al cuarto trimestre de 2021 se realizó entre el 1 y el 11 de octubre de 2021. Las fechas límite de recepción de datos de Consensus Economics son el 8 de diciembre de 2021 para las previsiones para 2021 y 2022, y el 14 de octubre de 2021 para las previsiones a más largo plazo.

Los precios subieron para los propietarios de vivienda, mientras que la dinámica de los alquileres siguió siendo moderada

En la revisión de la estrategia de política monetaria se identificó la necesidad de incluir los costes de la vivienda en régimen de propiedad en el IAPC. En 2021 se lograron avances significativos en el desarrollo de indicadores relacionados. Sin embargo, todavía queda trabajo por hacer, por ejemplo, distinguiendo mejor el componente de consumo del de inversión en las compras de vivienda incluidas en las estimaciones[12]. En 2023 podría estar ya disponible un índice experimental elaborado por el Sistema Estadístico Europeo que combine la cesta del IAPC con el gasto en vivienda en régimen de propiedad, y aproximadamente en 2026 estaría preparado el índice oficial. Por el momento solo se dispone de estimaciones experimentales de esos costes, que es probable que hayan aumentado a una tasa media interanual del 4,8 % en los tres primeros trimestres de 2021, frente al 2,6 % observado en 2020, y, por tanto, mostraron un dinamismo considerablemente mayor que los alquileres, que están incluidos en el IAPC. El componente de alquileres de vivienda principal del IAPC se incrementó en un 1,2 % en 2021, frente al 1,3 % registrado en 2020. La subida más pronunciada de los costes de la vivienda para los propietarios refleja, en parte, la naturaleza de la estimación: el índice incluye un componente relacionado con las adquisiciones de nuevas viviendas que guarda una relación estrecha con los precios de la vivienda. En lo que a estos se refiere, el indicador de precios de inmuebles residenciales del BCE creció hasta situarse en un promedio del 7,5 %, en términos interanuales, en los tres primeros trimestres de 2021 (frente al 5,4 % de 2020). El auge del mercado residencial se reflejó en la dinámica del IAPC en algunos componentes más pequeños. Por ejemplo, los ciudadanos pasaban más tiempo en casa hasta que las restricciones impuestas para contener la pandemia se relajaron considerablemente a finales de la primavera de 2021. Este cambio generó un aumento de la demanda de reformas en el hogar y, en consecuencia, se observó un alza de los precios de bienes y servicios relacionados con la vivienda, como mantenimiento y reparaciones, enmoquetado y renovación del suelo.

Recuadro 1
Factores que impulsaron el fuerte aumento de la inflación medida por el IAPC

La tasa de inflación interanual medida por el IAPC general de la zona del euro alcanzó el 5 % en diciembre de 2021, frente al −0,3 % registrado en diciembre de 2020, el 0,3 % en el conjunto de 2020 y el 0,9 % en promedio durante los cinco años anteriores a la pandemia. Este incremento reflejó principalmente la fuerte subida de los precios de la energía, pero también el fortalecimiento de la inflación medida por el IAPC, excluidos la energía y los alimentos, debido a que la recuperación de la demanda superó a la de la oferta restringida en algunos sectores en un contexto de recuperación de la pandemia en la zona del euro y a escala mundial. Es posible que las empresas también hayan subido los precios para compensar las pérdidas de ingresos incurridas cuando las restricciones asociadas al COVID-19 eran más severas.

Los bajos niveles de precios en 2020 son un factor importante cuando se evalúa la acusada subida de la inflación a lo largo de 2021, dado que constituyen la base del cálculo de las tasas de crecimiento interanual para 2021. Por ejemplo, los precios del petróleo, y posteriormente los precios de consumo de la energía, se desplomaron al comienzo de la pandemia. Alrededor de la mitad de la inflación energética observada en el último trimestre de 2021 puede atribuirse al nivel reducido de 2020[13]. Este efecto incidió en sentido contrario en los precios de los alimentos, dado que, tras el repunte relacionado con la pandemia que registraron en la primavera de 2020, su evolución fue relativamente moderada en la primera mitad de 2021. Los efectos de base también tuvieron su origen en modificaciones de los impuestos indirectos, especialmente la reducción temporal del IVA aplicada en Alemania desde julio hasta diciembre de 2020 en respuesta a la crisis. El final de esta reducción dio lugar a un ascenso de la tasa de inflación de la zona del euro en enero de 2021, pero también tuvo un impacto al alza en la segunda mitad de 2021 porque la comparación con el nivel registrado un año antes se basó en los precios que reflejaban el tipo impositivo reducido[14]. Si bien la dinámica de los precios durante el año influyó en mayor medida, los efectos sobre las tasas de inflación interanual relacionados con la base reducida de 2020, si se combinan, explican casi dos puntos porcentuales del incremento total de 5,3 puntos porcentuales de la tasa de inflación medida por el IAPC general en diciembre de 2021 con respecto a diciembre de 2020 (véase gráfico A).

Gráfico A

Variación acumulada de la tasa de inflación medida por el IAPC general en 2021 con respecto a diciembre de 2020

(puntos porcentuales)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.
Notas: El gráfico muestra, para cada mes de 2021, la diferencia entre la tasa de inflación de ese mes y la de diciembre de 2020. Por ejemplo, en agosto de 2021, la tasa de inflación se situó unos 3 puntos porcentuales por encima de la de diciembre de 2020, y aproximadamente la mitad de esa diferencia puede atribuirse a un efecto de base, es decir, al nivel reducido de la base de 2020 utilizada para la comparación.

Un segundo factor determinante del fuerte incremento de la inflación fue el hecho de que los precios de consumo de la energía no solo se normalizaron en 2021, sino que siguieron creciendo con fuerza. El aumento adicional se observó inicialmente sobre todo en los precios de los combustibles para transporte, dado que la demanda mundial de petróleo se fortaleció en consonancia con la recuperación en curso, mientras que la oferta se mantuvo en cierto modo contenida. Más adelante, en el verano, los precios del gas y de la electricidad también subieron con fuerza (véase panel a del gráfico B), lo que reflejó la mayor demanda, pero también algunas restricciones de oferta en el caso del primero. La demanda de gas en Europa fue extraordinariamente elevada debido al invierno frío de 2020/2021 y a la escasez de viento en el verano de 2021, lo que provocó la sustitución de energía eólica por gas[15]. Asimismo, el suministro de esta materia prima procedente de Noruega se redujo en la primera mitad del año debido a las obras de mantenimiento de los gasoductos, y en verano las importaciones de la UE de gas de origen ruso fueron relativamente reducidas. La recuperación global también hizo crecer la demanda de este hidrocarburo, especialmente en China. Los consumidores dedican una parte mayor de sus gastos en energía a combustibles para transporte (en torno al 40 %) que a gas (alrededor del 30 %) y a electricidad (aproximadamente un 20 %), y la evolución de los precios de los combustibles suele ser el principal determinante de la inflación de los precios de la energía. Sin embargo, el encarecimiento del gas y la electricidad en el otoño de 2021 se tradujo en una contribución históricamente elevada de esos componentes a la tasa de variación de los precios de la energía de la zona del euro (véase panel b del gráfico B).

Gráfico B

Evolución de la inflación de los precios de la energía

(tasas de variación interanual; contribuciones en puntos porcentuales)

a) Tasa de inflación interanual medida por el IAPC de la energía y sus principales componentes

b) Contribución de los principales componentes a la tasa de inflación interanual de la energía

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.

El tercer factor principal que explica la acusada subida de la inflación fueron las presiones inflacionistas que surgieron en el contexto de la reapertura de la economía tras un período de restricciones relacionadas con la pandemia. La demanda se recuperó con fuerza, a escala mundial y nacional, y superó la oferta restringida en algunos sectores. Como resultado, se observó una escasez de oferta en todo el mundo y los costes del transporte subieron considerablemente en torno al cambio de año 2020/2021[16]. Los precios de producción de la zona del euro aumentaron de forma sostenida a lo largo de 2021, no solo en los bienes intermedios, sino también en los de consumo. No existe una correlación inmediata y estable entre los precios de producción y los de consumo, pero el incremento gradual de los precios de consumo de los bienes duraderos fue notable, particularmente en la segunda mitad de 2021 (véase gráfico C)[17]. Las dinámicas de precios fueron más acusadas en el caso de los vehículos nuevos y de segunda mano, las bicicletas y las motos, así como en diversos artículos electrónicos como productos tecnológicos y televisores, todos ellos componentes que es probable que se hayan visto afectados por el déficit de producción —como el de los semiconductores— o por los cuellos de botella en el transporte mundial y las cadenas de suministro.

Gráfico C

Descomposición de la inflación medida por el IAPC, excluidos la energía y los alimentos

(tasas de variación interanual; contribuciones en puntos porcentuales)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.
Notas: La contribución de los componentes para 2021 se ha calculado utilizando las ponderaciones del IAPC de 2020. El impacto de la actualización de las ponderaciones del IAPC ha sido estimado por el BCE.

Uno de los sectores más afectados por las restricciones impuestas debido a la pandemia fue el de los servicios que requieren un alto grado de interacción social. Cuando las restricciones se fueron relajando gradualmente, la evolución de los precios de estos componentes empezó a mostrar un mayor dinamismo. Por ejemplo, el aumento de la tasa de variación interanual de los servicios relacionados con turismo y viajes (como alojamiento, transporte aéreo y paquetes turísticos) fue particularmente visible al comienzo de las vacaciones en el verano de 2021 (véase gráfico C)[18]. Este incremento, al igual que el de los precios de la energía, también reflejó, en parte, la comparación con los bajos precios del año anterior. Asimismo, la dinámica de precios de restauración también se reforzó paulatinamente tras la reapertura en la primavera de 2021. Las tasas de inflación más elevadas de los servicios que requieren un alto grado de interacción social reflejaron no solo el resurgimiento repentino de la demanda, sino también los costes más altos y la capacidad reducida como consecuencia de los requisitos relacionados con la pandemia, así como la escasez de mano de obra debido a que algunas empresas tenían dificultades para volver a contratar a los trabajadores despedidos durante los cierres.

Por último, la volatilidad registrada por la inflación en 2021 se vio afectada por otros factores específicos que se describen en el texto de la sección 1.4. Por ejemplo, la dinámica de precios de los artículos de vestir y calzado estuvo determinada por la modificación de las fechas de las rebajas, y el cambio de las ponderaciones de los componentes del IAPC para 2021 fue de una magnitud inusualmente elevada, lo que incidió de forma muy acusada en la inflación medida por el IAPC, excluidos la energía y los alimentos (véase gráfico C).

En conjunto, el crecimiento de la inflación medida por el IAPC en 2021 obedeció principalmente a factores especiales que surgieron en el contexto de la pandemia de COVID-19 y de la recuperación económica. La naturaleza sin precedentes de la crisis y la singularidad de los factores que determinaron el fuerte aumento de la inflación durante la recuperación conllevan una incertidumbre especialmente elevada y retos a la hora de evaluar la evolución de la inflación en el futuro.

1.5 El mantenimiento de las contundentes medidas de las autoridades económicas contribuyó a preservar unas condiciones crediticias y de financiación favorables

La continuación de las compras de activos y la comunicación del BCE moderaron las presiones al alza sobre los rendimientos a largo plazo

El estímulo proporcionado por las políticas fiscal, monetaria y prudencial, junto con los avances en la lucha contra la pandemia, apoyaron el vigoroso repunte de la actividad económica en 2021 (véase sección 1.2). En la segunda mitad del año, los inversores también empezaron a exigir una compensación más elevada por la exposición a la evolución de la inflación y revisaron al alza sus expectativas de inflación a largo plazo y las primas de riesgo, lo que derivó en un aumento de los tipos de interés a largo plazo (véase gráfico 1.18). En este contexto, el BCE reconfirmó la orientación acomodaticia de su política monetaria y su compromiso de mantener unas condiciones de financiación favorables en la zona del euro. Ello contribuyó, al menos en parte, a proteger los rendimientos de la zona de los cambios en los mercados internacionales, en los que una inflación superior a lo previsto llevó a los inversores a descontar un endurecimiento de la política monetaria antes de lo esperado previamente en varias economías avanzadas. Además, la comunicación del BCE sobre la orientación expansiva de su política monetaria y la continuación de las compras de activos a gran escala ayudaron a evitar un incremento de los diferenciales de rendimiento de la deuda soberana, es decir, la evolución de dichos rendimientos fue similar a la de los tipos de interés libres de riesgo correspondientes. En consecuencia, la media ponderada por el PIB de los rendimientos de la deuda pública a diez años de la zona del euro aumentó de forma sostenida en 2021 y el 31 de diciembre se situó en el 0,27 %, 51 puntos básicos por encima de su nivel al final de 2020 (véase gráfico 1.18). En líneas más generales, las condiciones de financiación de la zona del euro siguieron siendo favorables.

Gráfico 1.18

Rendimientos a largo plazo de la zona del euro y de Estados Unidos

(porcentajes; datos diarios)

Fuentes: Bloomberg, Refinitiv y cálculos del BCE.
Notas: Los datos de la zona del euro se refieren a la media ponderada por el PIB de los rendimientos de la deuda pública a diez años y al tipo OIS (overnight index swap) a diez años. Las últimas observaciones corresponden al 31 de diciembre de 2021.

Los mercados de renta variable se vieron respaldados por las expectativas de beneficios a largo plazo

Con el compromiso de mantener el apoyo monetario y fiscal, el repunte de la actividad económica en 2021 propició un aumento sostenido de los precios de las acciones en la zona del euro, que estuvo impulsado por unas expectativas muy sólidas y firmes de beneficios a largo plazo. Esta tendencia se interrumpió temporalmente entre mediados de septiembre y mediados de octubre, ya que las expectativas de los mercados de una posible reducción de las compras de activos por parte de la Reserva Federal afectaron a la dinámica de los mercados bursátiles en todo el mundo. Por sectores, tras descender en 2020, las cotizaciones del sector bancario de la zona del euro crecieron a un ritmo mucho más rápido que las de los sectores no financieros. El 31 de diciembre de 2021, el índice amplio de precios de las acciones de las sociedades no financieras de la zona del euro se situó alrededor de un 19 % por encima de los niveles del final de 2020, mientras que el avance de las cotizaciones del sector bancario fue notablemente más pronunciado, de más del 30 % (véase gráfico 1.19).

Gráfico 1.19

Índices bursátiles de la zona del euro y de Estados Unidos

(índice: 1 de enero de 2020 = 100)

Fuentes: Bloomberg, Refinitiv y cálculos del BCE.
Notas: Para la zona del euro se muestran los índices EURO STOXX Banks (entidades de crédito) y Refinitiv (sociedades no financieras) y, para Estados Unidos, el S&P Banks (entidades de crédito) y Refinitiv (sociedades no financieras). Las últimas observaciones corresponden al 31 de diciembre de 2021.

El crecimiento monetario y de los préstamos apuntaba a una expansión monetaria sostenida, aunque más moderada

El crecimiento del agregado monetario amplio apuntaba a la continuación de una expansión monetaria sólida en 2021, a un ritmo más próximo a su media de largo plazo que en 2020, el primer año de la pandemia, en el que aumentó de forma acusada (véase gráfico 1.20). La creación de dinero estuvo impulsada por el agregado monetario estrecho M1, reflejo de una acumulación sostenida de depósitos a la vista por parte de las empresas y los hogares que, con todo, fue más moderada que en 2020. En sintonía con la recuperación de la confianza y del gasto de los consumidores, los flujos de depósitos de los hogares retornaron a su media de antes de la pandemia. El hecho de que el pronunciado avance de los depósitos observado en 2020 no se viera contrarrestado por un período de crecimiento inferior a la media señala el deseo de mantener un nivel de ahorro mayor, como también quedó reflejado en las respuestas a la encuesta sobre las expectativas de los consumidores del BCE. Los flujos de depósitos de las empresas también continuaron siendo intensos, lo que indica que este sector siguió incrementando sus colchones de liquidez. Las compras de activos por parte del Eurosistema fueron la principal fuente de crecimiento monetario, seguidas del crédito al sector privado. Las oportunas e importantes medidas adoptadas por las autoridades monetarias, fiscales y supervisoras durante la crisis del COVID-19 garantizaron el mantenimiento del flujo de crédito a la economía de la zona del euro en condiciones favorables.

Gráfico 1.20

M3 y préstamos al sector privado

(tasas de variación interanual; datos ajustados de efectos estacionales y de calendario)

Fuente: BCE.
Nota: Las últimas observaciones corresponden a diciembre de 2021.

Las medidas de política monetaria contribuyeron a garantizar unas condiciones de financiación bancaria favorables

En general, las condiciones de financiación bancaria fueron favorables durante el año. Las entidades de crédito participantes en la encuesta sobre préstamos bancarios en la zona del euro indicaron que, si bien los criterios de concesión de préstamos a empresas y a hogares de la zona se habían endurecido el año anterior, desde el segundo trimestre de 2021 apenas habían experimentado variaciones. Ello se debió a la menor percepción de riesgos por parte de las entidades en vista de la recuperación económica y del apoyo continuado de las políticas monetaria y fiscal, también a través de los avales públicos para préstamos. Asimismo, las entidades señalaron que los programas de compras de activos del BCE, la tercera serie de operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico y el tipo de interés negativo de la facilidad de depósito habían sostenido el crédito. Al mismo tiempo, se indicó que los programas de compras de activos y el tipo de interés negativo de la facilidad de depósito habían lastrado su rentabilidad.

Al mantener los costes de financiación de las entidades de crédito de la zona del euro en niveles reducidos, las medidas de apoyo público contribuyeron a ejercer presiones a la baja sobre los tipos de interés de los préstamos y evitaron un endurecimiento generalizado de las condiciones de financiación. Durante 2021, los tipos de interés del crédito bancario permanecieron prácticamente estables, en torno a sus mínimos históricos. Mientras que los préstamos para adquisición de vivienda crecieron con fuerza, el crédito al consumo se mantuvo débil como consecuencia de la disponibilidad del ahorro acumulado durante la pandemia para financiar el gasto en consumo. En cuanto a las empresas, las abundantes reservas de efectivo, el incremento de los beneficios no distribuidos sostenido por la reciente recuperación y la disponibilidad de otras fuentes de financiación —sobre todo préstamos entre empresas relacionadas y crédito comercial— redujeron las necesidades de financiación. Por consiguiente, el recurso a la financiación bancaria por parte de las sociedades no financieras y su emisión neta de valores representativos de deuda disminuyeron después de haber crecido con fuerza en 2020, pese a que el coste real de la financiación mediante deuda registró un nuevo mínimo histórico en el cuarto trimestre de 2021. Tras aumentar un 7,1 % en el primer año de la pandemia, la tasa de crecimiento interanual de los préstamos bancarios a empresas cayó hasta el 4,3 % en 2021, mientras que, según la encuesta sobre el acceso de las empresas a la financiación, el porcentaje de empresas que señalaron que habían tenido dificultades para obtener un préstamo descendió a los niveles previos a la pandemia. Las sociedades no financieras también pudieron recurrir a las acciones y otras participaciones como fuente de financiación. En total, los flujos de financiación externa de este sector siguieron creciendo en 2021 (véase gráfico 1.21).

Gráfico 1.21

Flujos netos de financiación externa de las sociedades no financieras de la zona del euro

(flujos anuales; mm de euros)

Fuentes: Eurostat y BCE.
Notas: IFM: instituciones financieras monetarias. En «préstamos de instituciones financieras no monetarias y del resto del mundo», las instituciones financieras no monetarias incluyen otros intermediarios financieros, fondos de pensiones y empresas de seguros. Los «préstamos de las IFM» y los «préstamos de instituciones financieras no monetarias y del resto del mundo» están corregidos por titulizaciones y otras transferencias. «Otros» es la diferencia entre el total y los instrumentos incluidos en el gráfico, y comprende principalmente préstamos entre empresas relacionadas y crédito comercial. Las últimas observaciones corresponden al tercer trimestre de 2021. El flujo anual de 2021 se ha calculado como la suma de cuatro trimestres de los flujos registrados entre el cuarto trimestre de 2020 y el tercero de 2021.

2 La política monetaria: apoyo continuado y una nueva estrategia

El amplio conjunto de medidas de política monetaria implementadas por el BCE en 2021 y sus recalibraciones evitaron un endurecimiento procíclico de las condiciones de financiación y redujeron la amenaza de restricciones de liquidez y de crédito al mantener unas condiciones holgadas de liquidez en el sistema bancario y proteger el flujo de crédito a la economía. La respuesta de la política monetaria fue crucial para estabilizar los mercados y proporcionó apoyo a la economía y a las perspectivas de inflación. El tamaño del balance del Eurosistema alcanzó un máximo histórico de 8,6 billones de euros al cierre de 2021, 1,6 billones de euros más que un año antes. Al final de 2021, los activos relacionados con operaciones de política monetaria representaban el 80 % de los activos totales en el balance del Eurosistema. El marco de gestión de riesgos del BCE siguió mitigando los riesgos asociados al elevado tamaño del balance.

2.1 La respuesta de política monetaria del BCE continuó prestando un apoyo crucial a la economía y a las perspectivas de inflación

Mantenimiento de unas condiciones de financiación favorables

La pandemia continuó alterando la actividad económica a principios del año y la inflación se mantuvo en niveles muy bajos

A principios de 2021, la evolución económica de la zona del euro se vio aún profundamente afectada por la persistencia de la pandemia de COVID-19. Aunque el comienzo de las campañas de vacunación fue un hito en la lucha contra el coronavirus, el nuevo aumento de los contagios y la aparición de variantes del virus hizo que fuera necesario prolongar o endurecer las medidas para reducir la propagación del virus en muchos países de la zona del euro. Esta situación alteró la actividad económica y ensombreció las perspectivas a corto plazo. La inflación siguió en niveles muy bajos, en un contexto de falta de dinamismo de la demanda y de considerable holgura en los mercados de trabajo y de productos. En conjunto, los datos disponibles al inicio del año confirmaron la anterior evaluación de referencia del Consejo de Gobierno que preveía un impacto pronunciado de la pandemia en la economía a corto plazo y una debilidad prolongada de la inflación. En términos generales, las condiciones de financiación en la zona del euro eran favorables. Aunque los tipos de interés libres de riesgo habían aumentado ligeramente desde la reunión del Consejo de Gobierno de diciembre de 2020, los diferenciales de la deuda soberana y corporativa habían mostrado capacidad de resistencia, las condiciones de los mercados de renta fija seguían siendo favorables —también para la renta fija privada— y los tipos de interés de los préstamos bancarios a hogares y a empresas estaban próximos a sus mínimos históricos.

En enero, el Consejo de Gobierno confirmó la orientación acomodaticia de la política monetaria decidida en diciembre de 2020

En este contexto, el amplio apoyo de la política monetaria continuaba siendo esencial, y, en enero de 2021, el Consejo de Gobierno decidió confirmar la orientación acomodaticia de la política monetaria decidida en diciembre de 2020 para preservar unas condiciones de financiación favorables durante el período de la pandemia[19]. El objetivo era reducir la incertidumbre y fomentar la confianza, alentar el gasto en consumo y la inversión empresarial, respaldar la actividad económica y, en consecuencia, salvaguardar la estabilidad de precios a medio plazo. En particular, las compras netas de activos en el marco del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP), que tenía una dotación total de 1.850 mm de euros y se había ampliado al menos hasta el final de marzo de 2022, contribuyeron a mantener unas condiciones de financiación favorables para todos los sectores de la economía, mientras que la tercera serie de operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO III) siguió siendo una atractiva fuente de financiación para las entidades de crédito, lo que apoyó el crédito bancario a las empresas y a los hogares. La decisión de seguir reinvirtiendo el principal de los valores adquiridos en el marco del PEPP que fueran venciendo y la continuación de las compras netas de activos a un ritmo mensual de 20 mm de euros en el marco del programa de compras de activos (APP) también respaldaron las condiciones de financiación al señalar la presencia del Eurosistema en los mercados durante la pandemia y posteriormente.

La ampliación y el endurecimiento de las medidas de contención afectaron a la actividad económica en el primer trimestre, pero la inflación general repuntó con fuerza

Mientras que en los primeros meses del año la propagación de las variantes del virus y la consiguiente ampliación y endurecimiento de las medidas de contención afectaron cada vez más a la actividad económica, la inflación general comenzó a subir de forma acusada desde niveles negativos, debido a factores tanto endógenos de cada país como técnicos (incluidos efectos de base), así como a un repunte notable de los precios de la energía. Sin embargo, las presiones inflacionistas subyacentes se mantuvieron contenidas en un contexto de debilidad sostenida de la demanda y de considerable holgura en los mercados de trabajo y de productos. Los tipos de interés libres de riesgo a largo plazo y los rendimientos de la deuda soberana continuaron la subida observada desde la reunión del Consejo de Gobierno de diciembre. Dado que estos tipos de mercado son los principales tipos de interés de referencia que se utilizan para fijar los precios de otros instrumentos de los mercados de capitales —como los bonos corporativos y bancarios—, así como los precios de los préstamos bancarios a hogares y a empresas, las perturbaciones que se generan en ellos suelen influir en las condiciones de financiación más amplias en un momento posterior. Así pues, un incremento sustancial y persistente en los tipos de interés de mercado podría traducirse en un endurecimiento prematuro de las condiciones de financiación para todos los sectores de la economía. Ello habría puesto en peligro el compromiso asumido por el Consejo de Gobierno en diciembre de 2020 y en enero de 2021 de preservar unas condiciones de financiación favorables durante el período de la pandemia y de evitar un endurecimiento que fuera incompatible con el objetivo de contrarrestar el impacto negativo de la pandemia en la senda de inflación proyectada. Un endurecimiento de las condiciones de financiación habría aumentado la incertidumbre y reducido la confianza, limitando más la actividad económica y comprometiendo la estabilidad de precios a medio plazo.

El Consejo de Gobierno incrementó el ritmo de las compras netas de activos en el marco del PEPP en marzo, después de la subida de los tipos de interés de mercado

En marzo, dado que las condiciones de financiación se habían endurecido y las perspectivas de inflación no habían mejorado, el Consejo de Gobierno decidió realizar las compras netas en el marco del PEPP durante el trimestre siguiente a un ritmo significativamente más elevado que en los primeros meses del año. Las demás medidas de política monetaria de diciembre fueron reconfirmadas[20]. En abril, el ritmo de las compras netas y las demás medidas se mantuvieron inalterados, pues la información más reciente confirmó la evaluación conjunta de las condiciones de financiación y de las perspectivas de inflación realizada en la reunión de marzo.

Reapertura de la economía y una nueva estrategia

Según las proyecciones de los expertos del Eurosistema de junio, la inflación aumentaría en 2021 y volvería a caer en 2022

Hacia mediados del año, la evolución de los contagios por COVID-19 y el avance de las campañas de vacunación permitieron volver a abrir la economía de la zona del euro. Pese a la aparición de nuevas variantes del virus, las presiones sobre los sistemas sanitarios estaban remitiendo. Las proyecciones macroeconómicas elaboradas por los expertos del Eurosistema para la zona del euro de junio preveían que la inflación seguiría avanzando en la segunda mitad de 2021 y volvería a disminuir en 2022, ya que se esperaba que los factores temporales desaparecieran. Las presiones sobre la inflación subyacente irían incrementándose gradualmente durante el horizonte de proyección, y las proyecciones del Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC), excluidos la energía y los alimentos, se revisaron al alza. Sin embargo, las previsiones apuntaban a que la inflación general permanecería por debajo del objetivo del Consejo de Gobierno durante todo el horizonte de proyección y que la inflación subyacente seguiría siendo también inferior al 2 %. Aunque las condiciones de financiación para las empresas y los hogares se mantuvieron estables, los tipos de interés de mercado aumentaron nuevamente durante el período anterior a la reunión del Consejo de Gobierno del 10 de junio. Ello se debió en parte a la mejora de las perspectivas económicas, pero el Consejo de Gobierno consideró que un endurecimiento de las condiciones de financiación más amplias sería prematuro y un riesgo para la recuperación en curso y para las perspectivas de inflación.

Dado que las perspectivas de inflación más allá del corto plazo seguían manteniéndose por debajo de la senda a medio plazo que se había previsto antes de la pandemia, y en vista de los riesgos de un endurecimiento de las condiciones de financiación, en junio, el Consejo de Gobierno decidió continuar las compras netas de activos en el marco del PEPP a un ritmo significativamente más elevado que en los primeros meses del año y también confirmó sus demás medidas.

El BCE concluyó su revisión de la estrategia de política monetaria en julio de 2021 y adoptó un objetivo de inflación simétrico del 2 %

El 8 de julio, el Consejo de Gobierno concluyó su revisión de la estrategia de política monetaria (véase sección 2.4). La nueva estrategia incorporó dos factores esenciales que debían reflejarse en la formulación de la orientación de la política monetaria del Consejo de Gobierno: el primero es la adopción de un nuevo objetivo de inflación simétrico del 2 % a medio plazo, y el segundo, el compromiso condicional de tener en cuenta las implicaciones del límite inferior efectivo al ejecutar la política monetaria en un entorno de tipos de interés nominales estructuralmente bajos, lo que requeriría medidas de política monetaria especialmente contundentes o persistentes cuando la economía se aproximara al límite inferior. Por tanto, para cumplir su nuevo objetivo y en consonancia con su estrategia de política monetaria, el Consejo de Gobierno revisó sus indicaciones sobre la orientación futura de los tipos de interés oficiales del BCE en su reunión de política monetaria de julio, ligando su senda a tres condiciones específicas relacionadas con las perspectivas de inflación. El Consejo de Gobierno señaló que esperaba que los tipos de interés oficiales del BCE continuaran en sus niveles actuales, o en niveles inferiores, hasta que observase que la inflación se situara en el 2 % bastante antes del final del horizonte de proyección y de forma duradera en el resto de dicho horizonte, y considerase que el progreso observado en la inflación subyacente estuviera suficientemente avanzado para ser compatible con una estabilización de la inflación en el 2 % a medio plazo. Indicó que ello podría implicar un período transitorio de inflación moderadamente superior al objetivo.

En julio, el Consejo de Gobierno confirmó su evaluación de marzo, que era compatible con preservar unas condiciones de financiación favorables

En el período previo a la reunión de julio, los tipos de interés de mercado habían disminuido y las condiciones de financiación de la mayoría de las empresas y hogares permanecían en niveles favorables. Aunque la inflación había seguido subiendo, se esperaba que esta subida fuera en gran parte de carácter temporal, y las perspectivas a medio plazo se mantenían contenidas. La recuperación de la economía de la zona del euro avanzaba por buen camino, aunque la propagación de la variante delta del coronavirus constituía una fuente de incertidumbre cada vez mayor. Se consideró que mantener unas condiciones de financiación favorables era esencial para asegurar que el repunte económico se convirtiera en una expansión duradera y contrarrestara el impacto negativo de la pandemia sobre la inflación. En consecuencia, el Consejo de Gobierno continuaba esperando que las compras netas en el marco del PEPP se efectuaran a un ritmo significativamente más elevado que en los primeros meses del año. También confirmó sus demás medidas.

Apoyo a una recuperación sólida de la economía y, en última instancia, al retorno de la inflación al objetivo del 2 %

Las proyecciones del BCE de septiembre incluyeron nuevas revisiones al alza de la inflación a lo largo del horizonte de proyección

En septiembre, la fase de mayor ritmo de la recuperación de la economía de la zona del euro estaba cada vez más avanzada, y se esperaba que el producto superara su nivel anterior a la pandemia antes de final de año. En las nuevas proyecciones macroeconómicas elaboradas por los expertos del BCE para la zona del euro, las previsiones de inflación para 2021 se revisaron al alza, debido a las elevadas presiones sobre los costes derivadas de la escasez temporal de materiales y equipos, a una contribución de los precios de la energía que seguía siendo mayor de lo esperado y a los efectos de la reducción temporal del IVA en Alemania entre julio y diciembre de 2020. No obstante, aún se esperaba que la inflación en 2023 se situara muy por debajo del 2 %, aunque se revisó al alza ligeramente para reflejar la mejora de las perspectivas de crecimiento y la disminución más rápida del grado de holgura de la economía. Los indicadores de mercado de las expectativas de inflación continuaron aumentando y se situaron en niveles significativamente más elevados que los mínimos registrados durante la pandemia, aunque se mantuvieron por debajo del objetivo del BCE de una inflación medida por el IAPC del 2 % a medio plazo. Las condiciones de financiación para las empresas, los hogares y el sector público siguieron siendo favorables y los tipos de interés de los préstamos bancarios permanecieron en mínimos históricos.

El Consejo de Gobierno decidió un ritmo de compras netas de activos en el marco del PEPP ligeramente más lento a partir de septiembre, en un entorno de condiciones de financiación favorables y de mejora de las perspectivas de inflación a medio plazo

Sobre la base de la ligera mejora de las perspectivas de inflación a medio plazo y dadas las condiciones de financiación existentes, en septiembre, el Consejo de Gobierno consideró que podían mantenerse unas condiciones de financiación favorables con un ritmo de compras netas de activos en el marco del PEPP ligeramente inferior al de los dos trimestres anteriores. El Consejo de Gobierno confirmó sus otras medidas.



En octubre, el Consejo de Gobierno reafirmó la orientación de la política monetaria de septiembre

Cuando el Consejo de Gobierno se reunió en octubre, la economía de la zona del euro seguía recuperándose con vigor. Sin embargo, el dinamismo del crecimiento se había moderado en cierta medida, en especial debido a que la escasez de materiales, equipos y mano de obra frenaban la producción en algunos sectores. La inflación continuaba aumentando, como consecuencia, principalmente, del acusado incremento de los precios de la energía, aunque también de que la recuperación de la demanda superaba a una oferta restringida. Se esperaba que la inflación siguiera subiendo a corto plazo, pero que descendiera en el transcurso del año siguiente. Los tipos de interés de mercado se habían incrementado desde septiembre. No obstante, las condiciones de financiación de la economía continuaban siendo favorables, en particular porque los tipos de interés de los préstamos bancarios a empresas y a hogares permanecían en mínimos históricos. En consecuencia, el Consejo de Gobierno reafirmó la orientación de la política monetaria de septiembre, y dejó inalterados el ritmo de compras netas en el marco del PEPP y todas las demás medidas.

En las proyecciones del Eurosistema de diciembre, la inflación se revisó al alza, pero se esperaba que el crecimiento se ralentizara a corto plazo, mientras que durante 2022 el crecimiento aumentaría y la inflación disminuiría

Al final del año, las nuevas restricciones e incertidumbres relacionadas con la pandemia, en especial por la aparición de la variante ómicron del coronavirus, la persistencia de la escasez de materiales, equipos y mano de obra, así como el encarecimiento significativo de la energía, estaban frenando la actividad económica. La ralentización del crecimiento en el último trimestre del año y la expectativa de que esta evolución seguiría en la primera parte de 2022 hizo que el crecimiento para 2022 se revisara a la baja en las proyecciones del Eurosistema de diciembre, aunque se esperaba que volviera a repuntar con fuerza a lo largo de ese año. La inflación había seguido aumentando en noviembre a una tasa mayor de lo previsto, pero se preveía que disminuyera en 2022. Los indicadores de mercado y de opinión relativos a las expectativas de inflación a largo plazo se habían aproximado algo más al 2 %. Se esperaba que esto, junto con el retorno gradual de la economía hacia la plena capacidad y la mejora continuada del mercado de trabajo, que apoyarían un crecimiento más rápido de los salarios, contribuiría a que la inflación subyacente aumentara y llevaría la inflación general al objetivo a medio plazo del Consejo de Gobierno. En consecuencia, en las proyecciones de diciembre, tanto la inflación general como la subyacente se revisaron al alza en comparación con septiembre, hasta una tasa del 1,8 % en 2024, que, no obstante, seguía estando por debajo del objetivo de inflación medida por el IAPC. Las condiciones de financiación de la economía continuaban siendo favorables en diciembre, pues los tipos de interés de mercado habían permanecido estables en general desde la reunión del Consejo de Gobierno de octubre, y los tipos de interés de los préstamos bancarios a empresas y a hogares se mantenían en mínimos históricos.

En diciembre, el Consejo de Gobierno anunció una reducción escalonada del ritmo de compras de activos a partir del primer trimestre de 2022, el fin de las compras netas de activos en el marco del PEPP al final de marzo de 2022 y reinversiones flexibles para el PEPP al menos hasta el final de 2024

En su reunión de diciembre, el Consejo de Gobierno estimó que el avance en la recuperación económica y hacia el objetivo de inflación a medio plazo permitía una reducción escalonada del ritmo de compras de activos durante los próximos trimestres. Al mismo tiempo, la acomodación monetaria seguiría siendo necesaria para que la inflación se estabilizara en el objetivo de inflación del 2 % a medio plazo, y el entorno de incertidumbre ponía de relieve la necesidad de mantener la flexibilidad y las opciones abiertas en la ejecución de la política monetaria. Teniendo esto en cuenta, el Consejo de Gobierno adoptó las siguientes decisiones:

En primer lugar, el Consejo de Gobierno esperaba reducir el ritmo de las compras netas de activos en el marco del PEPP en el primer trimestre de 2022 y pondría fin a las mismas al final de marzo de 2022.

En segundo lugar, amplió el horizonte de reinversión para el PEPP. El Consejo de Gobierno expresó su intención de reinvertir el principal de los valores adquiridos en el marco de este programa que fueran venciendo al menos hasta el final de 2024. En todo caso, la futura extinción de la cartera del PEPP se gestionaría de forma que se evitaran interferencias con la orientación adecuada de la política monetaria.

En tercer lugar, el Consejo de Gobierno señaló que la pandemia había mostrado que, en condiciones de estrés, la flexibilidad en el diseño y en la realización de las compras de activos había contribuido a contrarrestar las dificultades en la transmisión de la política monetaria y había hecho que los esfuerzos para lograr su objetivo fueran más eficaces. Por tanto, en el marco del mandato del Consejo de Gobierno, en condiciones de estrés, la flexibilidad seguiría siendo un elemento de la política monetaria cuando las amenazas para la transmisión de esta política pusieran en peligro el logro de la estabilidad de precios. En particular, en caso de una nueva fragmentación del mercado relacionada con la pandemia, las reinversiones en el marco del PEPP podrían ajustarse en cualquier momento de manera flexible en el tiempo, entre clases de activos y entre jurisdicciones. Ello podría incluir la compra de bonos emitidos por la República Helénica además de la reinversión de los importes vencidos a fin de evitar una interrupción de las compras en esa jurisdicción que pudiera obstaculizar la transmisión de la política monetaria a la economía griega mientras seguía recuperándose de los efectos de la pandemia. Las compras netas en el marco del PEPP también podrían reactivarse, si fuera necesario, para contrarrestar las perturbaciones negativas relacionadas con la pandemia.

En cuarto lugar, en línea con una reducción escalonada de las compras de activos y para asegurar que la orientación de la política monetaria siguiera siendo coherente con la estabilización de la inflación en el objetivo a medio plazo, el Consejo de Gobierno decidió un ritmo de compras netas mensuales de 40 mm de euros en el segundo trimestre de 2022 y de 30 mm de euros en el tercer trimestre en el marco del APP. A partir de octubre de 2022, se mantendrían las compras netas de activos en el marco del APP a un ritmo mensual de 20 mm de euros durante el tiempo que fuera necesario para reforzar el impacto acomodaticio de los tipos de interés oficiales. El Consejo de Gobierno esperaba que las compras de activos finalizaran poco antes de que comenzara a subir los tipos de interés oficiales del BCE.

El Consejo de Gobierno también expresó su intención de seguir reinvirtiendo íntegramente el principal de los valores adquiridos en el marco del APP que fueran venciendo durante un período prolongado tras la fecha en la que comenzara a subir los tipos de interés oficiales del BCE y, en todo caso, durante el tiempo que fuera necesario para mantener unas condiciones de liquidez favorables y un amplio grado de acomodación monetaria.

Asimismo, se confirmaron el nivel de los tipos de interés oficiales del BCE y las indicaciones sobre su posible evolución futura.

El Consejo de Gobierno señaló también que seguiría vigilando las condiciones de financiación de las entidades de crédito y asegurando que el vencimiento de las operaciones de la tercera serie de operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO III) no obstaculizara la transmisión fluida de la política monetaria. También evaluaría periódicamente la forma en que las operaciones de financiación con objetivo específico contribuían a la orientación de la política monetaria. El Consejo de Gobierno indicó, como había anunciado previamente, que esperaba que las condiciones especiales aplicables a las TLTRO III terminaran en junio de 2022. Además, evaluaría la calibración adecuada del sistema de dos tramos para la remuneración de reservas, de forma que el tipo de interés oficial negativo no limitara la capacidad de intermediación de las entidades de crédito en un entorno de amplio exceso de liquidez. Por último, el Consejo de Gobierno volvió a confirmar que estaba preparado para ajustar todos sus instrumentos, según procediera, para asegurar que la inflación se estabilizara en su objetivo del 2 % a medio plazo.

La política monetaria acomodaticia y las medidas recalibradas proporcionaron unas condiciones de financiación favorables y contrarrestaron el impacto negativo de la pandemia sobre la inflación

En síntesis, a lo largo de 2021 se mantuvo un marcado tono acomodaticio de la política monetaria para contrarrestar el impacto negativo de la pandemia sobre las perspectivas de inflación. Las recalibraciones del amplio conjunto de medidas ayudaron a mantener unas condiciones de financiación favorables. Las medidas lograron contener los rendimientos de la deuda pública (véase gráfico 2.1), que son la base de los costes de financiación de los hogares, las empresas y las entidades de crédito. También contribuyeron a que los costes de financiación de las entidades de crédito continuaran siendo muy favorables (véase gráfico 2.2). Asimismo, garantizaron que los hogares y las empresas se beneficiaran de estas condiciones de financiación propicias, con unos tipos de interés del crédito que se situaron en nuevos mínimos históricos, del 1,31 % y el 1,36 %, respectivamente, en 2021 (véase gráfico 2.3). La inflación aumentó significativamente en el segundo semestre del año, mientras que la economía continuó, en términos generales, su senda de recuperación. Dado el avance en la recuperación económica y hacia el objetivo de inflación a medio plazo, el Consejo de Gobierno decidió comenzar a reducir escalonadamente las compras de activos a partir del inicio de 2022. En conjunto, la respuesta de la política monetaria en 2021 aseguró unas condiciones de financiación favorables para apoyar la continuación de la recuperación económica y la convergencia de la inflación con el objetivo del Consejo de Gobierno.

Gráfico 2.1

Rendimiento de la deuda pública a diez años de la zona del euro ponderado por el PIB y tipo OIS (overnight index swap) a diez años de la zona del euro

(porcentajes)

Fuente: Cálculos del BCE.
Nota: Las últimas observaciones corresponden al 31 de diciembre de 2021.

Gráfico 2.2

Coste sintético de la financiación de la deuda de las entidades de crédito

(coste sintético de la financiación mediante depósitos y mediante deuda no garantizada; porcentajes)

Fuentes: BCE, Markit iBoxx y cálculos del BCE.
Notas: El coste sintético de los depósitos se calcula como una media de los tipos de interés de las nuevas operaciones de depósitos a la vista, depósitos a plazo y depósitos con preaviso, ponderada por los correspondientes saldos vivos. Las últimas observaciones corresponden a diciembre de 2021.

Gráfico 2.3

Tipos de interés sintéticos de los préstamos bancarios a sociedades no financieras y a hogares

(porcentajes)

Fuente: BCE.
Notas: Los tipos de interés sintéticos de los préstamos bancarios se calculan agregando los tipos a corto y a largo plazo con una media móvil de 24 meses del volumen de nuevas operaciones. Las últimas observaciones corresponden a diciembre de 2021.

2.2 El balance del Eurosistema continuó creciendo en un contexto de persistencia de las dificultades

El tamaño del balance del Eurosistema aumentó un 23 % en 2021

En 2021, el Eurosistema siguió implementando las medidas introducidas en respuesta a la pandemia de COVID-19, en concreto el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP), las operaciones de financiación a plazo más largo de emergencia frente a la pandemia (PELTRO) y las operaciones TLTRO III recalibradas, y también continuó realizando compras de activos en el marco del programa de compras de activos (APP). Como consecuencia de estas medidas, el balance del Eurosistema creció un 23 % (1,6 billones de euros) en 2021 y su tamaño alcanzó un nuevo máximo histórico de 8,6 billones de euros al cierre del ejercicio.

Al final de 2021, las partidas del activo relacionadas con la política monetaria en el balance del Eurosistema ascendían a 6,9 billones de euros. Estas partidas incluían préstamos concedidos a entidades de crédito de la zona del euro, que constituían el 26 % de los activos totales (la misma proporción que al cierre de 2020), y valores adquiridos con fines de política monetaria, que representaban alrededor del 55 % de los activos totales (frente al 53 % al final de 2020) (véase gráfico 2.4). El resto de activos financieros del balance eran principalmente activos en moneda extranjera y oro en poder del Eurosistema, y carteras denominadas en euros no relacionadas con operaciones de política monetaria.

En cuanto al pasivo, el importe total de las tenencias de reservas de las entidades de crédito y del recurso a la facilidad de depósito por parte de las entidades de contrapartida creció hasta situarse en 4,3 billones de euros (frente a 3,5 billones de euros al final de 2020) y al cierre de 2021 constituía el 50 % del pasivo (la misma proporción que al final de 2020). Los billetes en circulación aumentaron a un ritmo superior a la tendencia histórica de crecimiento hasta alcanzar los 1,5 billones de euros (1,4 billones de euros al cierre de 2020), y suponían el 18 % del pasivo al final de 2021 (21 % al final de 2020). Otros pasivos, incluidos el capital y las cuentas de revalorización, se elevaron hasta situarse en 2,7 billones de euros (2,1 billones de euros al final de 2020) y representaron el 32 % (29 % al cierre de 2020) de los pasivos totales (véase gráfico 2.4). El crecimiento de otros pasivos tuvo su origen principalmente en el aumento de los depósitos de las Administraciones Públicas, que pasaron de 516 mm de euros a 590 mm de euros, el 22 % de otros pasivos (25 % al final de 2020), y de la contrapartida de los derechos especiales de giro asignados por el Fondo Monetario Internacional, que aumentó hasta situarse en 179 mm de euros (55 mm de euros al final de 2020) y representó el 7 % de otros pasivos (3 % al cierre de 2020).

Gráfico 2.4

Evolución del balance consolidado del Eurosistema

(mm de euros)

Fuente: BCE.
Notas: Las cifras positivas se refieren a los activos y las negativas a los pasivos. La línea que muestra el exceso de liquidez se presenta como una cifra positiva, aunque se refiere a la suma de las siguientes partidas del pasivo: saldos en cuenta corriente por encima de las exigencias de reservas y recurso a la facilidad de depósito.

Con el fin de mejorar la transparencia del sistema de dos tramos para la remuneración de las reservas de las entidades de crédito, en julio de 2020, el BCE decidió publicar datos agregados del Eurosistema y datos nacionales, lo que también contribuye a comprender mejor la evolución de las tenencias de reservas, que constituyen la mayor partida del pasivo del balance del Eurosistema. En concreto, el Eurosistema publica las medias por países de las exigencias de reservas mínimas, de los saldos en cuentas corrientes y de los excesos de reservas durante los períodos de mantenimiento de reservas. También se publican periódicamente datos nacionales y del Eurosistema de los importes exentos permitidos correspondientes al sistema de dos tramos, de los excesos de reservas exentos y no exentos, y de los márgenes no utilizados del importe exento permitido.

Vencimiento de las carteras del APP y del PEPP, y distribución por categorías de activos y por jurisdicciones

Las compras de activos en el marco del APP y del PEPP continuaron en 2021

El APP está integrado por cuatro programas de compras de activos: el tercer programa de adquisiciones de bonos garantizados (CBPP3), el programa de compras de bonos de titulización de activos (ABSPP), el programa de compras de valores públicos (PSPP) y el programa de compras de bonos corporativos (CSPP). El PEPP se puso en marcha en 2020 en respuesta a la pandemia, y en él también se aceptan todas las categorías de activos admitidos en el APP. En 2021, el Eurosistema continuó realizando compras de activos en el marco del APP y del PEPP. Las adquisiciones se llevaron a cabo sin contratiempos, en sintonía con las condiciones vigentes en los mercados.

Al final de 2021, las tenencias de valores adquiridos en el marco del APP se cifraban en 3,1 billones de euros

Al final de 2021, las tenencias de valores adquiridos en el marco del APP se cifraban en 3,1 billones de euros (a coste amortizado). Al cierre de ese año, el PSPP constituía la mayor parte del APP con 2,5 billones de euros, es decir, el 80 % del total de los valores mantenidos en el marco del APP, la misma proporción que al final de 2020. En el PSPP, la asignación de las compras por jurisdicciones se determinó en función de la clave en el capital del BCE y sobre la base de las tenencias acumuladas. Además, algunos bancos centrales nacionales adquirieron valores emitidos por instituciones supranacionales de la UE, incluidos los bonos emitidos en 2021 para financiar el plan de recuperación Next Generation EU. El vencimiento medio ponderado de las tenencias de valores del PSPP era de 7,3 años al cierre de 2021, el mismo que al final de 2020, con algunas variaciones entre jurisdicciones. El ABSPP representaba el 1 % (28 mm de euros) del total de las tenencias de valores del APP al cierre del año, el CBPP3 el 9,5 % (298 mm de euros) y el CSPP el 10 % (310 mm de euros). Entre los programas de compras de activos del sector privado, el CSPP fue el que más contribuyó al aumento de las tenencias de valores del APP en 2021, con compras netas por importe de 61 mm de euros. En el CSPP y el CBPP3, las adquisiciones se efectúan basándose en una cartera de referencia que refleja la capitalización de mercado del universo de bonos corporativos y bonos garantizados admisibles, respectivamente.

Al final de 2021, las tenencias de valores adquiridos en el marco del PEPP ascendían a 1,6 billones de euros

Al final de 2021, las tenencias de valores adquiridos en el marco del PEPP ascendían a 1,6 billones de euros (a coste amortizado). Las tenencias de bonos garantizados representaban menos del 1 % (6 mm de euros) del total, las de activos del sector corporativo el 3 % (44 mm de euros) y las de valores públicos el 97 % (1.531 mm de euros).

En las adquisiciones de valores del sector público en el marco del PEPP, la referencia para la asignación entre jurisdicciones, basada en las tenencias acumuladas, es la clave de capital del BCE. Al mismo tiempo, las compras se llevaron a cabo con flexibilidad, lo que permitió que hubiera fluctuaciones en la distribución de los flujos de adquisición a lo largo del tiempo entre las distintas clases de activos y entre jurisdicciones. El vencimiento medio ponderado de las tenencias de valores del sector público del PEPP era de 7,6 años al final de 2021, con algunas diferencias de unas jurisdicciones a otras.

El Eurosistema reinvirtió los pagos de principal de los valores adquiridos en el APP y el PEPP a medida que fueron venciendo. Las amortizaciones de activos del sector privado ascendieron a 82 mm de euros en 2021, mientras que las de los valores del sector público realizadas en el contexto del PSPP y del PEPP se situaron en 362 mm de euros. Los activos adquiridos en el PSPP, el CSPP y el CBPP3 siguieron estando disponibles para operaciones de préstamo de valores, con el fin de respaldar la liquidez en los mercados de renta fija y de cesiones temporales (repos). Asimismo, los valores mantenidos en el PEPP están disponibles para operaciones de préstamo de valores en las mismas condiciones que en el APP. En noviembre de 2021, el Consejo de Gobierno incrementó hasta 150 mm de euros el límite de préstamo de valores con garantía en efectivo, reflejo del sustancial aumento de las tenencias de valores por parte del Eurosistema.

Evolución de las operaciones de financiación del Eurosistema

El saldo vivo de las operaciones de financiación del Eurosistema se situó en 2,2 billones de euros al final de 2021

El saldo vivo de las operaciones de financiación del Eurosistema registró un incremento de 409 mm de euros desde el final de 2020 y se situó en 2,2 billones de euros al cierre de 2021, reflejo del impacto neto de los 449 mm de euros adjudicados en las operaciones de la serie TLTRO III en 2021. Los reembolsos anticipados voluntarios por importe de 139 mm de euros de la serie TLTRO III y el vencimiento de 15,7 mm de euros de la serie TLTRO II y de 23,2 mm de euros de las PELTRO (excluido el importe adjudicado en 2021) tuvieron un impacto limitado en los saldos vivos totales. El vencimiento medio ponderado de las operaciones de financiación vivas del Eurosistema descendió y pasó de unos 2,4 años al final de 2020 a alrededor de 1,74 años al cierre de 2021.

Las medidas de flexibilización de los criterios de admisión de los activos de garantía del BCE

Las medidas de flexibilización de los criterios de admisión de los activos de garantía adoptadas por el Consejo de Gobierno en abril de 2020 continuaron aplicándose en 2021. Estas medidas incluyeron la ampliación de las modalidades de préstamos y créditos admitidos como garantía (incluidos los préstamos que se beneficien de los programas de avales adoptados en los países de la zona del euro en respuesta a la pandemia), una reducción de los recortes de valoración de los activos de garantía por un factor fijo del 20 %, el mantenimiento de la aceptación —en determinadas condiciones— de activos que cumplían los requisitos de calidad crediticia al comienzo de la pandemia, y una exención del cumplimiento del requisito de calidad crediticia mínima a los instrumentos de deuda negociables emitidos por la República Helénica. Estas medidas temporales, que se han prorrogado hasta junio de 2022, han seguido siendo un elemento fundamental de la respuesta de política monetaria del BCE a la pandemia.

Los activos negociables admitidos se situaron en 16,4 billones de euros al final de 2021

Los activos negociables admitidos como garantía aumentaron en 695 mm de euros y se situaron en 16,4 billones de euros al final de 2021 (véase gráfico 2.5). Este aumento es atribuible, en gran medida, a los valores emitidos por las administraciones centrales, que continuaron siendo la clase de activo más utilizada como garantía (8,9 billones de euros), seguidos de los bonos corporativos (1,8 billones de euros), los bonos bancarios garantizados (1,6 billones de euros) y los bonos bancarios no garantizados (1,6 billones de euros). Los valores emitidos por las administraciones regionales (598 mm de euros), los bonos de titulización (572 mm de euros) y otros activos negociables (1,2 billones de euros) representaron una proporción relativamente reducida.

Gráfico 2.5

Evolución de los activos de garantía negociables admitidos

(mm de euros)

Fuente: BCE.
Notas: Los valores de los activos de garantía se expresan en términos nominales. Se muestran las medias de los datos de fin de mes para cada período.

El importe de los activos de garantía movilizados alcanzó los 2,8 billones de euros al final de 2021

El importe de los activos de garantía movilizados aumentó en 243 mm de euros en 2021 y alcanzó un nivel de 2,8 billones de euros al final del año (véase gráfico 2.6). Este crecimiento estuvo determinado principalmente por los préstamos y créditos (que se situaron en 915 mm de euros), los bonos bancarios garantizados (718 mm de euros), los valores emitidos por las administraciones centrales (435 mm de euros) y los bonos de titulización (406 mm de euros). Los bonos bancarios no garantizados (141 mm de euros), los valores emitidos por las administraciones regionales (88 mm de euros) y los bonos corporativos (77 mm de euros) representaron una proporción menor del total de activos de garantía movilizados.

Gráfico 2.6

Evolución de los activos de garantía movilizados

(mm de euros)

Fuente: BCE.
Notas: Desde el primer trimestre de 2013, los «activos no negociables» se han dividido en «préstamos y créditos» y en «depósitos a plazo y a la vista». En el caso de los activos de garantía se muestran las medias de los datos de fin de mes para cada período, y los importes son los obtenidos después de la valoración y de la aplicación de los recortes de valoración. Para el crédito vivo se utilizan datos diarios.

2.3 Riesgos financieros asociados al APP y al PEPP

Como se ha explicado anteriormente, las compras netas efectuadas en el marco del APP se realizaron con el objetivo de reforzar el impacto acomodaticio de los tipos de interés oficiales del BCE. El APP se complementó con el PEPP con el fin de contrarrestar los graves riesgos para el mecanismo de transmisión de la política monetaria y para las perspectivas de la economía de la zona del euro derivados de la pandemia de COVID-19.

La eficiencia en términos de riesgo es un principio fundamental de la función de gestión de riesgos del Eurosistema

Al igual que otros instrumentos de política monetaria, las compras simples de activos realizadas en el marco del APP y del PEPP conllevan riesgos financieros de cuya gestión y control se ocupa el Eurosistema. Cuando existen varias maneras de implementar la política monetaria, la función de gestión de riesgos del Eurosistema trata de lograr la eficiencia en términos de riesgo, es decir, alcanzar los objetivos de política monetaria con la menor cantidad de riesgo posible para el Eurosistema[21].

En el APP y el PEPP se aplican marcos específicos de control de riesgos

En el APP y el PEPP se establecieron marcos específicos de control de riesgos que tienen en cuenta los objetivos de política monetaria de los programas y las características y los perfiles de riesgo de las diferentes categorías de activos adquiridos. Ambos marcos están integrados por criterios de admisión, sistemas de evaluación del riesgo de crédito y procedimientos de diligencia debida, sistemas de valoración, carteras de referencia y límites. Estos marcos se aplican a las adquisiciones de activos, a la reinversión del principal de los valores que van venciendo y a las tenencias de valores adquiridos mientras estén en el balance del Eurosistema.

Los marcos de control de riesgos no solo mitigan los riesgos financieros, sino que también contribuyen a la consecución de los objetivos de política monetaria dirigiendo las compras de activos, tanto como sea posible en consonancia con los objetivos establecidos, hacia una asignación diversificada y neutral para el mercado. Además, al diseñar los marcos de control de riesgos se tienen en cuenta riesgos no financieros como los riesgos legales, operacionales y reputacionales.

En esta sección se describen los marcos actuales de control de los riesgos financieros que rigen la ejecución del APP y del PEPP[22]. En el cuadro 2.1 se presenta un resumen de los principales elementos de los marcos.

Cuadro 2.1

Principales elementos de los marcos de control de riesgos del APP y del PEPP

Fuente: BCE.
Notas: ABS se refiere a los bonos de titulización de activos, CAC a las cláusulas de acción colectiva y CQS al nivel o categoría de calidad crediticia en la escala de calificación armonizada del Eurosistema (véase la página sobre sistema de evaluación del crédito del Eurosistema en el sitio web del BCE).
1) Los ABS con calificación inferior a la categoría 2 de calidad crediticia deben cumplir requisitos adicionales, entre ellos, los siguientes: i) no pueden utilizarse préstamos dudosos para respaldar el ABS en el momento de la emisión ni añadirse durante la vida del ABS; ii) los activos que generan flujos financieros que respaldan los ABS no deben estar estructurados, sindicados o apalancados, y iii) deben contener disposiciones que garanticen la continuidad del servicio de administración de los activos titulizados.
2) Véase la página sobre aspectos de implementación del programa de compras de valores públicos (PSPP) en el sitio web del BCE.

Criterios de admisión en las compras simples de activos

Los criterios de admisión se aplican a todas las categorías de activos

En principio, en las compras efectuadas en el marco del APP y del PEPP únicamente son admisibles activos negociables aceptados como garantía en las operaciones de crédito del Eurosistema. Los criterios de admisión de los activos de garantía en dichas operaciones están establecidos en el marco general de instrumentos de política monetaria.

Para poder ser adquiridos en el APP y el PEPP, los activos deben cumplir criterios de alta calidad crediticia, en concreto, han de tener al menos una calificación crediticia[23] otorgada por una agencia externa de evaluación de crédito (ECAI, por sus siglas en inglés) aceptada en el sistema de evaluación del crédito del Eurosistema (ECAF, por sus siglas en inglés) que corresponda a la categoría 3 de calidad crediticia en la escala de calificación armonizada del Eurosistema o a una categoría superior (categorías 1 y 2 de calidad crediticia). En el caso de los instrumentos de deuda negociables emitidos por la República Helénica, se ha concedido una exención temporal del cumplimiento de este requisito aplicable a las compras que se realicen en el marco del PEPP[24]. Asimismo, los activos han de estar denominados en euros y deben emitirse y liquidarse en la zona del euro.

Además de los criterios de admisión anteriormente indicados, se aplican otros criterios específicos en función del programa de compras. Por ejemplo, en el PSPP, el CSPP y el PEPP existen restricciones al vencimiento mínimo y máximo. En el caso del CSPP, no pueden adquirirse activos emitidos por entidades de crédito o por emisores cuya matriz sea una entidad de crédito. Asimismo, en el CSPP, el CBPP3 y el ABSPP, los activos emitidos por entidades de liquidación ordenada y por sociedades de gestión de activos quedan excluidos de las compras. En el CBPP3, los valores deben cumplir las condiciones para su aceptación como activos de garantía de uso propio en las operaciones de crédito del Eurosistema, es decir, pueden ser utilizados como garantía por la entidad de crédito emisora[25]. En el caso de los bonos de titulización de activos, los deudores de los respectivos activos deben estar ubicados principalmente en la zona del euro.

Evaluaciones del riesgo de crédito y procedimientos de diligencia debida

Se llevan a cabo de forma continuada evaluaciones del riesgo de crédito y procedimientos de diligencia debida

En las compras de bonos de titulización de activos, bonos garantizados y bonos corporativos efectuadas en el APP y el PEPP, el Eurosistema lleva a cabo de forma continuada evaluaciones del riesgo de crédito y procedimientos de diligencia debida adecuados en relación con el conjunto de valores susceptibles de ser adquiridos, y realiza un seguimiento empleando diversos indicadores de riesgo. Estas evaluaciones y procedimientos siguen el principio de proporcionalidad, según el cual los activos de mayor riesgo se someten a un análisis más exhaustivo. En caso necesario pueden aplicarse medidas adicionales de gestión de los riesgos, también sujetas al principio de proporcionalidad, en concreto, limitaciones o la suspensión de las compras y, en casos extraordinarios, incluso ventas de activos, que requieren una valoración caso por caso por parte del Consejo de Gobierno. El BCE tiene en cuenta los riesgos climáticos relevantes en los procedimientos de diligencia debida de sus compras de bonos corporativos en el marco del APP y el PEPP.

Sistemas de valoración

Los sistemas de valoración garantizan que las compras de activos se realicen a precios de mercado

Los sistemas de valoración del APP y del PEPP garantizan que las compras de activos se realicen a precios de mercado, con el fin de minimizar las distorsiones en los mercados y contribuir a alcanzar la eficiencia en la gestión de riesgos. Estos sistemas tienen en cuenta los precios de mercado disponibles, la calidad de los precios y los valores razonables. También se llevan a cabo comprobaciones ex post para determinar si los precios de las operaciones a los que se realizaron las compras reflejaban los precios de mercado en la fecha de las operaciones.

En todos los programas de compras de activos se pueden adquirir instrumentos de deuda con rentabilidad negativa a vencimiento, incluidos, en la medida en que sea necesario, aquellos con rendimientos inferiores al tipo de interés de la facilidad de depósito.

Carteras de referencia

Se utilizan carteras de referencia para asegurar la diversificación

Se utilizan carteras de referencia para asegurar la diversificación y contribuir a mitigar los riesgos. En las compras de bonos garantizados y bonos corporativos, la composición de estas carteras se guía por la capitalización de mercado del conjunto de activos que pueden adquirirse, es decir, los saldos vivos nominales de los activos admisibles. En el caso de los valores del sector público adquiridos en el marco del PSPP y el PEPP, la clave de capital del BCE orienta la asignación de las compras entre las distintas jurisdicciones sobre la base de las tenencias acumuladas. Las compras efectuadas en el contexto del PEPP se llevan a cabo con flexibilidad, lo que permite que haya fluctuaciones en la distribución de los flujos de adquisición a lo largo del tiempo, entre las distintas categorías de activos y entre jurisdicciones.

Límites

Los límites por emisión y por emisor son una herramienta eficaz para limitar la concentración de riesgos

En el APP se aplican marcos de límites. La calibración de los límites por emisión y por emisor tiene en cuenta consideraciones de política monetaria, operacionales, legales y relativas a la gestión de los riesgos. Los límites se ajustan en función de la categoría de activos, diferenciando entre activos del sector público y del sector privado. Al anunciar el PEPP, el Consejo de Gobierno indicó que en la medida en que algunos de los límites autoimpuestos pudieran obstaculizar las actuaciones que el Eurosistema debe llevar a cabo para cumplir su mandato, el Consejo de Gobierno consideraría revisarlos, en la medida necesaria, con el fin de que sus actuaciones resulten proporcionadas a los riesgos que afronta.

En el PSPP se aplican límites por emisión y por emisor para salvaguardar el correcto funcionamiento de los mercados y la formación de precios, garantizar la proporcionalidad, limitar la concentración de riesgos y velar por que el Eurosistema no se convierta en el principal acreedor de los Gobiernos de los países de la zona del euro. En el caso de la deuda supranacional admisible en el PSPP, el límite por emisión es el 50 % del saldo vivo de los valores emitidos. Para los demás valores admitidos en este programa, el límite por emisión se ha fijado en el 33 %, sujeto a una verificación, caso por caso, de que las compras no conduzcan a una situación en la que el Eurosistema tenga una minoría de bloqueo a efectos de las cláusulas de acción colectiva. En caso contrario, el límite por emisión es el 25 %. Para los valores emitidos por instituciones supranacionales, el límite por emisor se ha fijado en el 50 % del saldo vivo de los activos admisibles emitidos por la institución respectiva y, para los demás emisores admisibles, en el 33 %.

En el caso del ABSPP, el CBPP3 y el CSPP, el límite por emisión a las tenencias del Eurosistema es el 70 %. En el CSPP se aplican límites por emisión más bajos en casos específicos, por ejemplo, a los valores emitidos por empresas públicas, que reciben un tratamiento coherente con el aplicado en el PSPP. Aparte de los límites por emisión, en el CBPP3 y el CSPP se aplican límites por emisor. En el CSPP, estos límites se definen con arreglo a una cartera de referencia basada en la capitalización de mercado del grupo emisor, con el fin de garantizar la diversificación en la asignación de las adquisiciones. Además, se pueden aplicar límites más bajos si se considera necesario en función del resultado de la evaluación del riesgo de crédito y de los procedimientos de diligencia debida.

2.4 La nueva estrategia de política monetaria del BCE

Tras una revisión exhaustiva, el BCE publicó su nueva estrategia de política monetaria el 8 de julio de 2021. En la revisión se tuvieron en cuenta los profundos retos estructurales que han afrontado la economía de la zona del euro y la economía mundial desde la última revisión de la estrategia, en 2003. Uno de estos retos ha sido el aumento del riesgo de que los tipos de interés oficiales del BCE se vean restringidos por el límite inferior efectivo. Para cumplir su mandato de estabilidad de precios, el Consejo de Gobierno adoptó un objetivo de inflación simétrico del 2 %, que habrá de mantenerse a medio plazo, y subrayó que las desviaciones positivas y negativas de ese objetivo eran igualmente indeseables. Para mantener la simetría de su objetivo de inflación, el Consejo de Gobierno reconoció la importancia de tomar en consideración las implicaciones del límite inferior efectivo. En particular, cuando los tipos de interés se encuentran cercanos al límite inferior, son necesarias medidas de política monetaria especialmente contundentes o persistentes para evitar que se afiancen las desviaciones negativas del objetivo de inflación. Esto también puede implicar un período transitorio en el que la inflación se sitúe moderadamente por encima del objetivo. El Consejo de Gobierno señaló que el instrumento de política monetaria principal es el conjunto de tipos de interés oficiales del BCE. En reconocimiento del límite inferior efectivo de los tipos oficiales, confirmó que también utilizará, en especial, las indicaciones sobre la orientación futura de la política monetaria (forward guidance), las compras de activos y las operaciones de financiación a plazo más largo, según proceda. Además, el Consejo de Gobierno considerará, en su caso, nuevos instrumentos de política monetaria para lograr su objetivo de estabilidad de precios. Asimismo, confirmó que seguiría usando el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) como indicador de la estabilidad de precios y recomendó una hoja de ruta para que Eurostat incluyera los costes de la vivienda en régimen de propiedad en este índice. El Consejo de Gobierno indicó que basaría sus decisiones de política monetaria en una evaluación integral de todos los factores relevantes, apoyada tanto en el análisis económico como en el análisis monetario y financiero, e incluiría una evaluación de la proporcionalidad de sus decisiones y de los posibles efectos indirectos. Sin perjuicio de la estabilidad de precios, en sus decisiones de política monetaria, el Consejo de Gobierno tiene en cuenta otras consideraciones relevantes para la ejecución de dicha política. En este contexto se comprometió a asegurar que, en el marco del mandato del BCE, el Eurosistema tendrá plenamente en cuenta las implicaciones del cambio climático y de la transición hacia una economía baja en carbono. La comunicación de las decisiones de política monetaria se adaptó para reflejar la estrategia de política monetaria revisada[26]. Por último, el Consejo de Gobierno afirmó que tiene intención de evaluar periódicamente la idoneidad de su estrategia de política monetaria y que prevé realizar la siguiente evaluación en 2025.

El objetivo de estabilidad de precios: pasado y presente

Evolución de la estrategia de política monetaria del BCE desde 1998

El Consejo de Gobierno adoptó su primera estrategia de política monetaria en 1998 y definió la estabilidad de precios como «un incremento interanual del Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) inferior al 2 %». La adopción de un techo del 2 % para la inflación estaba justificado en esos momentos por los altos niveles de inflación registrados en las décadas anteriores. La estrategia se revisó en 2003, cuando el Consejo de Gobierno matizó la definición de estabilidad de precios, aclarando que su objetivo era una tasa de inflación inferior, aunque próxima, al 2 %. Esta aclaración estuvo motivada por el compromiso del BCE de proporcionar un margen de seguridad suficiente frente a los riesgos de deflación a través de un impacto positivo en el nivel tendencial de los tipos de interés nominales, al tiempo que abordaba la posible existencia de un sesgo de medición en el IAPC y las implicaciones de los diferenciales de inflación dentro de la zona del euro. En la estrategia de los primeros años también se especificaba que los precios deberían estabilizarse a medio plazo y que el análisis de los riesgos para la estabilidad de precios se basaría en dos pilares: el «análisis económico» y el «análisis monetario».

La revisión exhaustiva de la estrategia de política monetaria llevada a cabo en 2020-2021 puso de manifiesto que la inflación persistentemente baja observada en la década pasada tuvo su origen en factores relacionados entre sí. Al contrario de lo que ocurrió en la primera década de la zona del euro, las perturbaciones de inflación fueron de naturaleza principalmente desinflacionaria, debido a la crisis financiera global y sus secuelas. Ante la caída del tipo de interés real de equilibrio —el tipo de interés real que mantiene la tasa de inflación situada en su objetivo y la economía operando a su nivel potencial— en la zona del euro (y en todo el mundo), no era fácil contrarrestar estas perturbaciones con una política de tipos de interés. La situación de baja inflación prolongada también contribuyó a reducir las expectativas de inflación, que podrían haber pasado a estar menos ancladas al objetivo de inflación del BCE.

Tras la revisión de la estrategia en 2020-2021, el Consejo de Gobierno adoptó un objetivo de inflación simétrico del 2 % a medio plazo. Este objetivo proporciona un ancla clara para las expectativas de inflación, lo cual es fundamental para mantener la estabilidad de precios. En la revisión se determinó que un objetivo numérico específico suele dar mejores resultados que un rango a la hora de estabilizar la inflación, en parte por su simplicidad[27]. En la anterior formulación de la estrategia, el límite máximo de ese rango estaba claramente establecido en el 2 %, mientras que el valor numérico del límite inferior no estaba especificado. Esto podría haber llevado a pensar que el BCE reacciona con más contundencia ante desviaciones al alza de la inflación, ya que estas estarían claramente fuera del rango.

El Consejo de Gobierno confirmó la orientación a medio plazo de la política monetaria. Esta orientación tiene en cuenta que la transmisión de la política monetaria a la economía y a la inflación está sujeta a desfases largos y variables que hacen inevitable que la inflación se desvíe temporalmente de su objetivo. La orientación a medio plazo proporciona la flexibilidad necesaria para no tener en cuenta perturbaciones transitorias que podrían desaparecer por sí mismas, con lo que se evita una volatilidad innecesaria en la actividad económica y en el empleo.

El Consejo de Gobierno subrayó que las desviaciones negativas y positivas respecto del objetivo de inflación eran igualmente indeseables, es decir, que el objetivo es simétrico. Con todo, el límite inferior de los tipos de interés puede crear asimetrías en la consecución de la estabilidad de precios, porque el banco central tiene menos margen para responder a desviaciones a la baja de la inflación con respecto al objetivo que a desviaciones al alza. Por lo tanto, el compromiso con el objetivo de inflación simétrico requiere medidas de política monetaria especialmente contundentes o persistentes para dar respuesta a las perturbaciones desinflacionarias cuando los tipos de interés se aproximan al límite inferior, con el fin de evitar que se afiancen las desviaciones negativas del objetivo de inflación. Esto también puede implicar un período transitorio en el que la inflación se sitúe moderadamente por encima del objetivo.

Las medidas no convencionales han sido eficaces para relajar las condiciones de financiación y sostener el crecimiento económico, el empleo y la inflación

El principal instrumento de política monetaria es el conjunto de tipos de interés oficiales del BCE. No obstante, como consecuencia de la caída de los tipos de interés reales de equilibrio en las últimas décadas, los bancos centrales de todo el mundo han recurrido a medidas de política monetaria no convencionales para dirigir la inflación hacia sus objetivos. Por ello, una parte de la revisión de la estrategia también consistió en analizar la efectividad de estas medidas. En la revisión se determinó que todos los instrumentos no convencionales (incluidos los tipos de interés negativos, la forward guidance, las compras de activos y las operaciones de financiación a plazo más largo) habían sido eficaces para elevar el producto, el empleo y la inflación. Se comprobó que las medidas se han reforzado entre sí, ya que cada una de ellas puede afectar de manera ligeramente distinta a la economía y a los mercados financieros[28]. En la revisión también se llegó a la conclusión de que las medidas habían sido proporcionadas, teniendo en cuenta los posibles efectos indirectos sobre el sistema financiero o la economía real.

La medición de los precios se seguirá mejorando con la inclusión de los costes de la vivienda en régimen de propiedad

El Consejo de Gobierno confirmó que el IAPC sigue siendo el indicador de precios adecuado para evaluar la consecución del objetivo de estabilidad de precios. Aunque este objetivo se cuantifica en términos de la inflación general —que es la medida más amplia de la cesta de consumo de los hogares—, se continuará realizando un seguimiento de una amplia gama de indicadores de la inflación subyacente que excluyen los componentes más volátiles. En la revisión de la estrategia se identificó cierto margen de mejora en la medición de los precios[29]. En concreto, el Consejo de Gobierno reconoció que, con la inclusión en el IAPC de los costes relacionados con la vivienda en régimen de propiedad, este índice representaría mejor la tasa de inflación que es relevante para los hogares. Por ello, el BCE ha recomendado una hoja de ruta a Eurostat y a los institutos nacionales de estadística para que incorporen estos costes en dicho índice. El Consejo de Gobierno admitió que este proyecto podría llevar varios años y, mientras tanto, tendrá en cuenta otras medidas de inflación que incorporen estimaciones iniciales del coste de la vivienda en régimen de propiedad para complementar el conjunto más amplio de medidas de inflación.

Otras consideraciones relevantes para la consecución de la estabilidad de precios

Aunque el objetivo primordial del Eurosistema es mantener la estabilidad de precios, el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea le encomienda, sin perjuicio de este objetivo, que apoye las políticas económicas generales de la UE con el fin de contribuir a la consecución de los objetivos de la UE. Estos objetivos incluyen un crecimiento económico equilibrado, una economía social de mercado altamente competitiva tendente al pleno empleo y al progreso social, y un nivel elevado de protección y mejora de la calidad del medio ambiente. El Eurosistema también contribuirá a la buena gestión de las políticas que lleven a cabo las autoridades competentes con respecto a la supervisión prudencial de las entidades de crédito y a la estabilidad del sistema financiero.

El pleno empleo y la estabilidad de precios son, en cierta medida, objetivos consistentes entre sí. Cuando la inflación y el empleo se mueven en la misma dirección, la política monetaria puede estabilizar la inflación sin afectar negativamente al empleo. No obstante, puede haber situaciones en las que la inflación y el empleo evolucionen temporalmente en direcciones opuestas, y en las que un endurecimiento de la política monetaria para contrarrestar el aumento de la inflación provocaría una caída adicional del empleo. Una política monetaria con una orientación a medio plazo evita reaccionar ante estas situaciones transitorias y evita la volatilidad en la actividad económica y en el empleo. En cuanto a la decisión de tener en cuenta consideraciones relacionadas con el producto y el empleo, el Consejo de Gobierno subrayó la importancia de prestar atención a diversas variables y a los efectos distributivos de la política monetaria[30].

Las deliberaciones sobre política monetaria mejoran al tener en cuenta los riesgos para la estabilidad financiera

La estabilidad financiera es una condición indispensable para la estabilidad de precios, y viceversa. En situaciones de tensión en los mercados financieros, las medidas de política monetaria dirigidas a mantener la estabilidad de precios suelen ayudar a restablecer la estabilidad financiera abordando las disfunciones en el mecanismo de transmisión de la política monetaria y evitando efectos de retroalimentación negativos en el entorno macrofinanciero, así como fenómenos de deuda-deflación. En relación con el aumento de los riesgos para la estabilidad financiera, las políticas macro- y microprudenciales constituyen la primera línea de defensa. En muchos casos, las políticas macroprudenciales y la política monetaria son complementarias. Por ejemplo, las políticas macroprudenciales que evitan la acumulación de desequilibrios reducen la probabilidad de que se produzcan crisis financieras en el futuro con repercusiones negativas para la estabilidad de precios. La política monetaria también puede afectar a los riesgos para la estabilidad financiera. Por un lado, una política monetaria acomodaticia puede reducir el riesgo de crédito impulsando los niveles de actividad y la dinámica de la inflación, pero, por otro, puede propiciar un incremento del apalancamiento o aumentar la sensibilidad de los precios de los activos. En las fases de endurecimiento de la política monetaria son aplicables argumentos simétricos.

En vista de los riesgos para la estabilidad de precios que generan las crisis financieras, es evidente que existe un argumento sólido para que el BCE considere la estabilidad financiera en sus deliberaciones sobre política monetaria. Esto refleja las limitaciones de la política macroprudencial en las distintas fases del ciclo financiero, las interacciones entre la política macroprudencial y la política monetaria, y los posibles efectos indirectos de esta última en la estabilidad financiera. Al mismo tiempo, es importante evitar la percepción errónea de que la política monetaria es responsable de garantizar la estabilidad financiera. El Consejo de Gobierno no aplica de manera sistemática políticas consistentes en «intervenir en contra de la tendencia» (en las que la orientación de la política monetaria se endurece invariablemente cuando se acumulan riesgos sistémicos) o en «sanear» (en las que dicha política se relaja siempre que se materializan riesgos sistémicos). En su lugar, adopta un enfoque flexible al tener en cuenta consideraciones de estabilidad financiera. La reacción de la política monetaria ante preocupaciones relacionadas con la estabilidad financiera dependerá de las circunstancias del momento y se guiará por las implicaciones para la estabilidad de precios a medio plazo. A tal fin, la preparación de las deliberaciones sobre política monetaria se refuerza con la incorporación de información adicional sobre consideraciones de estabilidad financiera[31].

Plan de actuación para incluir consideraciones climáticas en las operaciones de política monetaria

La nueva estrategia de política monetaria toma en consideración el cambio climático. El cambio climático puede afectar a la ejecución de la política monetaria a través de su impacto en la estructura y en la dinámica cíclica de la economía y del sistema financiero[32]. En el marco de su mandato, el Consejo de Gobierno se ha comprometido a asegurar que el Eurosistema tenga plenamente en cuenta, en línea con las metas y objetivos climáticos de la UE, las implicaciones del cambio climático y de la transición hacia una economía baja en carbono para la política monetaria y la actividad de banca central. Por tanto, se ha comprometido con un ambicioso plan de actuación climática. Este plan comporta la ampliación de las capacidades analíticas y el desarrollo de nuevos indicadores estadísticos para comprender mejor el impacto macroeconómico del cambio climático. Además, el Consejo de Gobierno adaptará el diseño de su marco operativo de la política monetaria en lo referente a la divulgación de información, la evaluación de riesgos, las compras de activos del sector empresarial y el sistema de activos de garantía.

Rediseño del marco analítico y de la comunicación

Integración del análisis económico y el análisis monetario y financiero

En el pasado, el BCE basaba su análisis de los riesgos para la estabilidad de precios en dos «pilares» distintos: el «análisis económico» y el «análisis monetario». Ambos análisis se contrastaban entre sí para realizar una evaluación global. La nueva estrategia reconoce las ventajas de contar con dos áreas de análisis especializadas, pero también el valor de integrar el análisis, en vista de los múltiples canales de retroalimentación de los ámbitos monetario y financiero a la economía en su conjunto, y viceversa. El análisis económico comprende la evolución a corto plazo del crecimiento económico, el empleo y la inflación; las proyecciones de los expertos del Eurosistema y del BCE sobre variables macroeconómicas fundamentales a medio plazo, y una amplia evaluación de los riesgos para el crecimiento económico y la estabilidad de precios. El análisis monetario y financiero, que evolucionó ante los retos que se plantearon durante la crisis financiera global y posteriormente, asigna un papel importante al estudio de los indicadores monetarios y financieros, y centra la atención en el mecanismo de transmisión de la política monetaria, en particular a través de los canales crediticio, de préstamos bancarios, de asunción de riesgos y del precio de los activos. El Consejo de Gobierno basa sus decisiones de política monetaria —incluida la evaluación de la proporcionalidad de sus decisiones y de los posibles efectos indirectos— en esta evaluación integral.

Comunicación más orientada al público en general

Por último, el Consejo de Gobierno decidió que la comunicación de las decisiones de política monetaria a través de la declaración de política monetaria, la conferencia de prensa, el Boletín Económico y las reseñas de política monetaria se adaptaría para reflejar la nueva estrategia de política monetaria. Estos productos se complementarán con versiones en varios niveles y con elementos visuales de la comunicación de la política monetaria dirigidas al público en general, una iniciativa esencial para asegurar que los ciudadanos entiendan y confíen en las actuaciones del BCE. El Consejo de Gobierno también señaló que, tras el éxito de los encuentros para escuchar al público[33] celebrados durante la revisión de la estrategia, tiene la intención de hacer que las actividades de divulgación se conviertan en una característica estructural de la interacción del Eurosistema con los ciudadanos[34].

Recuadro 2
El plan de actuación frente al cambio climático del BCE

La lucha contra el cambio climático es un reto mundial y una prioridad política urgente para la Unión Europea. Aunque los Gobiernos y los parlamentos son los principales responsables de actuar frente al cambio climático y cuentan con herramientas más potentes para ello, el BCE reconoce plenamente, dentro de su mandato y su ámbito de competencia, la necesidad de seguir incorporando consideraciones climáticas en su marco de política monetaria. El Eurosistema ha de tener en cuenta el impacto del cambio climático y de la transición hacia una economía más sostenible para cumplir su objetivo principal de mantener la estabilidad de precios. Además, los riesgos relacionados con el clima no solo afectan a las perspectivas de estabilidad de precios, a través de su impacto en los indicadores macroeconómicos y en la transmisión de la política monetaria, sino que también pueden incidir en el valor y el perfil de riesgo de los activos que el Eurosistema mantiene en su balance. Asimismo, en consonancia con su objetivo secundario, el Eurosistema ha de apoyar las políticas económicas generales de la Unión Europea, sin perjuicio del objetivo de estabilidad de precios. En vista de su importancia para la política monetaria, el cambio climático ocupó un lugar destacado en la revisión de la estrategia de política monetaria que el BCE llevó a cabo en 2020 y 2021.

Una vez concluida esa revisión, el BCE publicó un amplio plan de actuación frente al cambio climático junto con una hoja de ruta detallada para incorporar consideraciones climáticas en su marco de política monetaria. El Consejo de Gobierno se comprometió a actuar en los seis ámbitos siguientes: i) modelización macroeconómica y evaluación de las implicaciones para la transmisión de la política monetaria, ii) datos estadísticos para análisis de riesgos relacionados con el cambio climático, iii) requisitos de divulgación de información, iv) mejora de las capacidades de evaluación de riesgos, v) sistema de activos de garantía y vi) compras de activos del sector empresarial. El plan de actuación se ejecutará en paralelo a la implementación de las políticas e iniciativas de la UE en materia de divulgación y presentación de información sobre sostenibilidad ambiental y otra legislación pertinente de la UE.

En lo que respecta a la modelización macroeconómica y la evaluación de las implicaciones para la transmisión de la política monetaria, el BCE seguirá ampliando su capacidad analítica en el área de los modelos macroeconómicos para tener en consideración las implicaciones del cambio climático y de las políticas al respecto para la economía, el sistema financiero y la transmisión de la política monetaria. Asimismo, integrará los riesgos relacionados con el clima en las proyecciones macroeconómicas elaboradas por los expertos del BCE/Eurosistema para la zona del euro con el fin de evaluar su impacto en la economía.

En el ámbito estadístico, el BCE desarrollará nuevos indicadores para análisis de riesgos relacionados con el cambio climático en tres categorías principales: instrumentos financieros verdes, exposiciones de entidades financieras a riesgos físicos relacionados con el clima y la huella de carbono de las carteras de las entidades financieras. Estos indicadores experimentales estarán disponibles antes de que concluya 2022 y posteriormente se mejorarán de forma progresiva en función de los avances en la disponibilidad y la armonización de los datos (véase la sección 7.2 para más información).

Con respecto a las operaciones de política monetaria, el BCE anunciará en 2022 un plan detallado para introducir requisitos de divulgación de información de sostenibilidad ambiental para los activos del sector privado como nuevo criterio de admisión o como base para un tratamiento diferenciado a efectos de su presentación como activos de garantía y de las compras de activos. Tales requisitos, que se ajustarán a la normativa de la UE, promoverán prácticas de divulgación de información más coherentes en el mercado y mantendrán la proporcionalidad mediante la adaptación de los requisitos a las pequeñas y medianas empresas.

El BCE también mejorará sus capacidades de evaluación de riesgos asociados al cambio climático. Mediante pruebas de resistencia climática del balance del Eurosistema se evaluará su exposición a los riesgos relacionados con el cambio climático, empezando con una primera prueba de resistencia piloto en 2022 y utilizando la metodología de la prueba de resistencia climática del conjunto de la economía desarrollada por el BCE. Asimismo, el BCE evaluará si las agencias de calificación crediticia admitidas en el sistema de evaluación del crédito del Eurosistema divulgan la información necesaria para mostrar cómo incorporan los riesgos climáticos en sus calificaciones crediticias. Además, el BCE considerará desarrollar criterios mínimos para la inclusión de los riesgos climáticos en sus calificaciones internas.

En cuanto al sistema de activos de garantía, el BCE tiene en cuenta consideraciones climáticas cuando revisa los marcos de valoración y control de riesgos de los activos de garantía que las entidades de contrapartida pueden aportar en las operaciones de crédito del Eurosistema. El BCE también continuará vigilando cambios estructurales en los mercados en relación con los productos sostenibles con el fin de apoyar la innovación en materia de finanzas sostenibles en el marco de su mandato. Desde principios de 2021, el BCE ha aceptado, por ejemplo, bonos vinculados a criterios de sostenibilidad como activos de garantía.

Por lo que se refiere a las compras de activos del sector empresarial, el BCE ya tiene en cuenta riesgos relacionados con el cambio climático en los procedimientos de diligencia debida de sus compras de este tipo de activos. Asimismo, el BCE adaptará el marco de asignación de compras de bonos corporativos para incorporar criterios climáticos, con arreglo a su mandato. Estos criterios incluirán el alineamiento de los emisores con, como mínimo, la legislación de la UE que implemente el Acuerdo de París a través de métricas relacionadas con el cambio climático o su compromiso con tales objetivos. Además, en el primer trimestre de 2023, el BCE comenzará a divulgar información sobre el clima en relación con el programa de compras de bonos corporativos (CSPP).

El BCE realizará un estrecho seguimiento de los progresos de estas actividades y comunicará los hitos importantes al público. El centro sobre el cambio climático del BCE creado recientemente desempeñará un papel destacado en la coordinación de las actividades en el seno de la institución (véase recuadro 13).

Recuadro 3
Innovación en la comunicación de la política monetaria

En 2021 se abrió un nuevo capítulo en la comunicación de la política monetaria del BCE. Como consecuencia de la revisión de su estrategia, el BCE modernizó la forma en que presenta y explica la política monetaria tanto a una audiencia experta como al público en general. Con estas innovaciones —fruto de un esfuerzo conjunto del Eurosistema, con aportaciones de expertos de los distintos bancos centrales nacionales—, el BCE ha dado respuesta a una demanda creciente de información sobre sus políticas y herramientas que sea más accesible, especialmente para el público no experto. Los comentarios recibidos durante los eventos de la serie «El BCE te escucha» y otros encuentros para escuchar al público celebrados por bancos centrales nacionales, que se organizaron en el contexto de la revisión de la estrategia, pusieron claramente de manifiesto que los ciudadanos quieren que el BCE utilice un lenguaje más comprensible y explique mejor por qué su política es importante para la vida cotidiana de todos. De la evidencia se desprende también que incluso los expertos encuentran más atractivos los textos concisos y sin tecnicismos.

Una declaración de política monetaria con un nuevo estilo

Desde julio de 2021, una nueva «declaración de política monetaria» sustituye al «comunicado preliminar» como herramienta fundamental para comunicar las decisiones de política monetaria. Esta nueva declaración es más breve, utiliza un lenguaje más accesible y sigue una línea argumental más clara. Describe cómo la valoración que el Consejo de Gobierno hace de la economía motiva la elección de políticas por parte del BCE, y explica lo que trata de lograrse con esas medidas.

Como muestra el gráfico A, la nueva declaración de política monetaria representa un cambio sustancial en los esfuerzos desplegados por el BCE para hacer su política más comprensible. Las medidas convencionales de legibilidad indican que la nueva declaración es mucho menos compleja y que ya no hacen falta unos catorce años de formación reglada, es decir, un grado universitario, para entender el texto.

Gráfico A

Complejidad de las declaraciones de política monetaria del BCE

Fuente: Datos actualizados (febrero de 2022) a partir del análisis en G. Coenen et al., «Communication of monetary policy in unconventional times», Working Paper Series, n.º 2080, BCE, junio de 2017.
Notas: El gráfico muestra la longitud y complejidad de los comunicados preliminares/las declaraciones de política monetaria del BCE. La longitud se mide por el número de palabras (indicado por el tamaño del círculo). La dificultad del lenguaje empleado se mide utilizando la escala (Grade Level score) de Flesch-Kincaid, que indica el número de años de formación reglada necesarios para comprender el texto, en función de la longitud de sus frases y palabras. La línea vertical discontinua indica la conclusión de la revisión de la estrategia del BCE llevada a cabo en 2020 y 2021.

«Nuestra declaración de política monetaria en síntesis»

Una innovación concreta en la comunicación de las decisiones de política monetaria del BCE es la visualización de la declaración de política monetaria por medio de la infografía «Nuestra declaración de política monetaria en síntesis». Este novedoso producto —disponible en todas las lenguas oficiales de la UE— se dirige al público en general y transmite de forma simplificada los principales mensajes de la declaración de política monetaria. Utilizando técnicas narrativas, elementos visuales ilustrativos y lenguaje claro, explica las últimas decisiones del BCE en un formato atractivo y fácil de entender.

El BCE está haciendo uso de estos nuevos métodos de comunicación para mejorar el conocimiento y la comprensión de su política monetaria y, en última instancia, fomentar la confianza del público. Esto es esencial no solo para la aceptación y la legitimidad del BCE como institución independiente, sino también para incrementar la eficacia de la política monetaria y anclar mejor las expectativas de inflación. Recientes estudios basados en la encuesta del BCE sobre las expectativas de los consumidores indican que la definición y la comunicación del nuevo objetivo de inflación simétrico del 2 % ha tenido un impacto positivo en la credibilidad del BCE. En particular, es más probable que los hogares de la zona del euro que están informados sobre el nuevo objetivo y sus consecuencias esperen que el BCE cumpla el objetivo de estabilidad de precios a medio plazo[35].

3 El sector financiero europeo: la recuperación en 2021 atenúa los riesgos a corto plazo, pero crecen las vulnerabilidades de cara al futuro

La mejora de las condiciones económicas en 2021 redujo los riesgos a corto plazo para la estabilidad financiera de la zona del euro relacionados con la pandemia, ya que el sector empresarial, los emisores soberanos y las entidades de crédito evitaron eventos extremos a la baja. Sin embargo, las disrupciones en las cadenas globales de suministro y las subidas de los precios de la energía plantearon nuevos retos para la fortaleza de la recuperación y las perspectivas de inflación, que, en el futuro, podrían afectar también a la estabilidad financiera. En paralelo, continuaron acumulándose otras vulnerabilidades, debido a las valoraciones cada vez más excesivas en los mercados de la vivienda y financieros, la continua asunción de riesgos por parte de las entidades financieras no bancarias y los niveles de deuda más elevados en los sectores empresarial y público como consecuencia de la pandemia. Con el avance de la recuperación, el foco de los análisis de política macroprudencial dejó de ser el apoyo a corto plazo y se centró en mitigar las vulnerabilidades para la estabilidad financiera, en particular los riesgos cíclicos emergentes y los riesgos en los mercados inmobiliarios. Además, se continuó trabajando en reforzar el marco regulatorio de las entidades de crédito y el enfoque macroprudencial de las entidades financieras no bancarias, con el fin de seguir fortaleciendo la capacidad de resistencia del sistema financiero a largo plazo.

3.1 El entorno de la estabilidad financiera en 2021

En el transcurso de 2021, la recuperación económica cobró fuerza y se extendió a todos los países y sectores económicos de la zona del euro, lo que se tradujo en una mejora general de las perspectivas a corto plazo para la estabilidad financiera, que, no obstante, continuó afrontando algunos riesgos a corto plazo. Estos riesgos estaban relacionados con los cuellos de botella en las cadenas globales de suministro y el incremento de los precios de la energía, que comenzaron a afectar a las perspectivas de inflación y de recuperación económica, así como con las incertidumbres en torno a la evolución futura de la pandemia. Los beneficios empresariales mejoraron de forma generalizada en 2021, pero las empresas no financieras más expuestas a las restricciones asociadas a la pandemia y con mayores niveles de deuda preexistentes mantuvieron su fragilidad, mientras que los altos niveles de deuda soberana aumentaron la inquietud acerca de la sostenibilidad de la deuda a medio plazo. Las señales de valoraciones excesivas en algunas clases de activos financieros y la pujanza de los mercados de la vivienda en la zona del euro también dieron lugar a una acumulación de vulnerabilidades. Por último, pese a la mejora de la rentabilidad y de la calidad de los activos, las entidades de crédito de la zona del euro siguieron viéndose perjudicadas por retos estructurales, mientras que las entidades financieras no bancarias continuaron enfrentándose a un riesgo de crédito y de liquidez elevado (véase figura 3.1).

La pandemia provocó un aumento de la deuda soberana y de las empresas durante 2021. Sin embargo, la inquietud en torno a la sostenibilidad de la deuda soberana se vio aliviada gracias a la recuperación en curso y a las condiciones de financiación favorables, que ayudaron a reducir los riesgos de refinanciación. En el sector empresarial, los riesgos de insolvencia a corto plazo cayeron, en un entorno de mejora de las perspectivas de rentabilidad y de mantenimiento de las medidas de apoyo público, aunque estas fueron más focalizadas. Algunas empresas mantuvieron su vulnerabilidad, especialmente las que registraban altos niveles de deuda antes de la pandemia y las que operaban en sectores más afectados por esta. De cara al futuro, las insolvencias empresariales podrían seguir incrementándose, debido a la acumulación de casos de quiebra no resueltos y a la progresiva eliminación de las medidas de apoyo público; no obstante, este incremento debería ser inferior al que se temió en las fases iniciales de la pandemia. En el contexto de una rápida expansión de los mercados de la vivienda, la tasa de crecimiento interanual del precio de la vivienda alcanzó el 9 % en septiembre de 2021, lo que contribuyó a que las estimaciones de sobrevaloraciones siguieran aumentando en algunos países. El encarecimiento de los inmuebles para uso residencial tuvo su origen en el crecimiento de los precios tanto en zonas urbanas como no urbanas. Las señales de relajación de los criterios de concesión de crédito en algunos países y los altos y crecientes niveles de deuda de los hogares también contribuyeron al incremento de las vulnerabilidades a medio plazo en dichos países. Si bien los bajos tipos de interés permiten a los prestatarios asegurarse una financiación más barata para los plazos más largos, reduciendo así el riesgo de refinanciación y las dudas en torno al pago de la deuda, los mayores niveles de deuda suponen una vulnerabilidad en todos los sectores de cara al futuro, en particular si los costes de financiación subieran y el crecimiento económico no cumpliera las expectativas.

Las valoraciones excesivas hicieron que en algunos mercados aumentara la vulnerabilidad a correcciones

Los mercados financieros se caracterizaron por una percepción de riesgos generalmente positiva en 2021, pero las valoraciones en algunos segmentos continuaron aumentando, dado que los inversores buscaban rentabilidades más elevadas en un entorno de rendimientos reales bajos. Los mercados de renta variable siguieron avanzando sustentados por un repunte de las expectativas de beneficios y el mantenimiento de unas condiciones de financiación favorables. Las emisiones de valores de renta fija privada de alta rentabilidad, que registraron máximos históricos, se combinaron con diferenciales de crédito reducidos, lo que apunta a un gran apetito de los inversores por los activos de riesgo. Dicho esto, las valoraciones de determinadas clases de activos parecían excesivas, dado que la continua escalada observada en los mercados de renta variable se aceleró con la noticia del éxito en el desarrollo de vacunas y podría haber estado impulsada por el uso del apalancamiento, lo que podría haber precipitado pérdidas elevadas y concentradas, en caso de que la volatilidad hubiera aumentado.

La rentabilidad bancaria mejoró, aunque persistieron los retos estructurales

En 2021, los beneficios bancarios de la zona del euro volvieron a aumentar hacia los niveles previos a la pandemia, en un entorno de menores costes relacionados con las pérdidas por deterioro crediticio y de elevados ingresos de la banca de inversión. La calidad de los activos resistió mejor de lo que se temió inicialmente al comienzo de la pandemia, como consecuencia de las medidas de apoyo público a las empresas y del repunte de la economía. La ratio de préstamos dudosos cayó hasta niveles anteriores a la crisis financiera mundial, gracias a que las entidades de crédito prosiguieron con la venta de estos préstamos. Por el lado del pasivo, los bancos intensificaron la transmisión de los tipos negativos a los depositantes, mientras que las ratios de capital regulatorio descendieron ligeramente en términos agregados durante la primera mitad de 2021. La confianza de los mercados en las entidades de crédito de la zona del euro continuó siendo favorable gracias a los resultados de las pruebas de resistencia de la Autoridad Bancaria Europea de julio de 2021 y a la supresión de la recomendación del BCE a las entidades de crédito de abstenerse de repartir dividendos o limitarlos[36]. En el futuro, la rentabilidad dependerá de la senda de la recuperación económica y de la pandemia, y pueden resurgir algunas preocupaciones sobre la calidad de los activos a medida que continúen retirándose gradualmente las medidas de apoyo público. Además, en 2021, las entidades de crédito siguieron expuestas de distintas maneras a problemas estructurales ya existentes antes de la pandemia, como la baja eficiencia de costes, la limitada diversificación de los ingresos, el exceso de capacidad y los reducidos márgenes en un entorno de tipos de interés bajos.

El sector financiero no bancario aumentó el riesgo de crédito asumido en un contexto de bajas tenencias de activos líquidos

En 2021, las entidades financieras no bancarias, como los fondos de inversión, las empresas de seguros y los fondos de pensiones, que son una fuente importante de financiación de la economía real, continuaron engrosando sus tenencias de bonos de menor calidad. Aunque los riesgos de crédito de estos títulos se atenuaron a corto plazo con la reducción de las vulnerabilidades del sector empresarial, las entidades financieras no bancarias permanecieron expuestas al riesgo de pérdidas crediticias sustanciales ante un deterioro de las condiciones en el sector corporativo. En cuanto a los fondos de inversión, el incremento del riesgo de crédito se vio agravado por el elevado riesgo de liquidez derivado de las bajas reservas de tesorería y las escasas tenencias de activos líquidos, que hacen al sector vulnerable en caso de retiradas de fondos a gran escala por parte de los inversores. La duración de las carteras de los fondos volvió a aumentar, acrecentando la vulnerabilidad de las mismas a pérdidas por valoración en el supuesto de un incremento notable de los rendimientos a nivel mundial. Si las pérdidas por valoración dieran lugar a un volumen de retiradas de fondos significativo, los fondos, dados sus reducidos colchones de liquidez, podrían verse forzados a vender activos, lo que podría traducirse en una espiral negativa entre las valoraciones de activos y los reembolsos. Las perspectivas de rentabilidad de las empresas de seguros y sus calificaciones crediticias mejoraron en 2021, respaldadas por las tendencias favorables de la demanda, los precios y la reducción de costes.

Más allá de los riesgos en sectores concretos, el cambio climático planteó numerosos riesgos significativos y cada vez más urgentes para la estabilidad financiera en la zona del euro en 2021. El análisis realizado por el BCE durante el año[37] dejó claro que los riesgos climáticos podrían ser relevantes para las entidades de crédito, los fondos y las empresas de seguros de la zona del euro, especialmente si el cambio climático no se mitiga de forma ordenada. Todas estas entidades tienen que gestionar su exposición a una transición a una economía baja en carbono y su exposición a los riesgos físicos asociados a fenómenos meteorológicos extremos y otros fenómenos relacionados con el clima. Los análisis que ha llevado a cabo el BCE hasta la fecha sugieren que estos riesgos parecen estar particularmente concentrados en ciertos sectores, áreas geográficas y en entidades de crédito concretas, lo que agrava las implicaciones para la estabilidad financiera. Al mismo tiempo, sigue estando pendiente cerrar las lagunas en los datos y metodologías para evaluar los riesgos climáticos de forma más exhaustiva.

Figura 3.1

Principales vulnerabilidades para la estabilidad financiera de la zona del euro

Fuente: BCE.
Notas: Análisis de la estabilidad financiera a 17 de noviembre de 2021. «ESFP» corresponde a «empresas de seguros y fondos de pensiones», y «FI» a «fondos de inversión».

3.2 Política macroprudencial: asegurar una oferta de crédito sostenida y contener el incremento de vulnerabilidades

Las políticas macroprudenciales son un instrumento clave para hacer frente a las vulnerabilidades para la estabilidad financiera

Las políticas macroprudenciales pueden ayudar a contener el crecimiento de las vulnerabilidades y reforzar la capacidad de resistencia del sector financiero, contribuyendo así a que la oferta de crédito fluya a la economía incluso en períodos de tensiones, como durante la pandemia. A este respecto, el BCE tiene la tarea de evaluar las medidas de capital macroprudenciales para las entidades de crédito previstas por las autoridades nacionales de países que participan en la supervisión bancaria europea. Cabe señalar que el BCE tiene la facultad de aplicar medidas de capital más rigurosas si fuera necesario[38].

De acuerdo con su nueva estrategia de política monetaria, el BCE da mayor relevancia a las consideraciones de estabilidad financiera en sus deliberaciones de política monetaria, lo que, a su vez, aumenta la importancia de la política macroprudencial[39]. La estabilidad financiera es indispensable para la estabilidad de precios, dado que las crisis financieras provocan un deterioro del mecanismo de transmisión de la política monetaria y un desapalancamiento excesivo de las entidades de crédito, con repercusiones negativas sobre el crecimiento económico y las perspectivas de inflación. Del mismo modo, mientras que la acomodación monetaria puede respaldar la estabilidad financiera a través de diversos canales[40], también podría dar lugar a la acumulación de riesgos sistémicos, lo que requiere seguimiento y consideración desde una perspectiva macroprudencial. Al hacer frente a los riesgos para la estabilidad financiera, incluidos los derivados de los efectos no deseados de la acomodación monetaria, las medidas macroprudenciales permiten que la política monetaria se centre en su objetivo principal, que es la estabilidad de precios. En línea con la nueva estrategia, periódicamente se lleva a cabo una evaluación exhaustiva de la interacción entre la política monetaria y la estabilidad financiera como parte del análisis monetario y financiero. Esta evaluación se tiene en cuenta en las reuniones de política monetaria del Consejo de Gobierno.

En la coyuntura actual, los riesgos para la estabilidad financiera están relacionados con vulnerabilidades derivadas de valoraciones cada vez más excesivas en los mercados inmobiliarios y financieros, la asunción continuada de riesgos por parte de las entidades financieras no bancarias y los elevados niveles de deuda de los sectores público y privado[41]. El endurecimiento de las políticas macroprudenciales podría abordar algunas de estas vulnerabilidades, sobre todo en los mercados inmobiliarios de algunos países, y, con carácter más general, incrementar la capacidad de resistencia global de las entidades de crédito. Además, el fortalecimiento del marco regulatorio de las entidades de crédito y de las entidades financieras no bancarias y la gestión de los riesgos climáticos ayudarán a seguir reforzando la capacidad de resistencia general del sistema financiero a largo plazo.

Política macroprudencial durante la pandemia

Algunas políticas del sector financiero han ayudado a preservar la estabilidad financiera durante la pandemia

Al comienzo de la pandemia, para facilitar la absorción de posibles pérdidas por parte de las entidades de crédito y permitirles satisfacer la demanda de préstamos, las autoridades macroprudenciales liberaron capital por un importe superior a 20 mm de euros, principalmente mediante la liberación del colchón de capital anticíclico y del colchón contra riesgos sistémicos[42]. Estas medidas complementaron las adoptadas por la Supervisión Bancaria del BCE para relajar temporalmente los requerimientos de capital y operativos de las entidades de crédito y restringir el reparto de dividendos[43]. En 2021, el BCE continuó vigilando la eficacia de las medidas prudenciales y del marco de capital a la hora de asegurar una oferta de crédito sostenida durante la pandemia. Los estudios del BCE sugieren que la liberación de capital sin duda fue eficaz para impulsar la oferta de crédito (véase recuadro 4).

En la segunda mitad de 2021, la orientación general de la política macroprudencial comenzó a cambiar hacia un endurecimiento gradual y focalizado, dado que la recuperación económica continuaba y las vulnerabilidades a medio plazo seguían aumentando, especialmente en los mercados inmobiliarios residenciales. En consonancia con el análisis del BCE, se introdujeron o endurecieron las medidas macroprudenciales en determinadas jurisdicciones en las que las vulnerabilidades eran más intensas y la recuperación económica se encontraba más avanzada. En Bulgaria y Estonia se incrementó el colchón de capital anticíclico[44]. En Lituania se introdujo un colchón sectorial contra riesgos sistémicos del 2 % para hacer frente a los riesgos del sector inmobiliario residencial[45]. En Bélgica, Estonia y Francia se amplió el período de aplicación de las medidas macroprudenciales de conformidad con el artículo 458 del Reglamento de Requerimientos de Capital. Asimismo, en los Países Bajos se decidió aplicar un nivel mínimo de ponderación de riesgo[46] a las carteras de préstamos hipotecarios de las entidades que utilizan el método basado en calificaciones internas para calcular los requerimientos de capital regulatorio, a partir del 1 de enero de 2022[47].

El BCE evaluó las notificaciones de medidas macroprudenciales en 2021 y no presentó objeciones a estas decisiones, ya que consideró que eran coherentes con su propia valoración. Parece estar justificado un endurecimiento adicional de las políticas macroprudenciales para abordar las crecientes vulnerabilidades a medio plazo, a menos que se materialicen los riesgos a la baja para el crecimiento económico[48]. En este contexto, el BCE está preparado para aplicar medidas macroprudenciales más rigurosas que las decididas por las autoridades nacionales si considera que estas son insuficientes o si se prevé una nueva escalada de las vulnerabilidades.

Por último, el BCE participa en iniciativas para reforzar la supervisión macroprudencial. Contribuirá a revisar el marco macroprudencial de la UE para las entidades de crédito en 2022 respondiendo a la solicitud de asesoramiento de la Comisión Europea y coordinando su postura con la Junta Europea de Riesgo Sistémico y con la Autoridad Bancaria Europea[49]. Además, el BCE sigue promoviendo iniciativas en los foros pertinentes para avanzar hacia un enfoque macroprudencial de las entidades financieras no bancarias (véase recuadro 5).

Cooperación con la Junta Europea de Riesgo Sistémico

En 2021, el BCE siguió proporcionando apoyo analítico, estadístico, logístico y administrativo a la Secretaría de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS)[50]. El BCE contribuyó con carácter general a los trabajos de la JERS referentes, en particular, a: i) implicaciones para la estabilidad financiera de las medidas de apoyo fiscal durante la pandemia[51]; ii) retos para la política macroprudencial en el entorno de bajos tipos de interés[52]; iii) desarrollo de métricas de riesgo para las entidades financieras no bancarias (véase recuadro 5 sobre el enfoque macroprudencial del sector financiero no bancario)[53], y iv) riesgos para la estabilidad financiera derivados de los factores determinantes del cambio climático[54]. El BCE también presidió el Task Force on Stress Testing (grupo de trabajo sobre pruebas de resistencia) de la JERS[55] y participó activamente en otros grupos de trabajo de la JERS, como los siguientes: un grupo encargado de elaborar la respuesta a la solicitud de asesoramiento de la Comisión Europea sobre la revisión del marco macroprudencial de la UE en 2022; un grupo de expertos sobre la implementación del marco de política macroprudencial[56]; un grupo de trabajo para analizar los efectos del solapamiento de los requerimientos de capital[57] y el European Systemic Cyber Group (grupo de trabajo europeo de ciberriesgo sistémico), que está desarrollando una estrategia macroprudencial para evaluar los ciberriesgos sistémicos.

Puede consultarse más información sobre la JERS en su sitio web y en sus Informes Anuales.

Recuadro 4
Colchones de capital de las entidades de crédito y préstamos a las sociedades no financieras durante la pandemia

Un objetivo básico del marco de colchones de capital de Basilea III es reducir la probabilidad de que el sistema bancario restrinja la oferta de crédito durante las crisis. Por ello, Basilea III y su implementación en Europa introdujeron el requerimiento combinado de colchones (RCC)[58], un nivel adicional de capital que las entidades tienen que cumplir en las épocas de bonanza, lo que les proporciona capital que pueden usar durante las fases de desaceleración para absorber pérdidas y satisfacer la demanda de crédito. Sin embargo, la utilización de estos colchones tiene algunas limitaciones, principalmente el importe máximo distribuible (IMD), que impone un límite máximo al reparto de dividendos, la recompra de acciones y las retribuciones variables por parte de las entidades[59].

Algunos factores podrían hacer que las entidades fueran reacias a utilizar los colchones de capital. Entre ellos estarían los límites al reparto de dividendos y el estigma del mercado asociado a la disminución de las ratios de capital, dado que una ratio de capital más baja implica una solvencia menor. En última instancia, si los bancos se mostraran poco dispuestos a utilizar el RCC, podrían reaccionar a una pérdida de capital real o esperada reduciendo sus préstamos, en vez de aceptando una ratio de capital más baja. En consecuencia, racionarían el crédito en una época de crisis, un resultado contrario a lo que pretende el marco de colchones de capital. Por ello, las autoridades prudenciales pueden decidir reducir el RCC rebajando algunos de sus componentes, como el colchón de capital anticíclico[60] o el colchón contra riesgos sistémicos[61].

La pandemia de COVID-19 y las medidas de capital adoptadas como respuesta ofrecen la oportunidad de observar cómo reaccionan las entidades de crédito y hasta qué punto están dispuestas a utilizar los colchones liberados. Las entidades de la zona del euro comenzaron la pandemia con unas ratios de capital relativamente elevadas, que se vieron reforzadas por las medidas extraordinarias adoptadas. Como resultado, el sistema bancario de la zona del euro en su conjunto fue capaz de satisfacer el fuerte aumento de la demanda de crédito por parte de las empresas. Sin embargo, el análisis de las reacciones individuales de las entidades a dichas medidas permite analizar la eficacia de dos aspectos clave del marco macroprudencial, pese a que varias medidas de apoyo han evitado pérdidas a gran escala en el sector bancario hasta la fecha. En primer lugar, las reacciones de las entidades a las reducciones de los colchones y otras medidas de relajación de los requerimientos de capital arrojan luz sobre la efectividad de relajar dichas obligaciones en épocas de tensión. En segundo lugar, el comportamiento de los bancos con poco margen de capital por encima del RCC aporta información sobre si las entidades se inclinan o no a utilizar los colchones.

La reducción de los colchones y otras medidas de relajación de los requerimientos de capital tuvieron efectos positivos sobre el crédito a empresas en 2020, especialmente para los bancos cuyo capital se encontraba más próximo al RCC[62]. Durante la pandemia, las autoridades prudenciales redujeron el RCC (rebajando los colchones anticíclicos y los de riesgos sistémicos) y adelantaron un cambio en la composición del requerimiento de Pilar 2, rebajando la proporción de capital de nivel 1 ordinario (CET1) —es decir, el capital de máxima calidad— que las entidades necesitan para cumplirlo. En 2020, los volúmenes de crédito fueron un 3,1 % más elevados para las entidades que se beneficiaron de estas medidas que para las que no, mientras que los tipos de interés de los préstamos a empresas fueron 7 puntos básicos inferiores. Es importante señalar que el efecto fue mayor en el caso de las entidades con un nivel de capital próximo al RCC, lo que sugiere que los bancos están dispuestos a utilizar el capital por encima del RCC, pero no el propio RCC (véase gráfico A).

Disponer de un nivel de capital próximo al RCC reduce los préstamos a las empresas, lo que apunta nuevamente a que los bancos se muestran reticentes a usar el RCC. Un análisis econométrico muestra que, en 2020, la proximidad al RCC redujo el crecimiento del crédito sustancialmente, en 2,7 puntos porcentuales, en comparación con otras entidades. Este resultado sugiere que los bancos son reacios a recurrir a los colchones.

La menor concesión de préstamos por parte de los bancos cuyo capital se acercaba más a su RCC se tradujo en mayores restricciones de crédito para las sociedades no financieras que dependían de estos bancos. Las empresas expuestas a entidades de crédito con un capital próximo al RCC (definido como más del 75 % de su crédito pre-COVID) recibieron un 5,3 % menos de crédito durante la pandemia que otras empresas. El impacto se incrementó hasta el 7 % en el caso de las sociedades que solo tenían un prestamista (con capital cercano al RCC) cuando estalló la pandemia. Esta evolución indica que, en tiempos de crisis, a las empresas puede resultarles difícil encontrar otro prestamista, lo que pone de relieve la importancia del nivel de capital de las entidades de crédito para el acceso de sus clientes a la financiación.

El comportamiento individual de las entidades de crédito durante la pandemia sugiere que reaccionan positivamente a la liberación de colchones y a otras medidas de relajación de los requerimientos de capital, pero que son reacias a utilizar los colchones. La reducción de los requerimientos de capital y de los colchones apoyó la oferta de crédito a las empresas al aumentar el importe de capital por encima del RCC. Esto muestra que rebajar los colchones de capital puede ayudar a mitigar un posible comportamiento procíclico del sistema bancario en períodos de inestabilidad económica. Sin embargo, el comportamiento de las entidades cuyo capital por encima del RCC era limitado podría ser indicativo de obstáculos al buen funcionamiento del marco de capital en dichos períodos. Es necesario un estudio más profundo, también sobre el impacto macroeconómico, para seguir verificando y confirmando los resultados presentados en este recuadro y poder extraer conclusiones más completas.

Gráfico A

Las medidas de relajación de los requerimientos de capital influyen en la oferta de crédito

Efectos estimados de las medidas de relajación de los requerimientos de capital para las entidades de crédito según la distancia del capital al RCC

(gráfico izquierdo: tasas de variación del volumen de crédito; gráfico derecho: variación de los tipos de los préstamos en puntos porcentuales)

Fuentes: Datos de AnaCredit del BCE, datos de supervisión del BCE y cálculos del BCE.

Recuadro 5
Un enfoque macroprudencial del sector financiero no bancario

El sector financiero no bancario ha crecido con mayor rapidez que el sector bancario durante gran parte de la pasada década. En la zona del euro, los activos financieros de las empresas de seguros, los fondos de pensiones, los fondos de inversión y los fondos del mercado monetario se han duplicado con creces en términos agregados desde la crisis financiera mundial de 2008 y alcanzaron los 32 billones de euros, aproximadamente, al final de junio de 2021[63]. En el mismo período, la financiación no bancaria se ha convertido en una fuente importante para la economía real, dado que su peso en el crédito total a las sociedades no financieras también se ha doblado, pasando de alrededor del 15 % al 30 %[64]. Teniendo en cuenta el papel cada vez más importante de las entidades financieras no bancarias en la financiación de la economía real y sus interconexiones con el resto del sistema financiero, es fundamental que los riesgos de este sector se aborden como parte de un enfoque de todo el sistema.

El marco normativo del sector financiero no bancario tiene que reforzarse desde una perspectiva macroprudencial

El marco de política macroprudencial actual se centra principalmente en el sector bancario, mientras que el marco del sector financiero no bancario carece en gran medida de una perspectiva macroprudencial. Esto significa que hay menos salvaguardias frente a posibles riesgos sistémicos originados en este sector, a menudo opaco e interconectado. Estos riesgos pueden crecer durante una fase de expansión económica debido a la estructura de este sector y a los requerimientos regulatorios más laxos en comparación con los del sector bancario. Ante una perturbación económica inesperada, o un empeoramiento de las perspectivas económicas, existe el riesgo de que las entidades financieras no bancarias respondan de forma procíclica, vendiendo activos en un mercado que ya está cayendo y reduciendo sus actividades, lo que se traduce en un endurecimiento de las condiciones de financiación y en la amplificación de las tensiones en el sistema.

Durante las turbulencias registradas en los mercados financieros en marzo de 2020 quedó patente que algunas partes del sector financiero no bancario no tenían capacidad de resistencia suficiente para absorber la perturbación económica sin generar el riesgo de contagio a otros intermediarios financieros y a la economía en general. Afloraron vulnerabilidades, como desajustes de liquidez en los fondos del mercado monetario y los fondos de renta fija privada, y un riesgo de liquidez asociado a la prociclicidad de las prácticas sobre márgenes. Las herramientas de gestión de la liquidez existentes no podían mitigar adecuadamente las tensiones, y estas tensiones de liquidez no comenzaron a remitir hasta después de la adopción de medidas de política monetaria extraordinarias en la zona del euro y a escala mundial.

Este episodio puso de relieve la necesidad de que las autoridades adopten un enfoque holístico y que englobe a todo el sistema, tengan en cuenta el papel de los distintos agentes, y evalúen y diseñen políticas para abordar las vulnerabilidades estructurales del sector financiero no bancario, como también destacó el Consejo de Estabilidad Financiera[65]. Los acontecimientos de marzo de 2020 también evidenciaron la importancia de dotar de mayor relevancia a la supervisión de los mercados de capitales a escala de la UE, lo que mejoraría el seguimiento transfronterizo de los riesgos y las medidas coordinadas en toda Europa.

Es necesario desarrollar un marco macroprudencial integral para incrementar la capacidad de resistencia del sector financiero no bancario, asegurando que proporcione una fuente de financiación estable a la economía real, tanto en situaciones normales como en las de tensión en los mercados. También apoyaría la transmisión efectiva de la política monetaria. Estas reformas regulatorias deberían reducir asimismo la necesidad de intervenciones extraordinarias del banco central en el futuro, lo que ayudaría a atenuar la preocupación asociada a dichas actuaciones, como, por ejemplo, los riesgos para los presupuestos públicos y la creación de incentivos para que los participantes en los mercados asuman riesgos excesivos.

Un marco macroprudencial debería articularse en torno a varios principios básicos, teniendo en cuenta una perspectiva del sistema en su conjunto, dada la interconexión del sector. Debería tender, principalmente, a reforzar la capacidad de resistencia ex ante del sector, mejorando su capacidad para absorber perturbaciones. También debería ser suficientemente flexible para amoldarse a la evolución de los riesgos a lo largo del tiempo, y poder adaptarse a un conjunto diverso de entidades y actividades, dada la heterogeneidad del sector.

Las reformas deberían ir integradas en la coordinación de políticas internacionales

Con respecto a la agenda de políticas internacionales, se ha avanzado considerablemente en el pasado año en la reforma de los fondos del mercado monetario, que se vieron sometidos a graves tensiones en marzo de 2020. El Consejo de Estabilidad Financiera ha emitido propuestas —a las que ha contribuido el BCE— para abordar las vulnerabilidades en los fondos del mercado monetario a escala internacional[66]. El objetivo de estas propuestas es incrementar la capacidad de resistencia de dichos fondos reduciendo los desajustes de liquidez y los efectos «acantilado» (cliff effects) derivados de posibles incumplimientos de los umbrales regulatorios. El BCE también ha participado en la preparación de una recomendación de la JERS sobre la reforma de los fondos del mercado monetario, que servirá de base para la revisión por parte de la Comisión Europea del Reglamento sobre fondos del mercado monetario de la UE en 2022, y ha publicado nuevos análisis de las propuestas de reforma[67]. El siguiente paso debería ir dirigido a mejorar las políticas de los fondos de inversión abiertos y las prácticas sobre márgenes y a abordar los riesgos derivados del apalancamiento no bancario.

Una prioridad principal de las políticas del sector de fondos de inversión en su conjunto debería ser abordar los desajustes de liquidez. Un objetivo importante es garantizar que la liquidez de los activos esté más ajustada a los plazos de reembolso, ya sea limitando las frecuencias de reembolso o asegurando que los fondos mantengan suficientes activos líquidos. Las herramientas de gestión de la liquidez, como los ajustes del valor liquidativo (swing pricing) y otras medidas antidilución, pueden complementar estas reformas, pero son menos eficaces para solucionar el desajuste de liquidez.

Además, es fundamental entender y abordar los riesgos asociados al apalancamiento del sector financiero no bancario. Para vigilar y atajar las vulnerabilidades que se derivan del uso del apalancamiento, es necesario contar con métricas de esta variable que sean uniformes internacionalmente. Debe trabajarse más a escala mundial para evaluar el grado de apalancamiento del sector financiero no bancario y su distribución, incluido el procedente del uso de derivados para generar exposiciones sintéticas. Esta información se podrá utilizar en el debate sobre la mitigación del riesgo sistémico originado por el uso del apalancamiento fuera del sector bancario.

Los trabajos internacionales relativos a las prácticas sobre márgenes deberían ir orientados a aumentar la transparencia, reducir la excesiva prociclicidad de los márgenes y asegurar que las entidades financieras no bancarias estén mejor preparadas para afrontar la reposición de márgenes de garantía[68]. La transparencia y la predictibilidad de los modelos de cálculo de márgenes iniciales utilizados tanto por las entidades de contrapartida central como por los miembros compensadores deberían mejorar, de forma que tanto los bancos como las entidades financieras no bancarias estén mejor preparados para hacer frente a la reposición de márgenes de garantía. Asimismo, las entidades financieras no bancarias de todos los tipos deberían contar con marcos de gestión de la liquidez adecuados para asegurar que están suficientemente preparadas para cumplir con dicha reposición. Esto mitigará el riesgo de liquidez en todo el sistema, incluido en los fondos del mercado monetario —que los participantes en los mercados utilizan para almacenar liquidez—, y en los fondos de inversión, las empresas de seguros y los fondos de pensiones —que utilizan derivados y, por tanto, están sujetos a la reposición de márgenes de garantía—.

3.3 Actividades microprudenciales para garantizar la solidez individual de las entidades de crédito

El BCE retiró algunas de las medidas supervisoras extraordinarias puestas en marcha en 2020 para mitigar el impacto de la perturbación del COVID-19

Con la mejora de las perspectivas económicas en el transcurso de 2021, el BCE anunció la retirada gradual de algunas de las medidas supervisoras adoptadas para permitir a las entidades de crédito seguir proporcionando crédito a la economía durante la pandemia. En julio, el BCE decidió no prolongar más allá del 30 de septiembre de 2021 su recomendación de que todas las entidades de crédito se abstuvieran de repartir dividendos y de recomprar acciones, o de que limitaran estas prácticas, pero advirtió que las entidades deben mantener la prudencia y no infravalorar el riesgo de que las pérdidas adicionales puedan tener posteriormente un impacto en su evolución de capital a medida que se vayan retirando las medidas de apoyo. En este contexto, durante 2021 el BCE prestó especial atención al riesgo de crédito, en particular a la clasificación y medición adecuadas de los riesgos en los balances de las entidades de crédito y a la preparación de estas para tratar oportunamente con los deudores en dificultades. En junio, el BCE prorrogó la relajación de la ratio de apalancamiento para las entidades de crédito hasta marzo de 2022, entre otros motivos debido a las circunstancias monetarias excepcionales. Todas las decisiones sobre medidas de alivio supervisoras del BCE, así como las decisiones para reforzar el foco sobre el riesgo de crédito, se comunicaron a las entidades y al público en general mediante la publicación de preguntas frecuentes, notas de prensa, entradas en el blog y discursos públicos.

El BCE sometió a algunas de las entidades de crédito europeas de mayor tamaño a una prueba de resistencia, continuó con sus trabajos post-Brexit y concluyó el TRIM

El BCE sometió a una prueba de resistencia a algunas entidades de crédito de tamaño mediano y grande que supervisa directamente. Los resultados, publicados en julio de 2021, mostraron que el sistema bancario de la zona del euro sería resistente a un posible deterioro adicional de las condiciones económicas. El BCE publicó por primera vez información individualizada de las entidades de crédito que supervisa directamente, pero que no formaban parte de la muestra de la prueba de resistencia a escala de la UE coordinada por la Autoridad Bancaria Europea. Además, el BCE finalizó su evaluación global de dos entidades de crédito italianas, de una estonia y de una lituana, a raíz de su clasificación como entidades significativas. Todas las entidades que pasan a estar, o es probable que pasen a estar, bajo la supervisión directa del BCE tienen que someterse a una evaluación global, que consiste en una prueba de resistencia y en un análisis de la calidad de los activos (AQR, por sus siglas en inglés). Los resultados de la evaluación global muestran que ninguna de las cuatro entidades presenta déficits de capital. No obstante, se espera que tengan en cuenta los resultados del ejercicio y adopten medidas para subsanar las deficiencias detectadas en el AQR.

El BCE también continuó sus trabajos post-Brexit. Tras el final del período de transición (durante el que el Reino Unido seguía obligado por la legislación de la UE) el 31 de diciembre de 2020, el BCE siguió realizando un seguimiento —como parte de su supervisión continuada— de la aplicación de los modelos operativos previstos para después del Brexit por las entidades afectadas por este, con el fin de asegurarse de que avanzaban en línea con los plazos acordados previamente. Paralelamente, se puso en marcha una revisión del mapeo de las mesas de negociación de las entidades (desk mapping review) para evaluar uniformemente los modelos de registro contable de las nuevas filiales en la UE de grupos bancarios internacionales.

El BCE concluyó su revisión específica de modelos internos (TRIM, por sus siglas en inglés) de las entidades significativas. En el marco del TRIM, que comenzó en 2016, el BCE realizó 200 investigaciones in situ en 65 entidades significativas, que se centraron en los modelos internos para riesgo de crédito, de mercado y de contraparte. En conjunto, esta revisión confirmó que las entidades de crédito pueden continuar utilizando sus modelos internos para calcular sus requerimientos de fondos propios, en algunos casos teniendo que incorporar medidas supervisoras. El TRIM mejoró la fiabilidad y la comparación de los resultados de los modelos internos de los distintos bancos, y contribuyó a reducir la variabilidad de los activos ponderados por riesgo no vinculada al riesgo.

A partir del 26 de junio de 2021, el BCE asumió la supervisión de las empresas de servicios de inversión de importancia sistémica de los países que participan en la supervisión bancaria europea. En 2021, las empresas de servicios de inversión pasaron a estar sujetas a un nuevo régimen regulatorio europeo que permite reflejar mejor los riesgos reales asumidos por los distintos tipos de estas empresas y aumentar la eficacia de su supervisión. Las empresas de servicios de inversión de mayor tamaño e importancia sistémica están obligadas a solicitar una autorización bancaria y, una vez que esta se concede, pasan a estar bajo la supervisión del BCE. Las empresas de servicios de inversión que están sujetas a la supervisión bancaria europea son aquellas que prestan servicios clave en el mercado y en el sector de banca de inversión y que, en consecuencia, están expuestas al riesgo de crédito y de mercado, de manera similar a las entidades de crédito.

Se iniciaron consultas públicas relativas a diversos marcos de supervisión

En su empeño continuado por mejorar su transparencia y la rendición de cuentas, el BCE inició una serie de consultas públicas. La primera de ellas estaba relacionada con las evaluaciones de idoneidad, y el BCE publicó posteriormente una guía revisada más detallada. Esta guía explica las políticas que aplica el BCE para evaluar la idoneidad individual de los miembros del órgano de administración de las entidades de crédito supervisadas directamente y detalla las expectativas supervisoras reforzadas en relación con la idoneidad colectiva del órgano de administración de los bancos y la responsabilidad individual de sus miembros. También describe el proceso para la reevaluación de los miembros del consejo de administración en aquellos casos en los que surgen nuevos hechos que pueden afectar a su idoneidad. Además, se publicó un cuestionario de idoneidad revisado para promover una mayor convergencia de la supervisión de la idoneidad en los países participantes en la supervisión bancaria europea.

La segunda consulta era acerca de la revisión del marco armonizado para el ejercicio de las opciones y facultades que el Derecho de la Unión Europea confiere al BCE en la supervisión de las entidades de crédito. El BCE propuso revisiones a sus políticas, principalmente para tener en cuenta las modificaciones legislativas adoptadas desde su primera publicación en 2016. La mayoría de las revisiones se refieren a opciones y facultades en la aplicación de los requerimientos de liquidez. La consulta abarcaba muchos aspectos de la supervisión, incluidos los permisos concedidos a las entidades para reducir su capital, el tratamiento de determinadas exposiciones en el cálculo de la ratio de apalancamiento y ciertas exenciones del límite a las grandes exposiciones.

La tercera consulta se refería a un proyecto de Guía sobre la notificación de operaciones de titulización, que detalla la información que el BCE espera que presenten las entidades de crédito bajo su supervisión directa que actúen como originadoras o patrocinadoras de titulizaciones. En mayo de 2021, el BCE había anunciado su decisión de comprobar que las entidades de crédito que supervisa directamente cumplen los requisitos en materia de retención de riesgos, transparencia y retitulización para todas las titulizaciones, establecidos en virtud de los artículos 6 a 8 del Reglamento de titulizaciones de la UE. La decisión se adoptó a raíz de las aclaraciones realizadas en el Reglamento, que forman parte del Paquete de recuperación de los mercados de capitales de la UE, que establecen expresamente que estos requisitos son de carácter prudencial y, por consiguiente, deben ser supervisados por las autoridades de supervisión prudencial competentes.

El BCE también publicó los Memorandos de Entendimiento en materia de supervisión que firmó en 2021, para lo que, en cada caso, recibió el consentimiento de la otra autoridad.

Puede consultarse información más detallada sobre la Supervisión Bancaria del BCE en su sitio web y en el Informe Anual sobre las actividades de supervisión del BCE de 2021.

3.4 Contribución del BCE a iniciativas de políticas europeas

Continuaron los esfuerzos para poner en marcha las reformas regulatorias necesarias

En 2021 se pusieron en marcha o se finalizaron importantes reformas regulatorias para asegurar que el sistema financiero fuera capaz de resistir las perturbaciones causadas por la pandemia. Sin embargo, todavía se deben superar retos legales e institucionales relevantes antes de que las entidades de crédito europeas puedan operar en un marco verdaderamente integrado. En particular, es preciso seguir dedicando esfuerzos para completar la unión bancaria e implementar las reformas finales de Basilea III; continuar desarrollando el marco macroprudencial y los mercados de capitales europeos, al tiempo que se refuerza el marco regulatorio de las entidades financieras no bancarias; desarrollar normativas sobre criptoactivos y criptomonedas estables (stablecoins), y hacer frente a los riesgos relacionados con el clima.

Culminación de la unión bancaria

Los bancos han mostrado capacidad de resistencia durante la pandemia, pero es preciso seguir trabajando para completar la unión bancaria

Las entidades de crédito de la unión bancaria se beneficiaron del intenso apoyo proporcionado a la economía real, así como de la mejora del marco regulatorio y supervisor, que reforzó su posición de capital. Sin embargo, es preciso seguir fortaleciendo la unión bancaria. En 2021, el BCE continuó desarrollando y mejorando activamente características esenciales de la unión bancaria. Participó en los debates sobre el establecimiento de un sistema europeo de garantía de depósitos; la mejora de la capacidad de las entidades para operar entre países de la unión bancaria; la mitigación de los riesgos que perduran y la mejora de las herramientas de gestión de crisis, y la disponibilidad de opciones de financiación en situaciones de crisis. Como en años anteriores, el BCE siguió contribuyendo a los informes de seguimiento de los indicadores de reducción de riesgo elaborados conjuntamente con la Comisión Europea y la Junta Única de Resolución. Los informes se utilizan de base para las decisiones políticas sobre la culminación de la unión bancaria.

En 2021, los trabajos sobre la unión bancaria se centraron especialmente en la mejora del marco de gestión de crisis. El BCE contribuyó al debate mediante su aportación a la consulta específica de la Comisión Europea sobre la revisión del marco de gestión de crisis y del sistema de garantía de depósitos. En su contribución hace propuestas para mejorar la gestión de un banco en crisis, tanto antes como después de su punto de inviabilidad. A lo largo de 2021, el BCE también siguió y participó en los trabajos técnicos de foros europeos relevantes sobre la puesta en funcionamiento del mecanismo de apoyo común para el Fondo Único de Resolución. Este mecanismo reforzará el marco de resolución bancaria duplicando de forma efectiva los recursos disponibles para las resoluciones bancarias a través del Fondo Único de Resolución.

Implementación de las reformas finales de Basilea III

El BCE acoge favorablemente las propuestas de la Comisión Europea para modificar el RRC y la DRC con el fin de implementar las reformas finales de Basilea III

La implementación de las reformas finales de Basilea III es fundamental para subsanar las deficiencias del actual marco de capital regulatorio y para seguir reforzando la capacidad de resistencia del sistema financiero a largo plazo. Las iniciativas regulatorias internacionales introducidas tras la crisis financiera mundial dotaron al sistema financiero de una mayor capacidad para resistir una perturbación significativa e inesperada, como la pandemia. El paquete final de reformas de Basilea III tiene el objetivo de corregir las deficiencias del marco actual, entre otras soluciones mediante la introducción de un suelo al output para el cálculo de los requerimientos de capital (output floor).

El BCE ha afirmado sistemáticamente la importancia de mantener normas financieras internacionales. Por ello, en septiembre de 2021, el BCE y la Autoridad Bancaria Europea escribieron una carta abierta a la Comisión Europea para manifestar su apoyo a la implementación plena, oportuna y coherente de las reformas finales de Basilea III[69]. En la carta hacían hincapié en los consejos que habían dado anteriormente a la Comisión y reiteraban su opinión de que la implementación de las reformas de Basilea III acordadas internacionalmente tendría unos costes de transición moderados, que se verían compensados con creces por los beneficios económicos a largo plazo[70].

En este contexto, el BCE acogió con satisfacción las propuestas de la Comisión Europea para modificar el Reglamento de Requerimientos de Capital (RRC) y la Directiva de Requerimientos de Capital (DRC) con el fin de implementar las reformas finales de Basilea III, publicadas el 27 de octubre de 2021. La Comisión optó por la aplicación fiel del output floor en la UE, siguiendo un enfoque single stack, pero la propuesta también contenía algunas alternativas de aplicación, desviaciones del acuerdo de Basilea y largos períodos transitorios que pueden dejar algunos riesgos sin cubrir suficientemente y que, por tanto, generan preocupación desde una perspectiva prudencial[71]. El BCE tiene la intención de expresar sus opiniones con más detalle en sus próximos dictámenes sobre las propuestas legislativas.

Avances hacia la unión de los mercados de capitales

El BCE instó a que se progrese en la unión de los mercados de capitales, poniendo el foco en los mercados de capitales verdes para alcanzar los objetivos climáticos de la UE

En 2021, el BCE continuó haciendo hincapié en la importancia de avanzar hacia la unión de los mercados de capitales (UMC), en particular para respaldar la recuperación de la economía tras la pandemia, para adaptarse al Brexit y para contribuir a la financiación de las inversiones relacionadas con el clima y la transición digital. A tal fin, el BCE reiteró la necesidad de implementar el plan de acción para la UMC de 2020 de la Comisión Europea íntegramente y sin demora, y acogió con satisfacción las propuestas legislativas adoptadas en noviembre de 2021, instando también a conseguir más progresos. En concreto, para avanzar en la UMC es importante abordar los obstáculos estructurales, como las diferencias nacionales en la normativa sobre insolvencia, la protección de los inversores y la fiscalidad, así como reforzar la supervisión transfronteriza. El BCE prestó especial atención a los mercados de capitales verdes. Los mercados de capitales desempeñan un papel esencial a la hora de cumplir las ambiciones climáticas de la UE, según se señala en el Macroprudential Bulletin de octubre de 2021 y en el informe Financial Stability Review de noviembre de 2021. El BCE puso de relieve el hecho de que, para seguir desarrollando mercados de capitales verdes, integrados y de gran tamaño en la UE, serán necesarias medidas decisivas para mejorar las estructuras y los estándares de los mercados, con el fin de reducir la fragmentación y el riesgo de «blanqueo ecológico» (greenwashing) y asegurar el compromiso general de las empresas con la transición verde. Asimismo, los mercados de capitales verdes se verán impulsados si se avanza en la UMC poniendo el foco en áreas que son relevantes para ellos o en medidas dirigidas a aumentar la financiación del capital para estimular la innovación.

Desarrollo de la regulación de los criptoactivos y las stablecoins

El BCE propuso reforzar algunos requisitos del Reglamento sobre mercados de criptoactivos

En respuesta a la propuesta de reglamento relativo a los mercados de criptoactivos de la Comisión Europea (el Reglamento MiCA, por sus siglas en inglés), el BCE publicó un dictamen en febrero de 2021 en el que proponía que se clarificaran y reforzaran algunos requisitos prudenciales y la función del BCE y de otros miembros pertinentes del Sistema Europeo de Bancos Centrales. El dictamen del BCE advertía contra el uso de algunos tipos de stablecoins como medio de pago. En él se defendía que se reforzaran los requisitos prudenciales para los emisores de stablecoins, exigiéndoles que lleven a cabo pruebas de resistencia e imponiéndoles requerimientos de liquidez al menos tan rigurosos como los establecidos en el Reglamento sobre los fondos del mercado monetario. El BCE también abogó por una supervisión a escala de la UE para garantizar una evaluación exhaustiva de los riesgos y evitar la fragmentación, dada la naturaleza transfronteriza de los criptoactivos y de las stablecoins. En noviembre, el BCE publicó su dictamen sobre la propuesta de reglamento para ampliar los requisitos de trazabilidad a las transferencias de criptoactivos. El BCE continuó participando activamente en los debates sobre criptoactivos y stablecoins celebrados en foros internacionales.

Fortalecimiento del marco regulatorio de las entidades financieras no bancarias

En 2021, el BCE continuó contribuyendo a los debates europeos e internacionales sobre la respuesta de las autoridades a las lecciones extraídas de las turbulencias causadas por la pandemia en relación con el sector financiero no bancario. En abril, el BCE publicó un boletín macroprudencial dedicado al sector financiero no bancario[72], en el que se analizan las vulnerabilidades surgidas durante las turbulencias del COVID-19 y se defiende un enfoque macroprudencial para hacer frente adecuadamente a los riesgos sistémicos originados en este sector. En julio de 2021, el Eurosistema publicó su respuesta a la consulta realizada por la Autoridad Europea de Valores y Mercados sobre las reformas de los fondos del mercado monetario de la UE, mostrándose a favor de las reformas para reforzar la resiliencia de los fondos del mercado monetario reduciendo significativamente sus desajustes de liquidez.

Contribuciones del BCE a los debates de políticas y a la regulación financiera sobre el cambio climático en la UE

El BCE realizó un seguimiento de los riesgos financieros relacionados con el clima y, al mismo tiempo, sentó las bases para tomar medidas derivadas de la evidencia

El BCE siguió evaluando y realizando un seguimiento de los riesgos financieros relacionados con el cambio climático y contribuyó a los debates europeos e internacionales sobre políticas. Conjuntamente con la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS), publicó un informe que contiene información analítica importante y establece las bases para tomar medidas específicas en función de la evidencia[73]. Asimismo, en octubre de 2021 publicó un boletín macroprudencial dedicado a los riesgos y las oportunidades relacionados con el cambio climático[74]. En los artículos del boletín se analiza el reto de reflejar los riesgos climáticos en el marco regulatorio de las entidades de crédito y si es necesaria una respuesta macroprudencial. El boletín también incluye una propuesta de enfoque macroprudencial en las pruebas de resistencia para reconocer el carácter sistémico de los riesgos climáticos.

El BCE ha seguido contribuyendo al desarrollo del marco regulatorio de la UE. Impulsó la agenda de la UE publicando un dictamen acerca de la propuesta de reglamento sobre los bonos verdes europeos, en el que se pedía un compromiso para que el estándar del bono verde europeo se convierta en el estándar principal en la UE, con el fin de crear un mercado de bonos verdes que sea coherente con la taxonomía de la UE y de reducir la preocupación en torno al blanqueo ecológico. El BCE también publicó un dictamen acerca de la propuesta de Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad. En él acogía favorablemente la propuesta de directiva como un paso necesario para mejorar la disponibilidad, la calidad y la coherencia de la información sobre sostenibilidad en la UE y para abordar las lagunas de información que impiden establecer para el sector financiero los marcos adecuados de política de sostenibilidad y de valoración y seguimiento de riesgos.

4 Buen funcionamiento de las infraestructuras de mercado y de los pagos

El Eurosistema desempeña un papel fundamental en el desarrollo, la gestión y la vigilancia de las infraestructuras y acuerdos de mercado que facilitan el intercambio seguro y eficiente de pagos, valores y activos de garantía en toda la zona del euro. También actúa como catalizador de la integración y la innovación en el mercado de pagos y valores. En respuesta a la transformación digital, a las nuevas exigencias regulatorias y a los cambios en las necesidades de los usuarios, el Eurosistema ha estado revisando y renovando las infraestructuras de mercado, las políticas y las estrategias actuales, además de explorar las nuevas tecnologías, las monedas digitales y la evolución de los criptoactivos.

4.1 Servicios TARGET

Los servicios TARGET del Eurosistema constan de tres servicios de liquidación: TARGET2, un sistema de liquidación bruta en tiempo real (RTGS, por sus siglas en inglés) para los pagos en euros que sustentan las operaciones de política monetaria del Eurosistema, las transacciones entre entidades de crédito y las operaciones comerciales; TARGET2-Securities (T2S), una plataforma única para la liquidación de valores en Europa, y el servicio de liquidación de pagos inmediatos de TARGET (TIPS, por sus siglas en inglés), que permite a los proveedores de servicios de pago ofrecer a sus clientes la transferencia inmediata de fondos durante las 24 horas del día, todos los días del año.

Aproximadamente 1.000 bancos utilizan TARGET2 para iniciar operaciones en euros, ya sea por cuenta propia o de sus clientes. Si se tienen en cuenta las sucursales y filiales, pueden estar accesibles a través de TARGET2 más de 43.000 entidades de crédito en todo el mundo. En 2021, TARGET2 procesó una media de 373.467 pagos diarios por un importe medio diario de 1,87 billones de euros, lo que supone un incremento del 8,25 % del volumen diario de pagos con respecto a 2020[75].

En 2022, el Eurosistema sustituirá TARGET2 por T2, que tendrá un nuevo componente de liquidación bruta en tiempo real (RTGS) y un componente de gestión centralizada de la liquidez, que optimizará la gestión de la liquidez en todos los servicios TARGET. T2 utilizará el estándar de mensajería ISO 20022 y será capaz de permitir pagos en varias divisas.

El proyecto de implementación de T2 pasó a la fase de pruebas de usuario al final de 2021 y está previsto que entre en funcionamiento en noviembre de 2022. Una parte vital del proyecto es el desarrollo del Portal Único de Infraestructuras de Mercado del Eurosistema (ESMIG, por sus siglas en inglés), que proporcionará un único punto de acceso para las comunicaciones externas que envían y reciben todos los servicios TARGET. En 2021 continuó preparándose la migración de los servicios TARGET al ESMIG.

La plataforma T2S conecta a 20 depositarios centrales de valores (DCV) de 20 mercados europeos y permite liquidar valores en euros y en coronas danesas. En 2021, T2S procesó una media de 726.271 operaciones al día por un importe medio diario de 691,10 mm de euros. Se ha empezado a trabajar en la incorporación de nuevos DCV a T2S, concretamente Euroclear Bank.

En 2020 se introdujo un mecanismo de sanción en T2S para ayudar a los DCV a cumplir sus obligaciones con arreglo al régimen de disciplina de liquidación establecido en el Reglamento relativo a los depositarios centrales de valores. Esta nueva y compleja funcionalidad ha continuado probándose a lo largo de 2021 como preparación para la entrada en vigor de las disposiciones pertinentes del Reglamento en febrero de 2022.

Alcance paneuropeo en TIPS

Durante 2021, el BCE ha estado tomando medidas para asegurar el alcance paneuropeo de los pagos inmediatos a través del servicio de liquidación de pagos inmediatos de TARGET (TIPS). Con arreglo a las medidas dirigidas a lograr el alcance paneuropeo que aprobó el Consejo de Gobierno del BCE a mediados de 2020, los 2.235 proveedores de servicios de pago que se han adherido al esquema de transferencias SEPA inmediatas (SCT Inst) y son accesibles en TARGET2 también serán accesibles en una cuenta de TIPS, ya sea como participantes o como entidades accesibles, a finales del primer trimestre de 2022. Aproximadamente en la misma fecha, las once cámaras de compensación automatizadas (ACH, por sus siglas en inglés) que ofrecen servicios de pagos inmediatos tendrán que migrar sus cuentas técnicas de TARGET2 a TIPS. Esta migración se llevará a cabo en tres olas. El diseño de TIPS que permite operar con varias monedas ha suscitado interés entre los bancos centrales de fuera de la zona del euro. Como resultado, a partir de mayo de 2022 el Sveriges Riksbank ofrecerá liquidación de pagos inmediatos en coronas suecas a través de TIPS y, en noviembre de 2025, como muy tarde, el Danmarks Nationalbank ofrecerá liquidación en coronas danesas en TIPS. Tras las decisiones adoptadas por el Sveriges Riksbank y el Danmarks Nationalbank de incorporarse a la plataforma y utilizar la capacidad del servicio de operar con varias monedas, el Norges Bank ha expresado su interés en unirse a TIPS y liquidar pagos inmediatos en coronas noruegas.

En 2020 comenzó el trabajo para explorar la posibilidad de introducir una funcionalidad multidivisa en TIPS. En junio de 2021, el BCE y el Sveriges Riksbank anunciaron que seguían investigando cómo podría TIPS servir de soporte para la liquidación de pagos inmediatos entre el euro y la corona sueca.

Además de los tres servicios de liquidación, el Eurosistema está desarrollando un nuevo servicio TARGET, el Sistema de Gestión de Activos de Garantía del Eurosistema (ECMS, por sus siglas en inglés), que será un sistema unificado para gestionar los activos utilizados como garantía en las operaciones de crédito del Eurosistema para todas las jurisdicciones de la zona del euro. Su puesta en funcionamiento está prevista para noviembre de 2023. En 2021 se terminó el desarrollo del sistema y empezaron las pruebas de aceptación del Eurosistema y los preparativos para las pruebas de usuario. En 2021, una de las prioridades fue asegurar que las partes interesadas del ECMS contasen con la documentación necesaria para su adaptación interna. Con el fin de facilitar un entendimiento común y una preparación eficaz, el Eurosistema celebró seminarios periódicos con DCV y agentes tripartitos, y publicó información sobre los mensajes transmitidos y sobre los hitos logrados con respecto a la preparación en el sitio web del BCE.

Recuadro 6
Medidas adoptadas en respuesta a los incidentes ocurridos en los servicios TARGET

En diciembre de 2020, el BCE encargó a Deloitte GmbH que llevara a cabo una revisión independiente de los cinco incidentes importantes relacionados con las tecnologías de la información (no ciberincidentes) que se produjeron en 2020 y afectaron a las operaciones de pago y al procesamiento de operaciones con valores de los servicios TARGET. El objetivo de la revisión era identificar las causas de los incidentes, extraer lecciones más generales y proponer recomendaciones en las siguientes seis áreas clave: i) gestión de cambios y nuevas versiones (Change and release management); ii) gestión de la continuidad de negocio (Business continuity management); iii) pruebas de conmutación y recuperación (Fail-over and recovery tests); iv) protocolos de comunicación (Communication protocols); v) gobernanza (Governance), y vi) operación de los centros de datos y sistemas de información (Data centre and IT operations).

El 28 de julio de 2021, el BCE publicó la revisión independiente de Deloitte. El informe incluía una descripción detallada de los incidentes relevantes, el impacto de cada uno en los participantes de los servicios TARGET y las causas de cada incidente. Además, Deloitte revisó a fondo los procedimientos que se siguieron durante los incidentes, puso de relieve las debilidades detectadas y formuló recomendaciones para subsanarlas.

En su respuesta, el Eurosistema aceptó las conclusiones generales y las recomendaciones de Deloitte, y se comprometió a aplicarlas con determinación.

En la segunda mitad de 2021, el Eurosistema preparó un plan de acción para abordar con prontitud las cuestiones y recomendaciones planteadas por Deloitte. Este plan se amplió para incluir las recomendaciones emitidas por la función de vigilancia del Eurosistema y el Comité de Auditoría Interna en relación con los incidentes ocurridos en los servicios TARGET en 2020. Asimismo, para las recomendaciones relativas a un servicio TARGET específico, el Eurosistema trató de diseñar medidas de respuesta que se aplicarían de forma integral a los distintos servicios TARGET y al sistema consolidado T2-T2S que está previsto que entre en funcionamiento en 2022.

En 2021 ya se acordaron o adoptaron medidas para dar respuesta a varias de las recomendaciones, y el resto de medidas se implementarán en su mayoría en 2022. En algunas recomendaciones también se involucró a los participantes en el mercado con vistas a asegurar que se tenían en cuenta sus opiniones. Para ello, se organizaron sesiones específicas con el Grupo Consultivo sobre las Infraestructuras del Mercado para Pagos (AMI-Pay, por sus siglas en inglés), el Grupo Consultivo sobre las Infraestructuras del Mercado para Valores y Activos de Garantía (AMI-SeCo, por sus siglas en inglés) y el Grupo de Dirección de los Depositarios Centrales de Valores (CSG, por sus siglas en inglés) en T2S. Estos grupos también recibirán periódicamente información actualizada sobre la aplicación del plan de acción hasta su finalización.

El 17 de diciembre de 2021, el BCE publicó un resumen del plan de acción, en el que también se indican los plazos correspondientes para la aplicación de las medidas previstas.

4.2 Vigilancia y la función de banco central emisor

El Eurosistema establece objetivos de vigilancia para las infraestructuras de los mercados financieros y los pagos en la zona del euro adoptando reglamentos, normas, orientaciones y recomendaciones específicos, realizando un seguimiento de su aplicación y promoviendo el cambio en caso necesario. Además, en su calidad de banco central emisor del euro, el Eurosistema participa en acuerdos de gestión de crisis y de vigilancia cooperativa para las infraestructuras de los mercados financieros con una actividad relevante denominada en euros.

En 2021, una de las áreas en las que se centró especialmente la atención fue la evaluación de las infraestructuras operadas por el Eurosistema —TARGET2 y T2S— con respecto a las expectativas de vigilancia sobre ciberresiliencia del Eurosistema. El objetivo de la evaluación es seguir mejorando la ciberresiliencia de las dos infraestructuras. El Eurosistema también adoptó medidas para promover aún más la ciberresiliencia de las infraestructuras de los mercados financieros a través del Consejo de Ciberresiliencia del Euro —poniendo en práctica la Iniciativa para el Intercambio de Información e Inteligencia Cibernéticas — y para fomentar la adopción y aplicación del marco TIBER-EU.

En el ámbito de la vigilancia de TARGET2 y T2S, el Eurosistema continuó realizando un seguimiento de las recomendaciones de las evaluaciones de vigilancia anteriores. En este contexto, el Eurosistema se centró particularmente en las medidas dirigidas a abordar los factores que habían influido en los incidentes operativos graves que se produjeron en 2020. Con el fin de promover la cooperación eficaz con otras autoridades interesadas en el buen funcionamiento de T2S, el Eurosistema también contribuyó en los trabajos del acuerdo de cooperación de T2S.

Con respecto al marco general de vigilancia de los sistemas de pago de importancia sistémica (SIPS, por sus siglas en inglés), el Eurosistema concluyó su revisión del Reglamento relativo a los SIPS sobre la base de la consulta pública correspondiente, y en abril de 2021 publicó una versión revisada del Reglamento. Después de que MasterCard Clearing Management System fuera clasificado como SIPS, el Eurosistema inició una evaluación completa de MasterCard con arreglo al Reglamento aplicable a los SIPS. Por último, el Eurosistema evaluó y realizó un seguimiento de la puesta en funcionamiento de un modelo de liquidación bruta continua para STEP2-T y (mediante una iniciativa de vigilancia cooperativa liderada por la Reserva Federal) la migración de CLS Settlement a una nueva plataforma tecnológica.

Se completó el nuevo marco de vigilancia de los instrumentos, esquemas y acuerdos de pago electrónico (PISA)

En lo que respecta a los instrumentos y los esquemas de pago, el Eurosistema publicó su séptimo informe sobre fraude en los pagos con tarjeta. El 15 de noviembre de 2021, el Consejo de Gobierno del BCE aprobó la versión definitiva del marco de vigilancia del Eurosistema para los instrumentos, esquemas y acuerdos de pago electrónico (marco PISA, por sus siglas en inglés). El Eurosistema utilizará el marco PISA (que reemplaza el sistema de vigilancia armonizado y los estándares de vigilancia para los instrumentos de pago, así como todos los marcos de vigilancia relacionados para tarjetas, adeudos y transferencias, y los objetivos de seguridad del dinero electrónico) para vigilar la actividad de los participantes en el mercado que posibilitan u ofrecen soporte para el uso de tarjetas, transferencias, adeudos, dinero electrónico y tokens digitales de pago. Además de los esquemas de pago tradicionales, se incluyen bajo el marco PISA los esquemas de tokens digitales, así como mecanismos de pago que apoyan a los usuarios finales en la ejecución de transferencias de valor, como las carteras digitales.

Como parte de su función de banco central emisor en los colegios supervisores para las entidades de contrapartida central (ECC) de la UE con arreglo al Reglamento Europeo de Infraestructuras de Mercado (EMIR, por sus siglas en inglés), el Eurosistema analizó diversas propuestas para ampliar los servicios o realizar cambios importantes en los procedimientos de gestión de riesgos de las ECC de la UE. El Eurosistema también contribuyó a la labor de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) en la supervisión de ECC de terceros países de importancia sistémica para la UE (ECC de nivel 2) y, de conformidad con el artículo 25, apartado 2, letra c), del EMIR, en la evaluación de si algunos de los servicios de compensación de las ECC de nivel 2 son tan importantes desde el punto de vista sistémico que esas ECC no deberían estar reconocidas para prestar tales servicios a miembros compensadores y centros de negociación establecidos en la UE. El 17 de diciembre de 2021, la ESMA publicó una declaración[76] en la que llegó a la conclusión de que los costes y los riesgos de dejar de reconocer los servicios de las ECC de nivel 2 establecidas en el Reino Unido superarían las ventajas para la UE en este momento y propuso un conjunto de medidas para responder a los riesgos y vulnerabilidades identificados.

Tras la adopción del nuevo Reglamento de la UE sobre la recuperación y la resolución de las ECC (CCPRR, por sus siglas en inglés), el Eurosistema contribuyó al desarrollo de las correspondientes normas de regulación y orientaciones de la ESMA. El Eurosistema también participó en el establecimiento y los trabajos en curso de los grupos de gestión de crisis transfronterizos para ECC de la zona del euro y de terceros países. Estos grupos tienen como objetivo asegurar la preparación adecuada para la posibilidad de que una ECC entre en resolución. Un aspecto clave de este trabajo es determinar si se espera que los recursos financieros de una ECC sean adecuados con fines de resolución. Desde la perspectiva de un banco central emisor, este aspecto es importante, dado que los riesgos de liquidez que se derivarían de una cobertura insuficiente de recursos serían significativos.

En 2021, los organismos reguladores internacionales siguieron centrándose en las lecciones aprendidas por parte de las infraestructuras de los mercados financieros en el contexto de la pandemia. Como seguimiento de la revisión holística de las turbulencias observadas en los mercados realizado por el Consejo de Estabilidad Financiera, el BCE contribuyó a la labor del Joint Working Group on Margin (grupo de trabajo conjunto sobre márgenes) de la Organización Internacional de Comisiones de Valores, el Comité de Pagos e Infraestructuras del Mercado y el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea. Con respecto a los mercados de derivados que no se compensan de forma centralizada en la UE, el BCE efectuó sus propios análisis para investigar los principales factores determinantes del aumento de los márgenes iniciales durante la pandemia y los métodos aplicados por las ECC para mitigar la prociclicidad.

Por lo que se refiere a la liquidación de valores, el Eurosistema contribuyó en calidad de banco central emisor al proceso de revisión y evaluación de los DCV de la UE conforme al Reglamento de la UE relativo a los depositarios centrales de valores (CSDR, por sus siglas en inglés). El Eurosistema, al ser la única autoridad que participa directamente en la evaluación de todos los DCV de la zona del euro y también de algunos de la UE no pertenecientes a esa zona, desempeña un papel importante en la promoción de planteamientos seguros y coherentes y de la igualdad de condiciones para todos los DCV. El Eurosistema también contribuyó a la revisión del CSDR, y el BCE emitió su dictamen sobre el régimen piloto de la tecnología de registro descentralizado, uno de los tres componentes del paquete de finanzas digitales (Digital Finance Package) adoptado por la Comisión Europea con el objetivo de facilitar el acceso a productos financieros innovadores, asegurando al mismo tiempo la protección de los consumidores y la estabilidad financiera.

4.3 Innovación e integración en las infraestructuras de mercado y los pagos

Para aprovechar el potencial innovador de la digitalización y hacer frente a los desafíos crecientes para la soberanía europea en el mercado de pagos, el Eurosistema ha puesto en marcha una estrategia exhaustiva para los pagos minoristas.

Uno de los objetivos fundamentales de la estrategia para pagos minoristas es respaldar la creación de una solución paneuropea para esos pagos en el punto de interacción, es decir, en el punto de venta físico y en el comercio electrónico o a través de dispositivos móviles. El Eurosistema acoge favorablemente las iniciativas para soluciones de pagos que cumplan los objetivos del Eurosistema y mantiene un diálogo continuo con representantes de las iniciativas en marcha y de las nuevas que puedan surgir.

Implantación plena de los pagos inmediatos con el apoyo de distintas medidas

Otra de las metas principales es lograr que todos los ciudadanos y empresas tengan acceso a los pagos inmediatos en toda Europa y fomentar su implantación como la nueva norma en los pagos. A finales de 2021, el 60 % de los proveedores de servicios de pago que ofrecían transferencias SEPA ofrecían también transferencias SEPA inmediatas, y el 10,4 % de todas las transferencias fueron inmediatas. Para acelerar el uso de pagos inmediatos, podrían ser necesarias medidas adicionales. En 2021 entraron en vigor las medidas para asegurar el alcance paneuropeo de los pagos inmediatos (véase sección 4.1). Se está trabajando para posibilitar los pagos inmediatos en el punto de interacción mediante el desarrollo de un estándar de código QR, y posteriormente se añadirán otras tecnologías de la comunicación.

Para mejorar los pagos transfronterizos más allá de la zona del euro y de la UE, el Eurosistema está contribuyendo al trabajo realizado por el G-20 y está explorando la liquidación multidivisa de pagos inmediatos en los servicios TARGET (véase sección 4.1.).

Asimismo, la estrategia de pagos minoristas del Eurosistema incluye trabajar en los servicios de identidad electrónica (eID) y firma electrónica (eSignature) con el fin de permitir que se acepten soluciones eID/eSignature para los servicios de pago. Para lograr la alcanzabilidad y el acceso neutral, se permite que a algunos proveedores de servicios de pago no pertenecientes al sector bancario se les dé acceso a determinados sistemas de pago SEPA como clientes de un banco central nacional del Eurosistema.

Paralelamente a los trabajos sobre la estrategia de pagos minoristas del Eurosistema, el BCE promueve el desarrollo de servicios de pago innovadores a través de la banca abierta (open banking), es decir, permitiendo que proveedores externos presten servicios en torno a la entidad gestora de cuentas mediante interfaces de programación de aplicaciones en abierto (API, por sus siglas en inglés). El Consejo de Pagos Minoristas en Euros (ERPB, por sus siglas en inglés), que es un órgano estratégico de alto nivel presidido por el BCE y encargado de fomentar la integración, la innovación y la competitividad de los pagos minoristas en euros en la UE, ha estado impulsando la estandarización de las API y un acuerdo mutuamente beneficioso sobre un conjunto más amplio de servicios. En 2021, el ERPB invitó al Consejo Europeo de Pagos a desarrollar un esquema SEPA de acceso a través de API (SEPA API Access scheme). El esquema definirá servicios «básicos» con arreglo a los requerimientos legales y regulatorios de la Directiva revisada sobre servicios de pago (PSD2, por sus siglas en inglés) y es posible que también incluya servicios de valor añadido (premium) que pueden ser prestados en el contexto de la banca abierta como evolución natural de la PSD2.

Con arreglo a su objetivo de aumentar la integración de los mercados financieros europeos, el Grupo Consultivo sobre las Infraestructuras del Mercado para Valores y Activos de Garantía (AMI-SeCo, por sus siglas en inglés) siguió progresando en la armonización de los servicios de poscontratación. En el ámbito de la gestión de los activos de garantía, en 2021 los mercados europeos lograron avances en la definición y aplicación de los estándares del manual único de gestión de activos de garantía para Europa (SCoRE, por sus siglas en inglés). Se ha progresado particularmente en lo relativo a los eventos corporativos, donde el AMI-SeCo acordó nuevas actualizaciones de los estándares relevantes con los agentes de los mercados. El Eurosistema también realizó un seguimiento exhaustivo de los estándares de SCoRE mediante el marco de seguimiento acordado, que abarca un conjunto amplio de mercados y agentes.

Para identificar posibles mejoras de la eficiencia en los procesos de emisión de deuda de Europa, el BCE creó el Grupo de Contacto con el Mercado sobre Emisión de Deuda (DIMCG, por sus siglas en inglés). En 2021, este grupo publicó un informe en el que se abordan las cuestiones esenciales de la emisión de deuda europea y se indica que existen algunos riesgos, ineficiencias y costes indebidos en el proceso de emisión de dicha deuda. Para mitigar estas ineficiencias, el DIMCG señaló una lista de áreas en las que una mayor armonización mejoraría la eficiencia general de la emisión de deuda en Europa (por ejemplo, el conocimiento del cliente, la asignación del código ISIN y la identificación de inversores).

El AMI-SeCo también aportó a la Comisión Europea información sobre aspectos relativos a la poscontratación de valores del Plan de Acción para la Unión de los Mercados de Capitales de la Comisión, concretamente en relación con el tratamiento de la retención de impuestos y la revisión del Reglamento sobre los depositarios centrales de valores.

Recuadro 7
Investigación de un posible euro digital

El Consejo de Gobierno del BCE decidió iniciar la fase de investigación de un proyecto de euro digital en julio de 2021[77]. Varias tendencias observadas pueden hacer necesaria la emisión de un euro digital, por ejemplo, cada vez se compra más por internet y el uso del efectivo como medio de pago está disminuyendo. Si existiese un euro digital, los ciudadanos seguirían teniendo acceso a un medio de pago seguro y generalmente aceptado, también en la economía digital. Sería una representación electrónica de dinero emitido por el Eurosistema, libre de riesgos, que todos los ciudadanos podrían utilizar para sus pagos diarios. Sería un complemento del efectivo, pero no un sustituto. El inicio de la fase de investigación significa que el Eurosistema se está preparando para la posible emisión de un euro digital, pero no se tomará una decisión al respecto hasta más adelante.

Durante la fase de investigación del proyecto, el Eurosistema se centrará en un posible diseño funcional basado en las necesidades de los usuarios y que a la vez contribuya a evitar actividades ilícitas e impactos negativos sobre la estabilidad financiera y la política monetaria. La fase de investigación tendrá una duración de 24 meses y su objetivo es abordar aspectos clave relativos al diseño y la distribución de un euro digital. Se examinarán las necesidades de usuario que un euro digital debería atender para cumplir sus objetivos. También se estudiarán las posibles características y funcionalidades de un euro digital y las opciones de diseño correspondientes, y se llevarán a cabo el desarrollo de prototipos y trabajo conceptual. Asimismo, en la investigación se evaluará el potencial impacto de un euro digital en el mercado y se definirá un modelo de negocio para los intermediarios supervisados en el ecosistema del euro digital. Por último, se explorarán cuestiones jurídicas relativas a la posible introducción de un euro digital y se analizarán las soluciones técnicas que permitirían abordarlas mejor.

El Eurosistema mantendrá una interacción activa con las partes interesadas durante su investigación. En lo que respecta a los usuarios, el BCE está en contacto con los ciudadanos y los comercios a través de encuestas específicas y grupos específicos (focus groups) con el objetivo de entender sus necesidades y preferencias. Por lo que respecta al mercado, el Digital Euro Market Advisory Group (grupo consultivo del mercado sobre el euro digital) proporcionará información sobre cómo un euro digital podría añadir valor a la variedad de agentes que configuran el ecosistema de pagos de la zona del euro[78]. El Consejo de Pagos Minoristas en Euros (ERPB, por sus siglas en inglés) también recibirá periódicamente actualizaciones sobre cuestiones relativas al euro digital. Asimismo, el BCE consultará a expertos en tecnología con el fin de explorar opciones para diseñar un euro digital[79]. El BCE y los servicios de la Comisión Europea están revisando conjuntamente a nivel técnico una amplia gama de cuestiones de políticas, jurídicas y técnicas relacionadas con la posible introducción de un euro digital[80]. También se mantienen periódicamente intercambios de opiniones con el Parlamento Europeo y con los ministros de Finanzas de la zona del euro en el Eurogrupo[81]. En la dimensión internacional, el BCE ha contribuido a un grupo de trabajo de ministros de Finanzas y bancos centrales del G-7[82] y participa en un grupo internacional de siete bancos centrales[83] que trabaja con el Banco de Pagos Internacionales para explorar las monedas digitales de bancos centrales destinadas al público[84].

5 Iniciativas para facilitar el funcionamiento de los mercados y servicios financieros prestados a otras entidades

El BCE siguió ofreciendo operaciones en dólares estadounidenses a entidades de contrapartida de la zona del euro, proporcionando así un mecanismo de apoyo para la financiación de mercado. Las líneas de liquidez en euros con otros bancos centrales establecidas o activadas en 2020 siguieron en vigor en 2021 y no se acordaron nuevas líneas.

El BCE no intervino en los mercados de divisas, como también se indicó en los datos trimestrales sobre las intervenciones del BCE en estos mercados, que se publican en el sitio web del BCE.

El 3 de enero de 2022, el sector financiero completó satisfactoriamente la transición del índice medio del tipo de interés del euro a un día (eonia) al tipo de interés a corto plazo del euro (€STR) del BCE, y siguió trabajando en mejorar la solidez de las prácticas de mercado relativas a la formación de precios, también a través de la promoción de un mayor uso del €STR.

En 2021, el BCE continuó siendo responsable de la gestión de diversas operaciones financieras en nombre de la UE y desempeñando una función de coordinación en relación con el marco de servicios de gestión de reservas del Eurosistema.

5.1 Evolución de las operaciones de mercado

Líneas de liquidez en euros y en moneda extranjera

Las líneas de liquidez ayudan al BCE a cumplir su objetivo de estabilidad de precios, a evitar la escasez de liquidez en euros y a prevenir efectos de propagación (spillovers)

Las líneas de liquidez son uno de los instrumentos de política monetaria del BCE que le permite abordar la falta de disponibilidad —en el mercado— de financiación en euros fuera de la zona del euro y de moneda extranjera que experimentan las entidades de contrapartida de la zona del euro. Las líneas de liquidez contribuyen a la transmisión fluida de la política monetaria ayudando a impedir un posible endurecimiento en la concesión de crédito causado por la falta de financiación en moneda extranjera para las entidades de crédito de la zona del euro y por un incremento de la escasez de liquidez en euros que se traduzca en la venta repentina de activos denominados en euros y afecte a las condiciones financieras en esa zona[85].

Al proporcionar liquidez en euros a los bancos centrales extranjeros, el BCE contribuye a evitar que los efectos de propagación derivados de la demanda externa de financiación en euros se traduzcan en un endurecimiento injustificado de las condiciones financieras en la zona del euro. Las líneas de liquidez en euros establecidas o activadas en 2020 siguieron vigentes en 2021, y no se acordó ninguna nueva. La nueva facilidad repo del Eurosistema (EUREP, por sus siglas en inglés) continuó a disposición de un conjunto amplio de bancos centrales de fuera de la zona del euro. El 4 de febrero de 2021, el BCE decidió prorrogar, hasta marzo de 2022, la vigencia de las líneas de liquidez en euros de carácter temporal con bancos centrales no pertenecientes a la zona del euro. En el cuadro 5.1 se indican las líneas de liquidez en euros vigentes a 31 de diciembre de 2021, mediante las cuales el BCE podría proporcionar liquidez en euros a bancos centrales extranjeros.

La provisión de divisas a las entidades de contrapartida de la zona del euro alivia la presión en los mercados mundiales de financiación y ayuda a mitigar los efectos de las tensiones en la oferta de crédito a los hogares y a las empresas, tanto en la zona del euro como en el extranjero. En 2021, el BCE proporcionó liquidez en dólares estadounidenses en coordinación con la Reserva Federal, el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón y el Banco Nacional de Suiza. Se ofrecieron dos plazos de vencimiento: de 7 y de 84 días. Las operaciones a 84 días se suspendieron a partir del 1 de julio de 2021 debido a la normalización de las condiciones de los mercados. Las operaciones a 7 días siguieron siendo un mecanismo de respaldo para los mercados de financiación privada.

Cuadro 5.1

Resumen de las líneas de liquidez operativas

Fuente: Sitio web del BCE.
Nota: El cuadro no incluye las líneas repo establecidas con bancos centrales no pertenecientes a la zona del euro con arreglo a la EUREP, para las que el BCE no divulga sus entidades de contrapartida.

Contribución del BCE a la reforma de los tipos de interés de referencia

El BCE siguió participando en la reforma de los tipos de interés de referencia de la zona del euro de dos maneras: en primer lugar, proporcionando un tipo de referencia sólido y fiable —el tipo a corto plazo del euro (€STR)—, y, en segundo lugar, sirviendo de catalizador de la iniciativa del mercado al ocuparse de la secretaría del grupo de trabajo del sector privado sobre tipos de interés libres de riesgo para la zona del euro hasta que finalizó el mandato inicial del grupo en mayo de 2021.

La transición del eonia al €STR se completó satisfactoriamente

Tras varios años de preparación, la transición del eonia al €STR se completó satisfactoriamente y el eonia se publicó por última vez el 3 de enero de 2022. Varios hitos logrados el año pasado marcaron esta transición fluida. En octubre de 2021, las cámaras de compensación centralizada de los mercados de derivados, es decir, los mercados en los que más se ha utilizado el eonia con diferencia, realizaron de una sola vez la conversión de todas las posiciones vinculadas al eonia, que pasaron a vincularse al €STR, y desde entonces dejaron de compensar productos referenciados al eonia. Esta conversión contribuyó a trasladar liquidez en el mercado de derivados hacia el uso del €STR y evitó posibles problemas con los contratos de derivados referenciados al eonia que iban a vencer después de que se publicase el eonia por última vez el 3 de enero de 2022. Además, en octubre de 2021, la Comisión Europea designó el €STR como tipo sustitutivo normativo del eonia en los contratos sin disposiciones sobre tipos alternativos factibles[86], lo que sirvió para proporcionar mayor seguridad a los usuarios del eonia y reducir los riesgos legales antes de que se dejase de utilizar este índice de referencia.

Dado que el €STR es un tipo de referencia sólido y representativo, como se confirmó en la segunda revisión anual de la metodología del €STR realizada por el BCE, se anima a que los participantes en el mercado lo utilicen en operaciones con derivados y productos distintos de derivados en consonancia con la orientación del Consejo de Estabilidad Financiera. Para promover e impulsar un mayor uso del €STR, también en las disposiciones sobre tipos alternativos en contratos basados en el tipo de oferta en el mercado interbancario del euro (euríbor), el BCE empezó a publicar tipos medios compuestos y un índice compuesto basados en el €STR en abril de 2021 (véase recuadro 8).

La aplicación de tipos alternativos al euríbor sigue siendo una prioridad

En mayo de 2021, el grupo de trabajo sobre tipos de interés libres de riesgo para la zona del euro publicó recomendaciones relativas a las disposiciones sobre tipos alternativos en los contratos referenciados al euríbor y, por consiguiente, contribuyó al plan de contingencia en caso de un posible cese del euríbor. Una vez logrado este gran hito, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) tomó el relevo del BCE en la función de secretaría del grupo de trabajo y se actualizaron los términos de referencia del grupo. Ahora la prioridad es trabajar en la aplicación de las recomendaciones relativas a los tipos alternativos al euríbor y mitigar el impacto sobre los usuarios de la zona del euro derivado de la desaparición del líbor (tipo de interés de oferta en el mercado interbancario de Londres) a partir del 3 de enero de 2022[87]. Se recomienda que los participantes en el mercado sigan los debates del grupo de trabajo, tomen nota de sus recomendaciones y análisis, y consideren aplicarlos cuando planifiquen los tipos alternativos.

El Código Global del Mercado de Divisas revisado y la renovación de la Declaración de Compromiso por parte del SEBC

Publicación del Código Global del Mercado de Divisas actualizado y la Declaración de Compromiso del SEBC

El Código Global del Mercado de Divisas (el «Código»), un conjunto de principios de buenas prácticas en el mercado de divisas, se publicó por primera vez en 2017. La publicación del Código fue una respuesta directa e importante a la falta de confianza en el mercado de divisas tras varios casos de malas prácticas en el mercado y la imposición de las correspondientes sanciones multimillonarias en dólares estadounidenses. Para asegurar que el Código sigue siendo relevante y se ajuste a la evolución del mercado de divisas, el Comité Global del Mercado de Divisas revisó y actualizó los principios de varias áreas clave. La razón principal de muchas de las actualizaciones fue la necesidad de aumentar la divulgación de información y la transparencia sobre las prácticas que se siguen en las operaciones de divisas en un mercado cada vez más complejo. El Código actualizado se publicó el 15 de julio de 2021. El BCE y su Foreign Exchange Contact Group (grupo de contacto del mercado de divisas) estuvieron muy implicados en el proceso de revisión. Varios miembros de ese grupo de contacto participaron en los grupos de trabajo del Comité Global del Mercado de Divisas y fueron fundamentales en la actualización del Código. De cara al futuro, es importante que todos los participantes en el mercado de divisas revisen el Código actualizado, valoren las implicaciones de los principios actualizados para sus propias actividades y ajusten esas actividades en consecuencia. Los miembros del Sistema Europeo de Bancos Centrales, que está integrado por el BCE y los bancos centrales nacionales de todos los Estados miembros de la UE, llevaron a cabo una revisión interna de sus actividades respectivas. Después de que se completase el proceso de revisión, se publicó la Declaración de Compromiso actualizada el 15 de febrero de 2022[88].

Presentación de información sobre las intervenciones en el mercado de divisas

El BCE no intervino en el mercado de divisas

En 2021, el BCE no intervino en el mercado de divisas. Desde la introducción del euro, el BCE ha intervenido en este mercado en dos ocasiones: en 2000 y en 2011. Los datos sobre las intervenciones en el mercado de divisas se publican trimestralmente, con un retraso de un trimestre, en el sitio web del BCE y en el Statistical Data Warehouse. La información publicada en el cuadro trimestral también se resume una vez al año en el Informe Anual del BCE (véase cuadro 5.2). Si no ha habido ninguna intervención en el mercado de divisas en el trimestre correspondiente, se indica expresamente.

Cuadro 5.2

Intervenciones del BCE en el mercado de divisas

Fuente: BCE.

El marco de información abarca las intervenciones en el mercado de divisas que el BCE llevó a cabo unilateralmente y de forma coordinada con otras autoridades, así como las intervenciones «en los márgenes» efectuadas en el contexto del Mecanismo de Tipos de Cambio (MTC II).

5.2 Gestión de las operaciones de endeudamiento y de préstamo realizadas por la UE

El BCE es responsable de la gestión de las operaciones de endeudamiento y de préstamo realizadas por la UE con arreglo al mecanismo de ayuda financiera a medio plazo (MTFA, por sus siglas en inglés)[89], al Mecanismo Europeo de Estabilización Financiera (MEEF)[90], al instrumento europeo de apoyo temporal para atenuar los riesgos de desempleo en una emergencia (SURE, por sus siglas en inglés)[91] y al programa Next Generation EU (NGEU)[92].

El BCE procesa los pagos relacionados con diversos programas de préstamos de la UE

En 2021, el BCE procesó pagos de intereses en relación con los préstamos concedidos en el marco del MTFA. A 31 de diciembre de 2021, el importe total del saldo vivo de los préstamos concedidos al amparo de este mecanismo ascendía a 200 millones de euros. En 2021, el BCE también procesó pagos diversos y pagos de intereses relacionados con los préstamos otorgados al amparo del MEEF. El saldo vivo total de estos préstamos a 31 de diciembre de 2021 se cifraba en 46,8 mm de euros. En 2021, el BCE tramitó los desembolsos de préstamos del SURE a distintos Estados miembros y los pagos de intereses correspondientes. El saldo vivo total de estos préstamos a 31 de diciembre de 2021 era de 89,6 mm de euros. Por último, en 2021, el BCE tramitó los desembolsos de préstamos y transferencias del NGEU a diversos Estados miembros.

Del mismo modo, el BCE es responsable de la gestión de los pagos generados por las operaciones efectuadas en el contexto de la Facilidad Europea de Estabilización Financiera (FEEF)[93] y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)[94]. En 2021, el BCE procesó varios pagos por intereses y comisiones en relación con dos préstamos concedidos al amparo de la FEEF.

Por último, el BCE es responsable de procesar todos los pagos relacionados con el acuerdo de préstamo suscrito con Grecia[95]. A 31 de diciembre de 2021, el saldo vivo total en el contexto de este acuerdo ascendía a 50,1 mm de euros.

5.3 Servicios de gestión de reservas del Eurosistema

Varios bancos centrales nacionales del Eurosistema prestan servicios con arreglo al marco de ERMS

En 2021 se continuó prestando una amplia gama de servicios financieros dentro del marco de servicios de gestión de reservas del Eurosistema (ERMS, por sus siglas en inglés) establecido en 2005 para la gestión de activos de reserva denominados en euros de sus clientes. Algunos de los bancos centrales nacionales del Eurosistema prestan servicios financieros con arreglo a este marco, en condiciones y términos armonizados, y de conformidad con los estándares del mercado, a bancos centrales, autoridades monetarias y organismos públicos situados fuera de la zona del euro, así como a organizaciones internacionales. El BCE desempeña una función general de coordinación, hace un seguimiento del correcto funcionamiento de los servicios, promueve cambios para mejorar el marco y prepara los informes correspondientes para el Consejo de Gobierno del BCE.

El número de cuentas de clientes de ERMS comunicadas era de 265 al final de 2021, en comparación con 260 al final de 2020. El total de tenencias agregadas (que incluyen las tenencias de efectivo y de valores) gestionado en el marco de ERMS aumentó alrededor de un 18 % en 2021 con respecto a 2020.

Por razones de claridad, el marco jurídico de ERMS fue objeto de una refundición en 2021, que incluyó actualizaciones con el fin de reforzar los incentivos para lograr mayor transparencia en la presentación de informes y el intercambio de información dentro del Eurosistema en el contexto de la prestación de ERMS.

6 Demanda elevada de efectivo con un volumen bajo continuado de falsificaciones

El BCE y los bancos centrales nacionales (BCN) de la zona del euro son los responsables de emitir billetes en euros, en los volúmenes y con la estructura de denominaciones que se estimen adecuados, con el fin de garantizar la disponibilidad de efectivo y de mantener la confianza en la moneda común. La pandemia de COVID-19 ha tenido dos efectos en los hábitos de pago. En primer lugar, ha puesto de relieve el papel del efectivo como depósito de valor y, en segundo lugar, ha reducido ligeramente la demanda de efectivo para uso transaccional. No obstante, el número de billetes en euros en circulación siguió aumentando en 2021, mientras que el número de billetes falsos retirados de la circulación permaneció en un nivel históricamente bajo. Dado que el efectivo continúa siendo el medio de pago preferido por muchos consumidores, el Eurosistema tiene el objetivo de asegurar un acceso adecuado al efectivo y su aceptación en los próximos años, como se describe en la estrategia de efectivo del Eurosistema.

Una vez completada la introducción de la serie Europa de billetes en 2019, el Eurosistema ha iniciado ya los preparativos para el desarrollo de los futuros billetes.

6.1 Circulación de billetes en euros

El número de billetes en euros en circulación y su importe aumentaron, y la proporción más elevada correspondió a la denominación de 50 euros

En 2021, el número de billetes en euros en circulación y su importe se incrementaron un 6,5 % y un 7,7 %, respectivamente. Al final del año, circulaban 28.200 millones de billetes en euros por un importe total de 1.540 mm de euros (véase gráfico 6.1). Los billetes de 50 euros representaban la proporción más elevada del total de billetes en circulación, el 44,3 % en términos de importe, lo que prácticamente igualaba el importe agregado de las denominaciones de 100, 200 y 500 euros (véase gráfico 6.2).

Gráfico 6.1

Número e importe de los billetes en euros en circulación

(escala izquierda: mm de euros; escala derecha: miles de millones)

Fuente: BCE.

Gráfico 6.2

Importe de los billetes en euros en circulación, por denominaciones

(mm de euros)

Fuente: BCE.

En 2021, las variaciones en los volúmenes de billetes en euros en circulación por denominaciones continuaron estando influidas por la pandemia de COVID-19 y por las distintas funciones del efectivo. La demanda de las denominaciones de 200 y 100 euros siguió siendo alta, con tasas de crecimiento interanual del 33,6 % y el 9 %, respectivamente, ya que también se utilizan como depósito de valor. El incremento del importe de los billetes de 50 euros en circulación se situó, en términos interanuales, en el 7,5 %, y el crecimiento interanual agregado del importe de los billetes de entre 5 y 20 euros en circulación alcanzó el 3 %.

El BCE y los bancos centrales nacionales continúan manteniendo la elevada calidad de los billetes en euros en circulación

Los BCN del Eurosistema comprobaron la autenticidad y la calidad de 23.500 millones de billetes por importe de 759,3 mm de euros, es decir, un volumen solo ligeramente menor que el total de billetes en euros en circulación. De los billetes comprobados, 2.900 millones estaban desgastados por el uso y tuvieron que ser reemplazados para mantener exclusivamente billetes de alta calidad en el ciclo del efectivo.

Incremento de la circulación de monedas en euros

Al final de 2021, había un total de 141.200 millones de monedas en euros en circulación, por un importe de 31,2 mm de euros. En comparación con el final del año anterior, el importe de las monedas en euros en circulación aumentó un 2,7 %.

6.2 Conveniencia en el manejo habitual de los billetes en euros

Habida cuenta del papel que el efectivo desempeña en la sociedad europea, el BCE tiene el objetivo de garantizar que los billetes en euros continúan siendo adecuados para su fin, fáciles de usar y difíciles de falsificar.

Como parte de este esfuerzo continuo para que los billetes en euros sigan considerándose adecuados para su fin, la recogida sistemática de las opiniones de los grupos de interés en el área de los billetes en euros constituye una actividad fundamental para respaldar el desarrollo de los futuros billetes en euros y sus elementos de seguridad. Con este objetivo en mente, en 2021 se puso en marcha una encuesta a profesionales que manejan efectivo (Cash Handler Survey), destinada a conocer mejor lo que estos profesionales opinan sobre el diseño actual, los procesos de autenticación y el manejo de los billetes en euros.

La población encuestada comprendía personas mayores de 16 años de los 19 países pertenecientes a la zona del euro que manejan efectivo habitualmente en el curso de su actividad profesional. En total se llevaron a cabo más de 22.000 entrevistas.

Elevado nivel de satisfacción con el diseño y las denominaciones actuales de los billetes en euros entre los profesionales que manejan efectivo

La encuesta puso de manifiesto los elevados niveles de satisfacción de los profesionales que manejan efectivo con respecto al diseño y las denominaciones actuales de los billetes en euros. Estos profesionales de la zona del euro rara vez experimentaron dificultades a la hora de distinguir los billetes.

Las comprobaciones de autenticidad son muy habituales (seis de cada diez profesionales encargados del manejo del efectivo comprueban billetes), y los encuestados que han recibido recientemente formación sobre comprobación de billetes las realizan prácticamente siempre. El uso de máquinas/dispositivos para comprobar la autenticidad de los billetes está generalizado (56 %) entre quienes llevan a cabo esta tarea. Los profesionales encargados del manejo de efectivo que comprueban los billetes manualmente suelen hacer comprobaciones rápidas de un elemento de seguridad (23 %) o de varios (39 %).

La velocidad y la facilidad de la comprobación son importantes para los profesionales que manejan efectivo

El principal motivo por el que se opta por comprobar uno u otro elemento de seguridad es la velocidad. La facilidad de la comprobación del elemento también es importante. Esta conclusión es aplicable a todos los elementos de seguridad y a todas las denominaciones de los billetes.

6.3 El número de billetes falsos en euros registró otro mínimo histórico

El BCE aconseja al público que se mantenga alerta cuando reciba billetes y que no deje de aplicar el método «toque-mire-gire»

La tendencia descendente de la falsificación de billetes en euros continuó en 2021, año en el que se volvió a registrar un mínimo histórico en la proporción de falsificaciones en relación con el número de billetes auténticos en circulación (véase gráfico 6.3). El número total de billetes falsos en euros retirados de la circulación se situó en 347.000, lo que significa que, en un año, tan solo se detectaron 12 billetes falsos por cada millón de billetes auténticos en circulación. La calidad de las falsificaciones sigue siendo baja, lo que permite detectarlas de forma muy rápida y sencilla aplicando el método «toque-mire-gire».

Gráfico 6.3

Número de billetes falsos detectados anualmente por cada millón de billetes en euros auténticos en circulación

(unidades por millón)

Fuente: BCE.

El desarrollo de los futuros billetes en euros ha comenzado

El efectivo seguirá siendo importante en el futuro

El BCE espera que el efectivo en euros continúe utilizándose ampliamente hasta 2030 y después. Por eso, y para anticiparse a los falsificadores, es necesario prepararse y estar listos para lanzar billetes en euros mejorados y actualizados que permitan mantener la confianza que el público deposita en ellos y garantizar que sean seguros y cómodos de usar. Dada la duración y complejidad del proceso de desarrollo de futuros billetes, los preparativos ya han comenzado, incluida la labor de investigación y desarrollo, las consultas periódicas con las partes interesadas y el público en general, y la producción de billetes de prueba con nuevos elementos de seguridad.

El BCE tiene previsto rediseñar los futuros billetes en euros. El proceso de diseño incluirá varias rondas de consultas a los ciudadanos europeos. El BCE espera seleccionar los diseños definitivos de los nuevos billetes en euros en 2024.

7 Estadísticas

El BCE —en colaboración con los bancos centrales nacionales (BCN)— elabora, recoge, compila y difunde una amplia gama de estadísticas y datos que sirven de apoyo a la política monetaria del BCE, así como a las tareas relacionadas con la estabilidad financiera y otras funciones del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) y de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS). Estas estadísticas también son utilizadas por las autoridades públicas, las organizaciones internacionales, los participantes en los mercados financieros, los medios de comunicación y el público en general, y ayudan al BCE a aumentar la transparencia de su trabajo.

Este capítulo se centra en las nuevas estadísticas de la zona del euro, concretamente en el desarrollo de indicadores experimentales que respalden la política sobre el cambio climático e índices de precios de la vivienda en régimen de propiedad. Los dos recuadros se dedican a la reciente publicación de los tipos medios compuestos y el índice compuesto basados en el €STR, y a la promoción de la estandarización de datos a escala global.

7.1 Novedades y mejoras en las estadísticas de la zona del euro

Las estadísticas macroeconómicas están evolucionando para seguir siendo adecuadas para su propósito

En abril de 2021, el Consejo de Gobierno del BCE adoptó una nueva Orientación en materia de cuentas financieras trimestrales[96]. Se definen las nuevas exigencias de datos y el plazo de aplicación para presentar la información sobre las cuentas financieras trimestrales con nuevas desagregaciones, que responden a la evolución económica y las necesidades de los usuarios.

Se adoptó una Orientación del BCE para que se proporcionen nuevos datos sobre las cuentas financieras trimestrales

La nueva Orientación incorpora exigencias de presentación de información detallada por parte de los subsectores de otras instituciones financieras con el fin de mejorar las estadísticas utilizadas en el seguimiento del sector financiero no bancario en los análisis monetarios y de estabilidad financiera. También se introduce un nuevo desglose de instrumentos financieros por categorías funcionales de la balanza de pagos para permitir la identificación de operaciones transfronterizas frente a empresas de inversión exterior directa y nuevos desgloses de instrumentos para derechos por pensiones y seguros de vida. Estas nuevas estadísticas se pondrán gradualmente a disposición de los usuarios a partir de la segunda mitad de 2022.

Un nuevo Reglamento exige datos para reforzar el análisis de la evolución monetaria y crediticia

Tras una revisión de las exigencias de información estadística sobre las partidas del balance de las instituciones financieras monetarias, que incluyó una consulta pública realizada a principios de 2020, el BCE publicó un nuevo Reglamento[97]. Su objetivo es abordar necesidades de datos de carácter prioritario para el análisis de la evolución monetaria y crediticia. El Reglamento también introduce modificaciones a algunos requisitos existentes, definiciones y exenciones de las obligaciones de información estadística, cuando ello favorezca una mejor integración con otros conjuntos de datos estadísticos.

La presentación de información estadística del Eurosistema está evolucionando para reducir la carga informativa de las entidades de crédito

Tras una consulta al conjunto del sector, en diciembre de 2021 el Consejo de Gobierno del BCE aprobó el inicio de la fase de diseño del marco integrado de información (IReF, por sus siglas en inglés)[98]. El objetivo del IReF es consolidar la información estadística de las entidades de crédito de la zona del euro, reduciendo así su carga informativa al aprovechar la digitalización y la modernización de la organización de la producción. El proyecto se está realizando en estrecha colaboración con otras autoridades europeas en relación con el objetivo a largo plazo de lograr una mayor estandarización e integración en el ámbito de la presentación de información estadística, prudencial y de resolución. Se espera que el nuevo marco de presentación de información empiece a aplicarse en 2027.

7.2 Desarrollo de indicadores experimentales que respalden la política sobre el cambio climático

Como el cambio climático afectará cada vez más a la economía y al sistema financiero, en julio de 2021 el Consejo de Gobierno acordó un amplio plan de actuación[99] para seguir incorporando consideraciones climáticas en su marco de política monetaria.

Son necesarios datos e indicadores para analizar el impacto del cambio climático en la economía y el sistema financiero

Para mejorar el análisis son necesarios datos granulares e indicadores internacionalmente comparables. La hoja de ruta persigue el desarrollo de un conjunto de nuevos indicadores experimentales sobre los riesgos climáticos de las entidades financieras y sobre las finanzas sostenibles —por ejemplo, sobre la emisión de bonos verdes o la huella de carbono—, y posteriormente la introducción de mejoras progresivas impulsadas por la disponibilidad y la armonización de los datos.

El Comité de Estadísticas del SEBC[100] se ha comprometido a elaborar unas mejores prácticas metodológicas y a desarrollar indicadores experimentales sobre las exposiciones de las entidades financieras a los riesgos físicos relacionados con el clima, la huella de carbono de las carteras y las finanzas sostenibles. Los datos empleados en estos indicadores procederán de una combinación de fuentes de información públicas y privadas, así como de los conjuntos de datos de los que ya dispone el SEBC. Para finales de 2022 está prevista la publicación del primer conjunto de indicadores.

Son muchos los desafíos relacionados con los datos y actualmente el mercado se compone de una variedad de productos que no están perfectamente armonizados. El BCE sigue un enfoque gradual y trabaja basándose en la información de varios proveedores de datos no armonizados. Las fases posteriores se beneficiarán de las actuales políticas e iniciativas de la UE en materia de taxonomías, divulgación y presentación de información sobre sostenibilidad ambiental, incluido el estándar de bonos verdes.

7.3 Índices de precios de vivienda en régimen de propiedad

Se espera que la incorporación de los costes de la vivienda en régimen de propiedad al IAPC mejore la medición de la inflación...

Tras la revisión de la estrategia de política monetaria, el Consejo de Gobierno anunció que el IAPC general sigue siendo el indicador adecuado para cuantificar el objetivo de estabilidad de precios para la zona del euro y continuará siendo el índice de precios utilizado para medir la inflación de la zona del euro con fines de política monetaria. El BCE considera que la mejor forma de mantener la estabilidad de precios es tener como objetivo una inflación medida por el IAPC del 2 % a medio plazo en la zona del euro, y que el compromiso con ese objetivo ha de ser simétrico, habida cuenta de que una inflación demasiado baja es igual de indeseable que una inflación demasiado alta. Asimismo, el coste de la vivienda tiene una importancia significativa en lo que respecta a la necesidad de disponer de una amplia representación del coste de los bienes y servicios consumidos en una economía[101]. Como el BCE desea que el IAPC represente de forma adecuada los patrones de consumo de los hogares de la zona del euro, el Consejo de Gobierno ha propuesto medidas para reflejar mejor los costes de la vivienda en el IAPC.

A la hora de habitar una vivienda hay dos opciones principales: alquilarla u ocuparla como propietario. En el IAPC siempre se han incluido los alquileres, pero no los costes asociados a la vivienda en régimen de propiedad. Por consiguiente, el Consejo de Gobierno solicitó la inclusión de estos costes en el IAPC. No obstante, incorporarlos plantea diversos retos de carácter técnico y conceptual, y también debe abordarse la función que han de desempeñar las distintas instituciones de la UE en este proceso.

…pero plantea retos metodológicos y técnicos

Una de las dificultades se deriva del carácter dual de la vivienda: a primera vista, comprar una vivienda podría considerarse una inversión en un activo. Sin embargo, es posible que los compradores tengan intenciones diferentes: pueden usarla con fines de inversión exclusivamente (alquilándola) o pueden emplearla sobre todo para consumo (ocupándola como propietarios). Como los propietarios que viven en su vivienda también se beneficiarán del aumento de su valor con el tiempo, esta se utilizará tanto para inversión como para consumo. De acuerdo con su fundamento jurídico, el IAPC debería centrarse en el gasto en consumo que excluye la inversión. Ahora bien, separar la parte de consumo es difícil desde un punto de vista técnico, como muestra la considerable disparidad entre países que se observa en la forma de tratar esta cuestión.

Otro reto se refiere al método empleado para medir los costes de la vivienda en régimen de propiedad. El BCE respalda el uso del denominado «criterio de la adquisición neta» para medir los costes de la vivienda en régimen de propiedad. Este método es el único que se ajusta al marco conceptual del IAPC como medida del poder adquisitivo, dado que trata la vivienda ocupada por su propietario como cualquier otro bien duradero. Por ejemplo, los precios de los vehículos nuevos se incluyen en el momento de la compra, aunque estos se vayan a utilizar durante los años siguientes. El criterio de la adquisición neta ya se emplea en los índices de precios de la vivienda en régimen de propiedad (OOHPI, por sus siglas en inglés) trimestrales publicados por Eurostat. Los OOHPI solo se basan en las operaciones de venta al sector hogares, que es la misma norma que se aplica al IAPC. Las ventas de viviendas residenciales entre hogares quedan excluidas, lo que significa que los OOHPI se centran principalmente en las casas y pisos de nueva construcción. Estos suelen estar ubicados en las afueras de las ciudades, en lugares donde la variación de los precios puede ser distinta de la evolución general de los precios de la vivienda. Los gastos relacionados con las operaciones (como los de notaría) y los asociados a la propiedad (por ejemplo, seguro, mantenimiento y grandes reparaciones) también están incluidos en esos índices. Como la atención se centra en la adquisición de nueva vivienda, el resultado es un número relativamente reducido de operaciones aplicables cada mes, por lo que resulta difícil calcular un índice mensual de precios, en particular para los países de menor tamaño. Asimismo, dado que los OOHPI son trimestrales y se publican con un retraso de tres meses (mientras que el IAPC se publica al final del mes de referencia), en su formato actual no cumplen los requisitos para ser integrados en el IAPC.

Al revisar su estrategia, el Consejo de Gobierno examinó todos estos problemas técnicos y la forma de resolverlos, y decidió recomendar una hoja de ruta para incluir los costes de la vivienda en régimen de propiedad en el IAPC utilizando el criterio de la adquisición neta[102].

En la hoja de ruta del BCE se identifican los pasos siguientes para elaborar índices de costes de la vivienda en régimen de propiedad y utilizarlos combinándolos con el IAPC

En la hoja de ruta del BCE se proponía primero introducir un índice analítico interno del BCE que combinase el IAPC y los OOHPI. También se solicitó que Eurostat publicase, para 2023, un IAPC trimestral experimental que incluyese los costes de la vivienda en régimen de propiedad. En paralelo, comenzarán los trabajos jurídicos necesarios para que pueda estar disponible un índice trimestral oficial, posiblemente en 2026. El objetivo es, en última instancia, poder incluir sin retraso los costes de la vivienda en propiedad en el IAPC mensual, para que este puede utilizarse con fines de política monetaria.

El Consejo de Gobierno también decidió que, durante el período de transición, el principal índice de referencia de la política monetaria seguirá siendo el IAPC actual[103]. Con todo, el OOHPI trimestral por sí solo y, cuando estén disponibles, los índices trimestrales que combinen el IAPC y los costes de la vivienda en propiedad serán un complemento importante que se utilizará en las decisiones de política monetaria.

Recuadro 8
Nueva publicación de los tipos medios compuestos y del índice compuesto basados en el €STR

Desde el 15 de abril de 2021, el BCE publica diariamente tipos medios compuestos basados en el €STR para diferentes plazos y un índice compuesto también basado en el €STR. Los tipos compuestos pueden utilizarse como tipos de referencia en contratos financieros y como tipos alternativos a otros tipos de referencia. Ofrecen una alternativa sólida a otros tipos de interés disponibles en muchos contratos en los que se considera adecuado utilizar un tipo de referencia compuesto.

Los tipos se calculan utilizando únicamente valores históricos del tipo a corto plazo del euro (€STR), el tipo de interés de referencia a un día publicado y administrado por el BCE desde octubre de 2019. Los tipos medios compuestos basados en el €STR se calculan para los plazos estandarizados de una semana, un mes, tres meses, seis meses y doce meses, utilizando secuencias de tipos €STR observados, secuencias que tienen las longitudes temporales correspondientes a los plazos y que concluyen todas ellas en la fecha de cálculo. A su vez, el índice compuesto basado en el €STR permite calcular un tipo medio compuesto basado en el €STR para cualquier período distinto de los plazos estándar. Las normas precisas para calcular los tipos medios y el índice se establecieron teniendo en cuenta la información aportada en una consulta pública y, en su mayoría, son acordes con las utilizadas por otros bancos centrales que publican tipos equivalentes[104].

Como se basan exclusivamente en valores observados del €STR, los tipos compuestos y el índice compuesto heredan su robustez, que se deriva de la profundidad y la liquidez del mercado monetario a un día de la zona del euro. El hecho de ser calculados y publicados por el BCE con arreglo a la misma estructura de gobernanza del €STR significa que también proceden de una fuente de confianza y fiable. La Orientación del BCE sobre el €STR se modificó explícitamente para reconocer este nuevo cometido del BCE y para que el marco que regula el €STR se aplique asimismo al cálculo y a la publicación de los tipos medios compuestos y el índice compuesto basados en el €STR, en su caso[105].

Los tipos medios compuestos y el índice compuesto basados en el €STR se publican cada día hábil de TARGET2 a las 9:15 CET (hora central europea) a través de la plataforma Market Information Dissemination (MID) del BCE y en el Statistical Data Warehouse (SDW) del BCE. Además de los valores diarios de los cinco tipos y del índice, el BCE publica la fecha en la que comienza y la fecha en la que termina cada uno de los plazos estandarizados para facilitar la replicación de los cálculos.

Recuadro 9
Promoción de la estandarización de datos a escala global

La estandarización constituye una base imprescindible para presentar y recopilar estadísticas oficiales precisas y comparables. Basarse en estándares en materia de datos reconocidos internacionalmente es fundamental para la confianza en las estadísticas oficiales y su transparencia, dado que los identificadores estándar actúan como conectores y puentes entre diversos conjuntos de datos y aseguran el uso de una taxonomía común en los distintos ámbitos.

En consecuencia, el BCE colabora activamente en los esfuerzos de estandarización a escala global, desde la creación de nuevos estándares hasta el desarrollo de los ya existentes, contribuyendo en especial a la labor del Comité Técnico 68 de la ISO, que es el responsable de elaborar estándares internacionales para el sector de servicios financieros. En los últimos años, expertos del BCE han participado en numerosos grupos de trabajo y consultivos que intervienen en la elaboración o revisión de varios estándares internacionales que son esenciales para la presentación de información estadística.

El BCE, junto con varios BCN, también desempeña una función clave en la gobernanza continua de los estándares vigentes, en particular mediante la participación activa en el Comité de Supervisión Normativa (ROC, por sus siglas en inglés) y sus subestructuras. El ROC es el organismo internacional encargado de supervisar:

    • el identificador de entidad jurídica (LEI);
    • el identificador único de operación (UTI);
    • el identificador único de producto (UPI);
    • elementos de datos críticos (CDE).

El uso del LEI es ya la práctica habitual en el BCE y otras autoridades nacionales e internacionales para identificar a las entidades jurídicas de manera inequívoca[106]. Se trata de una fuente primordial de información sobre las entidades jurídicas, que se utiliza para enriquecer otros datos recopilados y como base de diversos tipos de análisis efectuados en el SEBC. Las ventajas que presenta el LEI no se limitan a su uso con fines estadísticos y a su utilización por parte de las autoridades públicas, puesto que también se emplea en los sectores financiero y no financiero con distintos fines.

Como ocurre con otros estándares, resulta crucial que los identificadores y los elementos de datos mencionados anteriormente se adopten de forma generalizada en las distintas jurisdicciones para poder aprovechar todas sus ventajas, reducir los costes y lograr la armonización a escala global.

El BCE también está muy implicado en el mantenimiento y el desarrollo de estándares de mensajería utilizados en el sector financiero y entre las instituciones internacionales. Concretamente, el BCE promueve el estándar de intercambio de datos y metadatos estadísticos (SDMX, por sus siglas en inglés), que es una iniciativa internacional dirigida a estandarizar el intercambio de información estadística. El BCE preside el Task Force on the Information Model (grupo de trabajo sobre el modelo de información) del Grupo de Trabajo Técnico del SDMX, y ha contribuido activamente al desarrollo de la nueva versión del modelo de información SDMX —SDMX 3.0—, que se presentó oficialmente en la Conferencia Global de SDMX de 2021[107]. Una de las mejoras fundamentales del modelo de información en la versión SDMX 3.0 es que incluye el intercambio de microdatos con múltiples medidas y atributos.

El BCE también participa en el Registration Management Group (grupo de gestión de registro) y en los Standards Evaluation Groups (grupos de evaluación de estándares) del ISO 20022, el estándar utilizado para definir los mensajes para la comunicación y la transmisión de datos entre entidades financieras que se utilizan en procesos relacionados con pagos, negociación y liquidación de valores, entre otros[108]. El estándar ISO 20022 resulta útil para el sector financiero porque proporciona una metodología común para la definición de los nuevos mensajes de comunicaciones financieras. También ofrece un repositorio común, el diccionario de datos, en el que los componentes que no varían en los mensajes se guardan y están disponibles para ser reutilizados.

El BCE se ha comprometido a seguir promoviendo la adopción de estándares internacionales en materia de datos con el objetivo de continuar mejorando la transparencia de los mercados financieros y mitigar los riesgos sistémicos.

8 Actividades de investigación del BCE

Las consecuencias económicas de la pandemia de COVID-19 siguieron configurando la actividad investigadora en 2021. La nueva encuesta sobre las expectativas de los consumidores (CES, por sus siglas en inglés) resultó ser de gran utilidad para evaluar la situación de los hogares. Al mismo tiempo, las redes de investigación establecidas continuaron con sus programas de trabajo. Se creó un nuevo grupo de investigación sobre el cambio climático, mientras que se lograron avances significativos en una red dedicada a analizar la formación de precios a partir de microdatos (PRISMA). La interacción con el mundo académico se retomó durante 2021, pero las conferencias continuaron estando un tanto limitadas por la pandemia, aunque las virtuales sustituyeron parcialmente a los eventos presenciales.

8.1 Nuevo grupo de investigación sobre el cambio climático

La investigación sobre el cambio climático se intensificó y se centró en sus implicaciones para la aplicación de la política monetaria y la relación entre el cambio climático y los mercados financieros

En 2021, la investigación sobre el cambio climático se intensificó en consonancia con el deseo manifiesto del BCE de comprender mejor las implicaciones de este fenómeno para la política monetaria y su mayor compromiso de contribuir a las políticas dirigidas a mitigarlo y a adaptarse, teniendo en cuenta los riesgos y efectos asociados al cambio climático y a las políticas climáticas, con el fin de cumplir el mandato del BCE. Concretamente, el grupo de investigación del SEBC (Sistema Europeo de Bancos Centrales) sobre el cambio climático empezó a trabajar durante la segunda mitad de 2021. Este nuevo grupo de investigación tiene como objetivo facilitar la coordinación entre investigadores de los bancos centrales de la UE y del BCE a través de webinars mensuales, del intercambio de información y conocimientos, y de la programación de un seminario anual. En 2021, el citado grupo fue uno de los organizadores de una sesión sobre cambio climático que formó parte del seminario anual de los grupos de investigación del SEBC. Aunque, en un principio, en la investigación se abordaron los aspectos económicos del cambio climático desde una perspectiva amplia, la atención se irá centrando en temas más estrechamente relacionados con la política monetaria[109].

Una línea de investigación del BCE pone el foco en las implicaciones del cambio climático para la aplicación de la política monetaria. Por ejemplo, en un estudio se analizan las consecuencias medioambientales del programa de compras de bonos corporativos (CSPP) del BCE[110]. Se llega a la conclusión de que la cartera de bonos corporativos del BCE está sesgada hacia sectores intensivos en carbono en comparación con una cartera de mercado formada por stocks de capital sectoriales. Si bien la cartera del BCE refleja en gran medida la estructura sectorial de los mercados de renta fija, los sectores intensivos en carbono, como el de los servicios básicos y el de manufacturas con alto contenido en carbono, dependen mucho más de la financiación mediante bonos que los sectores de bajas emisiones de carbono (véase gráfico 8.1). El estudio contribuye al debate en curso sobre si el BCE debería dejar de seguir el principio de «neutralidad de mercado» —con arreglo al cual la composición de los activos de su cartera corporativa reproduce el mercado de renta fija— y adoptar un enfoque dirigido a reflejar la economía real, reequilibrando así sus compras en favor de empresas de sectores más «verdes».

Otra de las áreas de investigación aborda la relación entre los mercados financieros y el cambio climático. En un estudio se constató que la innovación patentada de tecnologías con bajas emisiones de carbono es menor en la UE que en determinadas economías comparables y presenta una gran disparidad entre los Estados miembros[111]. Una proporción elevada de esta variación obedece a la inversión en I+D y a la inversión en una fase temprana en general. Estas conclusiones señalan los retos que afronta la UE para apoyar el desarrollo de tecnologías que mitiguen el cambio climático, dado que el gasto total en I+D es inferior al recomendado en la Agenda de Lisboa. En el estudio se aboga por políticas fiscales y monetarias que respalden los mercados de capital riesgo y la inversión en I+D en tecnologías verdes.

Gráfico 8.1

Peso relativo de los sectores económicos en el CSPP del BCE

(cuotas de los sectores en volumen total)

Fuente: M. Papoutsi, M. Piazzesi y M. Schneider, «How unconventional is green monetary policy?», Working Paper Series, BCE, de próxima publicación.
Notas: El gráfico muestra el peso de los sectores económicos en la economía total y en el mercado de renta fija, además de la distribución sectorial de los bonos admisibles en el CSPP y la correspondiente a los bonos adquiridos por el BCE a través del CSPP. Las cuotas de mercado se miden como las rentas de capital por sector, es decir, el valor añadido, neto de los costes laborales. Las cuotas del mercado de renta fija reflejan el saldo vivo total de los bonos. Las cuotas correspondientes a valores admisibles en el CSPP reflejan los bonos que cumplen los criterios para ser incluidos en ese programa. A efectos de la elaboración del gráfico, las cuotas de todos los sectores suman uno.

8.2 Otras redes de investigación

El grupo de trabajo de investigación sobre política monetaria, política macroprudencial y estabilidad financiera concluyó su labor

En 2021, el grupo de trabajo de investigación sobre política monetaria, política macroprudencial y estabilidad financiera concluyó su labor. Sus frutos son una serie de resultados analíticos e implicaciones para la relación entre las políticas monetaria y macroprudencial. Por ejemplo, el grupo de trabajo analizó las disyuntivas entre respaldar la oferta de crédito a la economía y los riesgos para la estabilidad financiera. Si bien las políticas macroprudenciales que limitan el riesgo sistémico amortiguan las recesiones financieras graves, es posible que tengan un impacto negativo al restringir la disponibilidad de crédito para las actividades económicas productivas durante períodos de expansión económica. Los instrumentos de política monetaria, aunque son fundamentales para apoyar la capacidad de intermediación de las entidades de crédito, también pueden tener consecuencias no deseadas al aumentar los incentivos para la asunción de riesgos por parte de las entidades.

Para calibrar correctamente los instrumentos con el fin de reforzar la resiliencia del sector financiero sería necesario tener en cuenta estas disyuntivas, dado que la solidez financiera del sistema bancario afecta a la transmisión de la política monetaria.

PRISMA examinó la heterogeneidad de la inflación entre distintos grupos de renta de los hogares

La red de análisis de microdatos sobre la formación de precios (PRISMA, por sus siglas en inglés) estudia el proceso de formación de precios en empresas individuales y en el sector minorista utilizando microdatos sobre precios. En 2021, la red analizó la heterogeneidad de la inflación entre hogares que se deriva de las características regionales y de las diferencias en las cestas de consumo de los hogares.

En uno de sus estudios se examinó el papel de la heterogeneidad de la inflación entre distintos grupos de renta de los hogares. Se descubrieron diferencias marcadas en las tasas de inflación que debe afrontar cada hogar debido, en gran medida, a la selección de productos específicos dentro de cada categoría que hace cada hogar. Los hogares del grupo con rentas bajas han experimentado, en promedio, una inflación ligeramente más alta en la última década. Sin embargo, las diferencias son pequeñas, y varían en función del país y con el paso del tiempo. En otro estudio se llegó a la conclusión de que las tasas de inflación que afrontan los hogares con ingresos elevados son más sensibles a la política monetaria.

La red sobre la situación financiera y el consumo de los hogares comenzó a recopilar datos para la edición de 2021 de su encuesta

La red sobre la situación financiera y el consumo de los hogares (Household Finance and Consumption Network, HFCN) comenzó a recopilar datos para la edición de 2021 de su encuesta. En el estudio basado en la encuesta se llegó a la conclusión de que el programa de compras de activos del BCE ha reducido notablemente la tasa de desempleo en la parte inferior de la distribución de la renta. En otro trabajo se estudiaron las implicaciones de la heterogeneidad entre hogares para la transmisión de la política monetaria, la acumulación de deuda hipotecaria y de vivienda, y el comportamiento de los propietarios de vivienda en lo que respecta al endeudamiento.

Las redes de investigación establecidas siguieron coordinando los trabajos de investigación realizados en el SEBC

Las redes establecidas siguieron coordinando los trabajos de investigación realizados en el SEBC y manteniendo el contacto con la comunidad académica. Concretamente, los tres grupos de investigación del SEBC centrados en «política monetaria», «macroeconomía internacional, política fiscal, economía laboral, competitividad y gobernanza de la UEM» y «estabilidad financiera, regulación macroprudencial y supervisión microprudencial» organizaron seminarios sobre las cuestiones más apremiantes en esas áreas de trabajo, relacionadas en parte con la pandemia. En los trabajos que se discutieron se mostró, por ejemplo, que la liberación de los colchones macroprudenciales ha sustentado la concesión de crédito a los hogares. En otro seminario se debatieron las consecuencias a medio plazo de la pandemia de COVID-19 sobre los efectos de reasignación en el comercio y en los mercados de trabajo.

8.3 Conferencias y publicaciones

La interacción con el mundo académico continuó viéndose limitada en cierta medida por la pandemia...

La interacción con el mundo académico siguió viéndose limitada en cierta medida por la pandemia. Si bien la mayoría de las conferencias y consultas periódicas se celebraron en formato virtual, muchas tuvieron menor participación que en años anteriores, entre ellas el Foro del BCE sobre Banca Central, la Conferencia Anual de Investigación del BCE y la Conferencia de Política Monetaria del BCE. En estas conferencias se analizaron las consecuencias a más largo plazo del COVID-19 y las medidas de respuesta posibles, pero también se presentaron estudios innovadores acerca de la transmisión de la política monetaria y de las estructuras de los mercados financieros. Entre otras conferencias, en el BCE se organizó el primer simposio CEPR/EBRD/BCE sobre «cambio climático, finanzas y crecimiento verde», que reunió a responsables de la elaboración de políticas y académicos de los ámbitos de la economía y las ciencias del clima, mientras que en la undécima Conferencia sobre Técnicas de Predicción del BCE se debatieron métodos para elaborar previsiones en épocas anómalas.

…pero el número de publicaciones siguió siendo elevado

En 2021, el BCE publicó 126 trabajos en la serie de documentos de trabajo (Working Paper Series) del BCE. Además, se publicaron estudios metodológicos o sobre cuestiones más operativas de las políticas económicas en la serie de documentos ocasionales (Occasional Paper Series), la serie de documentos estadísticos (Statistics Paper Series) y la serie de documentos de debate (Discussion Paper Series) del BCE. Concretamente, los documentos ocasionales publicados en 2021 incluyen una serie de estudios que son fruto de las líneas de trabajo de la revisión de la estrategia del BCE. Muchas de las actividades de investigación del BCE también dieron como resultado publicaciones en revistas académicas de reconocido prestigio, y se publicaron 14 artículos en el Boletín de Investigación (Research Bulletin) del BCE, que va dirigido a un público más general.

Recuadro 10
Apoyo fiscal durante la pandemia: resultados de la nueva encuesta sobre las expectativas de los consumidores del BCE

La pandemia de coronavirus ha tenido un impacto económico y financiero muy diverso en los hogares y los consumidores dependiendo de su situación económica y personal[112]. Se reconoce de forma generalizada que la necesidad de apoyo financiero de los hogares ha variado en función de los países, los sectores económicos, el tipo de empleo y las características demográficas, como la situación familiar y la existencia de hijos.

La naturaleza diversa del impacto de la pandemia planteó serias dificultades a la hora de canalizar el apoyo fiscal de una manera focalizada y eficiente. Los Gobiernos nacionales de la zona del euro prestaron apoyo financiero a gran escala a los hogares de distintas formas. Las medidas abarcaron desde las prestaciones tradicionales de la seguridad social —como los estabilizadores automáticos y los programas de prestaciones sociales existentes— hasta medidas temporales de apoyo a las rentas durante la pandemia, incluidas ayudas en especie (por ejemplo, prórroga del permiso para el cuidado de los hijos). Asimismo, los Gobiernos apoyaron a los hogares indirectamente por medio de ayudas a las empresas, como los subsidios directos al empleo, los avales para préstamos y las moratorias.

Durante 2021, la nueva encuesta sobre las expectativas de los consumidores (CES, por sus siglas en inglés) del BCE demostró ser una fuente valiosa de información para realizar un seguimiento de los efectos económicos de estas actuaciones de política fiscal. Las entrevistas realizadas para la CES, que se basan en muestras representativas de hogares de las seis economías más grandes de la zona del euro (Bélgica, Alemania, España, Francia, Italia y Países Bajos), se llevaron a cabo por internet con frecuencia mensual, ofreciendo así datos comparables a escala internacional de forma oportuna. En enero de 2020 se puso en marcha la fase piloto de la encuesta y, en la segunda mitad de 2021, empezó una fase de desarrollo adicional, que continúa en 2022. Durante esta fase, se ampliará la muestra y se incluirán cinco países más de la zona del euro.

Gráfico A

Tipos de ayudas públicas relacionadas con la pandemia en 2020

(porcentajes de encuestados que indican que recibieron ayudas, por tipo)

Fuente: Datos de la CES recopilados en diciembre de 2020.
Notas: Agregados ponderados. Se pidió a los encuestados que respondieran a la siguiente pregunta: «En respuesta a la pandemia de coronavirus (COVID-19), los Gobiernos están introduciendo medidas para ayudar a los hogares, los trabajadores y las empresas. Indique si su hogar ha recibido ayudas de alguna de las siguientes formas desde enero de 2020». Podían seleccionar varias respuestas de una lista de medidas de apoyo directas e indirectas, como se muestra en el eje horizontal del gráfico.

La CES permitió evaluar cómo se distribuyeron las ayudas públicas entre los hogares, los tipos de ayuda disponible y la percepción de los hogares con respecto a estas actuaciones fiscales. Los resultados pusieron de relieve, por ejemplo, que las actuaciones estuvieron muy focalizadas y apoyaron a los hogares que más lo necesitaban. Como se muestra en el gráfico A, algo menos del 30 % de los hogares de la zona del euro indicaron que recibieron algún tipo de ayuda pública, mientras que el resto señaló que no recibió ninguna. Asimismo, en los hogares de los dos quintiles de renta más bajos hubo un porcentaje considerablemente mayor de encuestados que recibieron ayudas[113]. El tipo de ayuda más significativo fue el pago por ingresos del trabajo dejados de percibir, recibido por alrededor del 6 % de los participantes en la CES.

Asimismo, en la CES se pidió que los hogares indicasen su percepción sobre la idoneidad de las medidas de apoyo fiscal atendiendo a su propia situación financiera, con independencia de si habían recibido algún tipo de ayuda. Los resultados sugieren un vínculo positivo entre esas percepciones y el consumo de los hogares, por ejemplo, como se muestra en el gráfico B para el gasto en vacaciones y en bienes de consumo no duradero. Es más, los estudios basados en los datos de esta CES también indican que esas percepciones pueden ser un factor importante en la estabilización del consumo. Los hogares que consideran que las actuaciones del Gobierno son idóneas tienden a gastar más, especialmente en compras importantes como paquetes turísticos y automóviles, lo que refleja su opinión más optimista con respecto a las expectativas de renta, de acceso al crédito y de bienestar económico futuro[114]. Con todo, este patrón también se observó en los hogares que no recibieron ninguna ayuda pública, lo que sugiere que las actuaciones fiscales pueden tener consecuencias de mayor alcance en el sentido de que influyen en el comportamiento de todos los hogares y no solo en el de aquellos a los que van dirigidas las ayudas o que las reciben efectivamente.

Gráfico B

Percepción de la idoneidad de las ayudas públicas relacionadas con la pandemia y consumo

(eje de abscisas: idoneidad percibida media donde «0» es «muy poco idóneas» y «10» es «muy idóneas»; eje de ordenadas: panel a: porcentajes de encuestados que compraron paquetes turísticos en el mes anterior; panel b: logaritmo consumo no duradero en el mes anterior)

Fuente: CES.
Notas: Se pidió a los encuestados que respondieran a la siguiente pregunta: «Los Gobiernos están aprobando medidas de apoyo financiero en respuesta a la pandemia de coronavirus (COVID-19). ¿Cómo valora la idoneidad de esas medidas para la situación financiera de su hogar?». Debían responder con una puntuación de 0 (muy poco idóneas) a 10 (muy idóneas). El consumo no duradero total se obtiene de la siguiente pregunta repetida cada trimestre sobre el consumo de los hogares en el mes anterior: «En el mes de <mes anterior>, ¿cuál fue el gasto de su hogar en los bienes y servicios que se indican a continuación?». Cada mes también se preguntó a los encuestados algo similar sobre las compras de importe elevado (por ejemplo, paquetes turísticos) de los últimos 30 días. «¿Ha adquirido alguno de los siguientes artículos en los últimos 30 días? Señale todas las opciones relevantes». La última observación corresponde a octubre de 2021.

9 Asuntos jurídicos

En este capítulo se describen los asuntos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) relativos al BCE y se proporciona información sobre los dictámenes del BCE y los casos de incumplimiento de la obligación de consultar al BCE en relación con proyectos de disposiciones legales que entren en su ámbito de competencia, así como sobre el seguimiento por parte del BCE del cumplimiento de las prohibiciones relativas a la financiación monetaria y al acceso privilegiado.

9.1 Asuntos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea relativos al BCE

El Tribunal de Justicia reforzó la posición de los gobernadores de los BCN con arreglo al Protocolo sobre los privilegios y las inmunidades de la Unión Europea

El 30 de noviembre de 2021, el Tribunal de Justicia, constituido en Gran Sala, interpretó el Protocolo (n.º 7) sobre los privilegios y las inmunidades de la Unión Europea por primera vez en relación con los gobernadores de los bancos centrales nacionales (BCN) de los Estados miembros. La petición de una decisión prejudicial se planteó en el contexto del procedimiento penal incoado contra el antiguo gobernador del Latvijas Banka por los delitos de cohecho pasivo y blanqueo de capitales (asunto C-3/20). Esta sentencia es importante desde varios puntos de vista. En primer lugar, el Tribunal de Justicia aclaró que, de forma similar a los funcionarios y otros agentes de la Unión, los gobernadores de los BCN gozan de inmunidad de jurisdicción respecto de los actos que hayan realizado con carácter oficial como miembros de un órgano del BCE. El Tribunal reiteró que la posición del gobernador de un BCN se caracteriza por un desdoblamiento funcional que se traduce en un estatuto híbrido —como miembro de una autoridad nacional y de un órgano del BCE— (véanse también los asuntos acumulados C-202/18 y C-238/18, Rimšēvičs y BCE/República de Letonia). En segundo lugar, la inmunidad de jurisdicción no se limita a los procedimientos judiciales, sino que también puede incluir las investigaciones penales. En tercer lugar, cuando la autoridad nacional constate, en cualquier fase de las investigaciones penales, que el acto en cuestión podría haber sido realizado por el gobernador de un BCN con carácter oficial como miembro de un órgano del BCE, la autoridad nacional deberá consultar al BCE. Si el BCE considera que el acto efectivamente se llevó a cabo con carácter oficial, la autoridad nacional deberá solicitar al BCE la suspensión de la inmunidad del gobernador del BCN. En ese momento, corresponderá exclusivamente al BCE apreciar si la suspensión de la inmunidad es contraria a los intereses de la Unión. En cuarto lugar, los hechos constitutivos de fraude, cohecho pasivo y blanqueo de capitales se hallan fuera del perímetro de las funciones de un miembro de un órgano del BCE. En quinto lugar, las pruebas recabadas en investigaciones penales contra el gobernador de un BCN que goce de inmunidad pueden utilizarse en procedimientos penales contra ese mismo gobernador en relación con actos que no estén amparados por la inmunidad o contra terceros. Por último, las investigaciones o procedimientos penales abusivos relativos a actos no amparados por inmunidad contravienen el principio de cooperación leal.

El Tribunal de Justicia se mostró de acuerdo con el BCE en que la evaluación de este sobre si una entidad está en graves dificultades o probablemente vaya a estarlo es un acto preparatorio del procedimiento de resolución y, como tal, no es objeto de control jurisdiccional independiente

El 6 de mayo de 2021, el Tribunal de Justicia dictó sentencia sobre dos recursos de casación relativos a la admisibilidad de un recurso de anulación contra una declaración de que una entidad está en graves dificultades o probablemente vaya a estarlo (failing or likely to fail), en el sentido del artículo 18, apartado 1, letra a), del Reglamento (UE) n.º 806/2014 (asuntos acumulados C-551/19 P y C-552/19 P, ABLV Bank AS y otros/BCE). La evaluación sobre si una entidad está en graves dificultades o probablemente vaya a estarlo es uno de los pasos del procedimiento de resolución previsto por el artículo 18 del citado Reglamento, en virtud del cual la adopción de un dispositivo de resolución está sujeta a tres condiciones acumulativas: i) que una entidad de crédito esté en graves dificultades o probablemente vaya a estarlo, ii) que no haya ninguna perspectiva razonable de que alguna medida alternativa pueda impedir su inviabilidad en un plazo razonable y iii) que la medida de resolución sea necesaria para el interés público. La evaluación de la primera condición puede ser realizada por el BCE o por la Junta Única de Resolución (JUR), mientras que esta última es la encargada de evaluar el cumplimiento de la segunda y la tercera condición.

El Tribunal de Justicia confirmó la conclusión del Tribunal General en sus autos sobre los asuntos T-281/18 y T-283/18 por los que declaró inadmisibles los recursos por los que se solicitaba la anulación de la evaluación del BCE en la que este determinó que una entidad de crédito estaba en graves dificultades o probablemente iba a estarlo. El Tribunal de Justicia estimó las alegaciones del BCE y señaló que la evaluación sobre si una entidad está en graves dificultades o probablemente vaya a estarlo es una medida preparatoria en el procedimiento de resolución que no produce efectos jurídicos vinculantes que puedan modificar sustancialmente la situación jurídica de una entidad de crédito. Según el Tribunal, el procedimiento de resolución debe considerarse «un procedimiento administrativo complejo en el que intervienen varias autoridades y cuyo resultado final, derivado del ejercicio, por parte de la Junta, de su competencia, es el único que puede ser objeto del control jurisdiccional» ante los órganos jurisdiccionales de la Unión. Por lo tanto, la evaluación acerca de si una entidad está en graves dificultades o probablemente vaya a estarlo no está sujeta a control jurisdiccional de manera independiente, sino que puede ser objeto de un control incidental en el contexto de procedimientos judiciales contra la decisión de la JUR con la que concluye el procedimiento previsto en el artículo 18 del Reglamento n.º 806/2014.

9.2 Dictámenes del BCE y casos de incumplimiento

El artículo 127, apartado 4, y el artículo 282, apartado 5, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea requieren que el BCE sea consultado acerca de cualquier propuesta de acto de la UE o proyecto de disposición legal nacional que entre en su ámbito de competencia. Todos los dictámenes emitidos por el BCE se publican en EUR-Lex. Los dictámenes del BCE sobre propuestas de legislación de la UE se publican también en el Diario Oficial de la Unión Europea. En 2021, el BCE adoptó ocho dictámenes sobre propuestas de actos de la Unión y 32 dictámenes sobre proyectos de disposiciones legales nacionales que entraban en su ámbito de competencia.

Casos claros e importantes de incumplimiento de la obligación de consultar

Se registraron tres casos de incumplimiento de la obligación de consultar al BCE sobre proyectos de disposiciones legales[115], relativos a actos legislativos nacionales. El primero se refería a una modificación del Código del Trabajo de Lituania, por la que se establecía que la remuneración y otros pagos relacionados con el empleo debían abonarse en una cuenta bancaria especificada por el trabajador. En consonancia con dictámenes previos del BCE, en los que se instó al cumplimiento del requisito de proporcionalidad, este caso se consideró claro e importante por su posible efecto restrictivo, entre otros, sobre los medios de pago en Lituania. El segundo caso se refería a una modificación de la ley polaca del impuesto sobre la renta de las personas físicas, que introducía, entre otras cuestiones, determinadas limitaciones a los pagos en efectivo para consumidores y empresas. En línea con anteriores dictámenes del BCE, este caso se consideró claro e importante debido a su posible efecto restrictivo sobre los medios de pago en Polonia, entre otros motivos. El tercer caso se refería a una ley española de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, que introducía un límite de 1.000 euros para los pagos en efectivo efectuados por personas físicas residentes fiscales en España que no actuaran en calidad de empresarios o profesionales a partes que actuaran en calidad de empresarios o profesionales. En consonancia con anteriores dictámenes del BCE, este caso se consideró claro e importante debido a su posible efecto adverso sobre el sistema de pagos en efectivo en España.

El BCE adoptó dictámenes sobre propuestas legislativas de la UE

El BCE adoptó siete dictámenes sobre propuestas de legislación de la UE relativas a innovaciones en los ámbitos de las finanzas digitales, las finanzas verdes y la inteligencia artificial (IA). Dichos dictámenes se referían a: la regulación de los criptoactivos; la ciberseguridad y la resiliencia operativa digital del sector financiero; un régimen piloto de las infraestructuras del mercado basadas en la tecnología de registro descentralizado; la información corporativa en materia de sostenibilidad y los bonos verdes, y la provisión y el uso de sistemas de IA por parte de entidades de crédito. En estos dictámenes se realizó una amplia variedad de observaciones sobre las consecuencias de estas innovaciones para la política monetaria, las infraestructuras de mercado y los pagos, la supervisión prudencial de las entidades de crédito y la estabilidad financiera. El BCE también adoptó un dictamen en el que advirtió contra una propuesta de la UE por la que se establecía la obligatoriedad del uso de tipos de cambio de referencia frente al euro publicados por el BCE en los servicios de conversión de divisas.

El BCE adoptó dictámenes sobre propuestas legislativas nacionales

El BCE emitió varios dictámenes sobre cuestiones relativas a la moneda y los medios de pago, entre ellos: sobre la emisión y circulación de billetes y monedas en euros en Letonia; sobre la obligación de aceptar pagos en efectivo en Dinamarca y Polonia; sobre la protección de los billetes y las monedas en euros contra la falsificación en Irlanda, y sobre las normas de redondeo de los pagos en euros en Eslovaquia.

El BCE emitió varios dictámenes sobre proyectos de disposiciones legales nacionales relativas a la regulación y la vigilancia de los sistemas de pago y/o de liquidación de valores en Italia, Letonia, Lituania y Hungría.

El BCE adoptó numerosos dictámenes sobre proyectos de disposiciones legales nacionales relativas a bancos centrales nacionales (BCN), entre ellos: sobre las nuevas funciones del Banco de España en relación con la supervisión de las emisiones de bonos garantizados por entidades de crédito y del cumplimiento de los requisitos de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA) por parte de los usuarios de servicios de pago; sobre el cumplimiento de los estatutos del Българска народна банка (Banco Nacional de Bulgaria) de los requisitos de independencia del banco central; sobre una reforma sustancial del Latvijas Banka, por la que se actualizaba su estructura de gobierno y se preveía la incorporación de funciones de supervisión y resolución al banco central; sobre la responsabilidad del Eesti Pank por las actuaciones de la Autoridad de Supervisión Financiera de Estonia (Finantsinspektsioon); sobre la necesidad de que los BCN sean remunerados de conformidad con la prohibición de financiación monetaria por la realización de funciones que correspondan al Estado, como el nuevo cometido del Central Bank of Cyprus relacionado con el grado de preparación de la defensa nacional, las funciones relacionadas con la moneda del Central Bank of Ireland y las funciones del Oesterreichische Nationalbank en relación con el Consejo Asesor Fiscal de Austria (Fiskalrat); sobre la especificación del mandato en materia de sostenibilidad ambiental del Magyar Nemzeti Bank; sobre la recomendación a las autoridades húngaras de que no encomienden al Magyar Nemzeti Bank el cometido de conceder préstamos de eficiencia energética directamente a los consumidores; sobre el cumplimiento de la prohibición de financiación monetaria en relación con los préstamos del Narodowy Bank Polski al Fondo de Garantía de Depósitos Bancarios polaco; sobre la mejora de la seguridad jurídica de las operaciones de préstamo del Narodowy Bank Polski; sobre el cumplimiento de los requisitos del Tratado por parte de las nuevas funciones de planificación civil para emergencias del Central Bank of Cyprus; sobre el cumplimiento de la prohibición de financiación monetaria en relación con las contribuciones de la Banca d’Italia y el Oesterreichische Nationalbank a la participación de Italia y de Austria en programas relacionados con el FMI; sobre el cometido que se pretende asignar al Banka Slovenije de supervisión del cumplimiento, por parte las entidades de crédito, de la reestructuración de los préstamos denominados en francos suizos; sobre la participación del Central Bank of Cyprus en el seguimiento del programa de garantías públicas del Gobierno chipriota para entidades de crédito durante la pandemia de COVID-19; sobre el impacto de los requisitos de libertad de información sobre el Oesterreichische Nationalbank, y sobre las exigencias de reservas mínimas del Narodowy Bank Polski.

El BCE emitió varios dictámenes sobre proyectos de disposiciones legales nacionales relativas a cuestiones estadísticas, entre ellos: sobre los datos de los grupos de empresas multinacionales en Alemania; sobre la creación de un número nacional de identificación de empresas y un registro de datos básicos de las empresas en Alemania; sobre la recopilación de datos estadísticos sobre servicios transfronterizos en Austria; sobre la recopilación de estadísticas en Letonia, y sobre la comunicación de información sobre créditos en Bélgica.

El BCE adoptó varios dictámenes sobre proyectos de disposiciones legales nacionales relativas a la supervisión prudencial de las entidades de crédito, entre ellos: sobre el impacto de los requisitos de libertad de información en Austria; sobre el impacto del régimen de transparencia de los contratos relativos a operaciones que impliquen el recurso a fondos públicos en Portugal en la protección de la información supervisora confidencial; sobre los activos fiscales diferidos de las entidades de crédito griegas; sobre el establecimiento de entidades de crédito con un capital inicial de entre uno y cinco millones de euros en Estonia; sobre el cumplimiento de las normas de independencia específicas de la supervisión bancaria en el marco de una auditoría pública de la Autoridad de Supervisión Financiera de Estonia; sobre la autorización de la emisión de bonos garantizados por entidades de crédito finlandesas y españolas; sobre los plazos para que la Autoridad de Supervisión Financiera de Estonia o el BCE lleven a cabo evaluaciones de la idoneidad de los miembros del órgano de administración y los titulares de funciones clave de entidades de crédito de Estonia; sobre la supervisión de las medidas de externalización adoptadas por las entidades de crédito en Alemania; sobre la introducción de nuevos motivos para iniciar el proceso de revocación de la autorización bancaria de entidades de crédito eslovenas, y sobre el reconocimiento de la liquidación por compensación como medida de reducción del riesgo para las entidades de crédito con arreglo a la legislación de Letonia.

El BCE emitió varios dictámenes sobre proyectos de disposiciones legales nacionales en materia de estabilidad financiera, entre ellos: sobre la participación del Fondo Helénico de Estabilidad Financiera en ampliaciones del capital de entidades de crédito griegas con fines distintos de la recapitalización cautelar o la resolución; sobre el mandato y las herramientas macroprudenciales del Latvijas Banka; sobre la reestructuración de préstamos en francos suizos en Eslovenia; sobre la regulación del desfase de vencimiento del forinto de las entidades de crédito en Hungría, y sobre la aplicabilidad de los acuerdos de liquidación por compensación en Letonia.

9.3 Cumplimiento de las prohibiciones relativas a la financiación monetaria y el acceso privilegiado

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 271, letra d, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, el BCE tiene encomendada la tarea de supervisar el cumplimiento de las prohibiciones recogidas en los artículos 123 y 124 del Tratado y en los Reglamentos (CE) nº 3603/93 y nº 3604/93 del Consejo por parte de los bancos centrales nacionales (BCN) de la UE. Con arreglo al artículo 123, queda prohibida la autorización de descubiertos o la concesión de cualquier otro tipo de créditos por el BCE y por los BCN en favor del sector público de los Estados miembros y de las instituciones u organismos de la UE, así como la adquisición en el mercado primario de instrumentos de deuda emitidos por estas instituciones. En virtud del artículo 124, queda prohibida cualquier medida que no se base en consideraciones prudenciales que establezca un acceso privilegiado del sector público de los Estados miembros y de las instituciones u organismos de la UE a las entidades financieras. En paralelo al Consejo de Gobierno del BCE, la Comisión Europea supervisa el cumplimiento de estas disposiciones por parte de los Estados miembros.

El BCE también supervisa las adquisiciones realizadas por los bancos centrales de la UE en el mercado secundario de instrumentos de deuda del sector público del Estado miembro de que se trate, del sector público de otros Estados miembros y de organismos e instituciones de la UE. De conformidad con los considerandos del Reglamento (CE) nº 3603/93 del Consejo, las adquisiciones de instrumentos de deuda del sector público en el mercado secundario no deben servir para eludir el objetivo del artículo 123 del Tratado. Es decir, tales adquisiciones no deben constituir una forma de financiación monetaria indirecta del sector público.

En general, las disposiciones de los artículos 123 y 124 del Tratado se cumplieron

El ejercicio de seguimiento realizado por el BCE en 2021 confirmó que, en general, se cumplieron las disposiciones de los artículos 123 y 124 del Tratado.

El BCE seguirá efectuando un seguimiento de la vinculación del Magyar Nemzeti Bank con la Bolsa de Budapest, ya que la adquisición de una participación mayoritaria del Magyar Nemzeti Bank en la Bolsa de Budapest en 2015 podría seguir planteando problemas de financiación monetaria.

La reducción de los activos relacionados con la Irish Bank Resolution Corporation por parte del Central Bank of Ireland durante 2021, mediante la venta de bonos a tipo de interés variable a largo plazo, es un avance en la dirección necesaria de enajenación íntegra de estos activos. Continuar con las ventas a un ritmo adecuado podría aliviar en mayor medida los graves problemas relacionados con la financiación monetaria que persisten.

La financiación por parte de los BCN de las obligaciones del sector público con respecto al FMI no se considera financiación monetaria siempre que el resultado sean activos extranjeros que tengan todas las características de activos de reserva. Sin embargo, las donaciones financieras proporcionadas por varios BCN a través del FMI para aliviar la deuda de países pobres muy endeudados no generan ningún activo extranjero. Por tanto, este tipo de aportación de los BCN a iniciativas del FMI no es compatible con la prohibición relativa a la financiación monetaria y requiere medidas correctoras.

10 El BCE en el contexto internacional y de la UE

En 2021, el BCE siguió manteniendo un diálogo cercano con sus socios europeos e internacionales. La relación del BCE con el Parlamento Europeo es una de las piedras angulares del marco de rendición de cuentas de la primera institución. El BCE interactuó estrechamente con la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios (ECON) del Parlamento Europeo durante el año a través de comparecencias ordinarias, el intercambio de correspondencia y reuniones adicionales en el contexto de la revisión de la estrategia y del euro digital. Fuera del ámbito europeo, el BCE también participó de forma constructiva en diálogos con los ministerios de finanzas y los bancos centrales del G-20, y en otros debates relevantes para la banca central en el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se centraron, en particular, en las medidas de respuesta para impulsar una recuperación de la pandemia de COVID-19 a escala global. También aportó su experiencia, conocimientos y perspectivas a las posiciones comunes adoptadas por los países de la Unión Europea o de la zona del euro en foros internacionales. La nueva asignación general de derechos especiales de giro establecida por el FMI constituyó un hito histórico para apoyar la economía mundial, y el Eurosistema contribuyó asegurando el correcto funcionamiento del mercado voluntario de intercambio de estos derechos.

10.1 Rendición de cuentas del BCE

La independencia debe ir acompañada de un nivel acorde de rendición de cuentas

La independencia otorgada al BCE por el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) le permite cumplir su mandato de estabilidad de precios sin injerencias políticas. La independencia debe ir acompañada de un nivel acorde de rendición de cuentas y, de conformidad con el Tratado, el BCE ha de rendir cuentas principalmente ante el Parlamento Europeo como órgano integrado por los representantes elegidos democráticamente por los ciudadanos de la UE. El cumplimiento efectivo de las obligaciones de rendición de cuentas del BCE ante el Parlamento Europeo ha sido y sigue siendo un imperativo para el BCE. El diálogo bidireccional establecido con el Parlamento Europeo permite que el BCE explique sus actuaciones a los representantes de la ciudadanía de la UE y escuche sus preocupaciones. Las prácticas de rendición de cuentas del BCE han evolucionado con flexibilidad, más allá de los requisitos establecidos en el artículo 284, apartado 3, del TFUE, y se complementan con el control jurisdiccional por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Interacciones con el Parlamento Europeo

En 2021, la presidenta del BCE asistió a cuatro comparecencias ordinarias ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios y, en febrero, participó en el debate plenario sobre el Informe Anual 2019 del BCE. El vicepresidente presentó el Informe Anual 2020 del BCE ante la Comisión ECON en abril de 2021. El BCE publicó sus comentarios a las observaciones formuladas por el Parlamento Europeo en la resolución de este último sobre el Informe Anual 2019. También respondió a 46 preguntas remitidas por escrito por miembros del Parlamento Europeo en 2021.

Al margen de estas interacciones periódicas, el BCE también mantuvo un estrecho contacto con la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios en el contexto de la revisión de la estrategia y del euro digital (véase recuadro 11). Una delegación de miembros de esta Comisión participó en la visita anual al BCE en febrero, que en 2021 tuvo lugar en formato virtual. Además, en mayo el BCE organizó otra visita virtual sobre la revisión de la estrategia —como parte de su ejercicio de escucha— y sobre el euro digital con la presidenta del BCE y los miembros del Comité Ejecutivo Philip R. Lane y Fabio Panetta. Tras anunciar el resultado de la revisión de la estrategia el 8 de julio, el BCE también celebró una reunión con la Comisión ECON para explicar la nueva estrategia de política monetaria y responder a las preguntas formuladas por los miembros de esta Comisión.

Según la última encuesta del Eurobarómetro, el 79 % de los encuestados en la zona del euro apoya el euro y el 47 % tiende a confiar en el BCE[116]. Este resultado supone un aumento con respecto a los niveles previos a la pandemia (otoño de 2019) para ambos indicadores y es más favorable que el correspondiente a episodios de crisis anteriores. Esta mejora indica que los ciudadanos reconocen la labor realizada por el BCE para responder a la crisis de la pandemia y optimizar sus prácticas de comunicación con la ciudadanía. El BCE seguirá trabajando para mantener un diálogo constructivo con el Parlamento Europeo y los ciudadanos con el fin de explicar sus decisiones y escuchar sus preocupaciones.

10.2 Relaciones internacionales

G-20

El BCE participó de forma constructiva en las iniciativas del G-20 para abordar la crisis del COVID-19, el cambio climático y las cuestiones relativas al sector financiero

Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G-20 reiteraron en varias ocasiones que seguirían empleando todas las herramientas disponibles durante el tiempo que fuera necesario para responder a la pandemia de COVID-19. De cara al futuro, el G-20 subrayó la necesidad de proporcionar un apoyo cada vez más focalizado destinado a la consecución de una recuperación inclusiva, digital, verde y sostenible, y aprobó una hoja de ruta voluntaria plurianual para unas finanzas sostenibles. En cuanto a otras cuestiones relativas al sector financiero, el G-20 comenzó a implementar la hoja de ruta para reforzar los pagos transfronterizos y discutió sobre monedas digitales emitidas por bancos centrales y stablecoins globales. El G-20 también señaló que era necesario fortalecer la capacidad de resistencia del sector de intermediación financiera no bancaria, como los fondos del mercado monetario, y respaldó los programas de trabajo correspondientes del Consejo de Estabilidad Financiera. Además, este grupo de países refrendó el acuerdo histórico de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos sobre la reforma de la tributación internacional. En relación con el apoyo a los países vulnerables, el G-20 trabajó para abordar las vulnerabilidades derivadas de la deuda mediante el marco común para el tratamiento de la deuda más allá de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés), de carácter temporal.

Políticas relacionadas con el FMI y con la arquitectura financiera internacional

Nuevas iniciativas emprendidas por el FMI para ayudar a sus miembros a afrontar las consecuencias de la pandemia

El FMI continuó siendo una pieza fundamental de la respuesta de la comunidad internacional a la pandemia, y, desde marzo de 2020, el apoyo crediticio prestado llegó a casi la mitad de sus miembros, en particular a los países de bajos ingresos. Pese al alcance de la financiación concedida, los recursos del FMI se mantuvieron en niveles adecuados, aunque siguieron siendo objeto de un seguimiento constante. Un hito histórico para la economía mundial en el verano de 2021 fue la asignación general de derechos especiales de giro (DEG), de una magnitud sin precedentes, por parte del FMI (véase recuadro 12). En las Reuniones Anuales de 2021, también se alcanzó un amplio acuerdo para promover la canalización voluntaria de DEG de miembros con posiciones exteriores sólidas en favor de países de bajos ingresos y de países vulnerables de ingresos medios, incluso a través de la creación de un nuevo Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad (RST, por sus siglas en inglés) administrado por el FMI, que se diseñará y creará en un futuro próximo. Para que los bancos centrales del SEBC puedan prestar DEG al RST, se deberá garantizar que los DEG conservan su carácter de activo de reserva, lo que implica que las aportaciones de los bancos centrales mantengan un nivel de liquidez suficiente y un bajo riesgo de crédito.

En vista del impacto de la pandemia en la situación de endeudamiento de muchos países, el FMI continuó con su programa de trabajo relacionado con la deuda. El conjunto de recomendaciones incluidas en el informe sobre el papel del FMI en los procesos de reestructuración de la deuda soberana, elaborado por un grupo de trabajo del Comité de Relaciones Internacionales del SEBC, constituyó una valiosa contribución a la revisión de las políticas relacionadas con la deuda del FMI, en particular, las políticas de préstamo a países en mora (lending into arrears).

Conforme los países se recuperen de la crisis, la importancia de la supervisión del FMI aumentará a medida que los países busquen asesoramiento para avanzar hacia una recuperación verde, inclusiva y digital. Con este fin, el FMI completó el Examen Integral de la Supervisión y el examen del Programa de Evaluación del Sector Financiero en mayo de 2021. También desarrolló una estrategia para abordar los desafíos de las políticas relacionadas con el cambio climático. En 2022, el FMI finalizará la revisión de su Perspectiva Institucional sobre la liberalización y la gestión de los flujos de capital de 2012 (que permite utilizar medidas de gestión de flujos de capital en circunstancias determinadas).

Recuadro 11
Interacciones con las autoridades europeas sobre el proyecto de un euro digital

Uno de los factores clave para el éxito de un euro digital será la coordinación entre las autoridades e instituciones europeas, sin menoscabo de sus respectivos mandatos e independencia. El Parlamento Europeo y otras instituciones de la UE han acogido con satisfacción los trabajos del Eurosistema sobre un euro digital[117], al tiempo que el BCE ha mantenido una colaboración estrecha con las autoridades de la UE, que se ha intensificado desde el inicio de la fase de investigación del proyecto de un euro digital[118]. Los intercambios periódicos sobre las principales cuestiones de diseño y los aspectos de un euro digital pertinentes para las políticas seguirán garantizando que las opiniones del Parlamento Europeo y de otras autoridades europeas puedan servir de base para los debates del Eurosistema[119]. Toda modificación necesaria del marco jurídico de la UE se someterá a la decisión de los colegisladores de la Unión, a propuesta de la Comisión Europea.

Prosiguen los trabajos técnicos con la Comisión Europea. Desde enero de 2021, el BCE y los servicios de la Comisión Europea han revisado conjuntamente, a nivel técnico, una amplia gama de cuestiones de políticas, técnicas y jurídicas que podrían derivarse de la posible introducción de un euro digital, teniendo en cuenta los respectivos mandatos e independencia que les confieren los Tratados[120]. Este grupo mixto ha demostrado ser un foro valioso para el intercambio de opiniones y la coordinación en torno a aspectos relativos al euro digital.

El BCE intercambió opiniones sobre un euro digital con el Parlamento Europeo durante 2021. Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo, analizó los trabajos del BCE en este ámbito con la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios (ECON) en los meses de abril y de noviembre[121]. Las comparecencias ordinarias de la presidenta del BCE, el debate plenario sobre la resolución del Parlamento Europeo relativa al Informe Anual 2020 del BCE y la visita virtual de los miembros de la Comisión ECON al BCE brindaron nuevas oportunidades para que los miembros del Parlamento Europeo se informaran sobre el proyecto de un euro digital. Además, la presidenta del BCE compartió los puntos de vista que la institución tiene al respecto en las respuestas a varias preguntas escritas formuladas por miembros del Parlamento Europeo[122].

Los ministros de Finanzas de la zona del euro debatieron el uso del euro como moneda digital en diversas ocasiones. El Eurogrupo hizo balance del euro digital en abril y julio de 2021, cuando se acordó que se mantendrían debates periódicos sobre sus implicaciones[123]. El primero de estos debates ministeriales se celebró en noviembre de 2021 y se centró en los objetivos de política y los usos del euro digital en el contexto global, organizándose, además, un seminario técnico con los Estados miembros[124].

Recuadro 12
La nueva asignación de los derechos especiales de giro desde la perspectiva del Eurosistema

Para abordar la necesidad de reservas a largo plazo y a escala global, aumentar la liquidez mundial y ayudar a los países a afrontar mejor la crisis de la pandemia, el 23 de agosto de 2021 entró en vigor una nueva asignación general de derechos especiales de giro (DEG)[125] realizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), por un importe equivalente a unos 650 mm de dólares estadounidenses, más que triplicó las tenencias de DEG. Todos los países miembros del FMI, incluidos los países de la UE, recibieron DEG en función de sus cuotas en el FMI. El BCE no recibió DEG, al no ser miembro del FMI, pero, como es un tenedor autorizado de DEG, puede realizar operaciones con ellos.

Los países pueden mantener DEG como parte de sus activos de reserva o convertirlos en monedas de libre uso. Estas conversiones tienen lugar, sobre todo, en el mercado de DEG, formado por los miembros del FMI que han acordado comprar y vender DEG y que han firmado acuerdos de canje voluntario (VTA, por sus siglas en inglés). El FMI actúa como intermediario entre vendedores y compradores de DEG. Un mercado de DEG que funcione correctamente contribuye a lograr el objetivo de la nueva asignación. Por tanto, antes de la asignación de DEG, los bancos centrales del Eurosistema acordaron revisar sus VTA con el fin de aumentar proporcionalmente la capacidad de absorción total y de ajustar diversos aspectos operativos para conseguir una mayor armonización en el Eurosistema. El buen funcionamiento de los VTA también sería fundamental para la eficacia del Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad (RST por sus siglas en inglés) administrado por el FMI, que se diseñará y creará en un futuro próximo.

A finales de 2021, 35 países miembros del FMI (incluidos 17 países de la zona del euro, con los nuevos VTA suscritos recientemente por Lituania y Estonia) y un tenedor autorizado (el BCE) habían establecido este tipo de acuerdos, que proporcionan una capacidad total[126] de compra de 240 mm de DEG y una capacidad de venta de 123 mm de DEG. Por tanto, el Eurosistema está desempeñando una función de cohesión en el esfuerzo global por aumentar la liquidez y apoyar la recuperación cuando acabe la pandemia.

11 Buen gobierno y mayor sostenibilidad social y ambiental en el BCE

En 2021, el BCE se comprometió a empezar a informar sobre temas de sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza (ASG) relevantes para los grupos de interés internos y externos de forma más holística. Así pues, se iniciaron los trabajos para ampliar el actual marco de información medioambiental del BCE con el fin de incluir cuestiones de gobernanza, sociales y relativas a los empleados, teniendo en cuenta los requisitos de la Directiva de información no financiera[127]. En este capítulo se resume el enfoque del BCE en relación con estos temas, identificados en un ejercicio de evaluación de relevancia. Este ejercicio fue esencial para definir el contenido de la información que ha de presentarse y también como base de la próxima revisión de la estrategia institucional del BCE, con el propósito de seguir integrando la sostenibilidad en la gobernanza de la institución.

11.1 Gestión de la sostenibilidad e impactos y riesgos relacionados

En 2021, el BCE identificó los temas de sostenibilidad que son clave para la institución mediante un ejercicio de evaluación de relevancia coordinado por un grupo de trabajo interno que combinó áreas pertinentes de toda la organización. La primera parte de la evaluación incluyó la selección de temas de sostenibilidad basados en las directrices, estándares y referencias vigentes en materia de sostenibilidad, y en el análisis del contexto del BCE y las expectativas de sus grupos de interés. La segunda parte conllevó una interacción activa con interlocutores internos y externos, entre ellos representantes de los bancos centrales nacionales (BCN), instituciones europeas y algunos de los principales proveedores de servicios del BCE.

En 2021, el BCE llevó a cabo el primer ejercicio de evaluación de relevancia para identificar los temas ambientales, sociales y de gobernanza que son clave para la institución

La relevancia (es decir, la materialidad) de los temas se evaluó teniendo en cuenta perspectivas tanto internas como externas sobre cómo afectan las cuestiones de sostenibilidad al BCE, así como el impacto de la institución en la sociedad y en el medio ambiente. Los temas relevantes identificados se presentaron después al Comité Ejecutivo y se utilizaron para definir los temas principales para el Informe Anual (véase figura 11.1).

Figura 11.1

Temas de sostenibilidad relevantes para el BCE

Fuente: BCE.

El BCE también aborda los riesgos de sostenibilidad como parte de la gobernanza de su gestión de los riesgos operacionales. Como se describe en detalle en el capítulo de las Cuentas Anuales dedicado a la gestión de riesgos, la gestión de los riesgos operacionales forma parte de la estructura de gobierno del BCE[128]. El BCE ha establecido procesos de gestión que facilitan el tratamiento efectivo de todos los riesgos operacionales, incluidos los riesgos y oportunidades ambientales, sociales y de gobernanza (ASG).

En la práctica, los riesgos y oportunidades ASG se consideran, entre otros ámbitos, en el contexto de las actualizaciones anuales de riesgos y resiliencia. Se reflejan en el análisis del entorno de tendencias emergentes que aporta información para los debates con la alta dirección. También se tienen en cuenta cuando las áreas operativas identifican, evalúan, responden a, comunican y hacen un seguimiento de los riesgos, incidentes y controles operacionales, ya sea como parte de los ejercicios anuales o de forma ad hoc durante el año en la gestión diaria.

11.2 Fortalecimiento de la ética y de la integridad

El BCE promovió activamente la concienciación ética de sus empleados

El BCE desarrolló nuevas iniciativas —como la Ethics Awareness Week, los Open Ethics Days para empleados recién contratados y cursos especializados de formación—, para dar a conocer a la plantilla las normas deontológicas de forma más efectiva y sostenible. Todos los nuevos empleados tuvieron que completar un curso de formación online obligatorio denominado «Being ethical». Estas iniciativas siguieron reforzando el Régimen Deontológico vigente para toda la plantilla, que constituye la base del compromiso del BCE de promover la integridad, el buen gobierno corporativo y las normas éticas más estrictas. Los empleados del BCE conocen y utilizan el régimen vigente: en 2021, la Oficina de Cumplimiento y Gobernanza, el órgano responsable del seguimiento del cumplimiento por parte del BCE de las normas deontológicas y de gobernanza, respondió a más de 2.000 consultas sobre temas muy variados, formuladas prácticamente a partes iguales por empleados de la función de banca central y de la de supervisión bancaria. Casi el 60 % de estas consultas estaban relacionadas con operaciones financieras privadas de empleados, seguidas de preguntas sobre actividades externas y restricciones post-empleo (véase gráfico 11.1). Las verificaciones, efectuadas con el apoyo de una empresa de auditoría externa, confirmaron el cumplimiento generalizado de las normas sobre operaciones financieras privadas por parte de los empleados y de los miembros de los órganos de alto nivel del BCE.

Gráfico 11.1

Resumen de las consultas formuladas por empleados del BCE en 2021

(número de consultas)

Fuente: BCE.

El año 2021 fue el primero completo de funcionamiento del mecanismo de comunicación de infracciones, que es una herramienta digital, operativa desde octubre de 2020, que permite que los empleados comuniquen presuntos incumplimientos de las obligaciones profesionales. Durante el año se comunicaron infracciones de forma tanto anónima como nominal (a través del citado mecanismo y por otras vías) sobre temas muy diversos, desde la vulneración de la dignidad del trabajador hasta casos de fraude o apropiación indebida. Todas las comunicaciones se someten a una evaluación preliminar, que sirve de base para determinar si se adoptan medidas adicionales. El Comité Deontológico del BCE continuó ofreciendo asesoramiento a los altos cargos sobre la aplicación del Código de Conducta único y revisó las declaraciones de intereses presentadas por miembros del Comité Ejecutivo, del Consejo de Gobierno y del Consejo de Supervisión antes de su publicación en los sitios web del BCE. Además, en 2021, el Comité Deontológico emitió un número más elevado de dictámenes, la mayoría relacionados con actividades emprendidas a título personal o tras el cese en el cargo[129].

Las Orientaciones Deontológicas revisadas seguirán reforzando y armonizando los regímenes deontológicos de los BCN del Eurosistema y de las ANC

En el ámbito del Eurosistema y del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) y como resultado de la revisión periódica, el Consejo de Gobierno adoptó nuevas Orientaciones Deontológicas[130], que establecen normas reforzadas de integridad para todos los bancos centrales nacionales y las autoridades nacionales competentes de la zona del euro. Con el fin de abordar los conflictos de intereses de forma más eficaz, en las Orientaciones se endurecen las normas relativas a los períodos previo y posterior al empleo, así como las relativas a las operaciones financieras privadas. Los bancos centrales del Eurosistema y las autoridades nacionales competentes (ANC) tienen un plazo de 18 meses para aplicar estos nuevos requisitos.

Esta revisión la llevó a cabo el Ethics and Compliance Officers Task Force (grupo de trabajo de expertos en ética y cumplimiento), foro que se transformó en la Conferencia sobre Ética y Cumplimiento en 2021. El Consejo de Gobierno consideró que este cambio reflejaría mejor el carácter permanente de este grupo, su cobertura del conjunto del Eurosistema y del MUS, y la relevancia creciente de las cuestiones de ética y de cumplimiento en general.

En el ámbito internacional, el BCE tuvo el honor de organizar la decimotercera reunión anual de la Red de Ética de las Organizaciones Multilaterales (ENMO, por sus siglas en inglés), que fue inaugurada por la presidenta del BCE y reunió a responsables de cumplimiento ético de alto nivel de más de 40 instituciones intergubernamentales multilaterales para debatir sobre buenas prácticas, cuestiones éticas de actualidad y retos.

11.3 Mejora de la transparencia e interacción con los ciudadanos

«Trabajamos permanentemente para hacernos entender mejor por las personas que viven en la zona del euro y cuya vida se ve afectada por nuestras medidas», Christine Lagarde, presidenta del BCE, 2021

En 2021, el BCE adoptó medidas de calado para hacerse entender mejor por el público en general, especialmente por medio de sus innovaciones en materia de comunicación de la política monetaria (véase recuadro 3). Al mismo tiempo, continuó convirtiendo los retos planteados por la pandemia en oportunidades, ideando nuevas formas para llegar a audiencias distintas. El BCE siguió haciendo honor a su compromiso con la accesibilidad de los documentos, un componente esencial de su transparencia y su rendición de cuentas, e invirtió en la interacción con los ciudadanos con el fin de promover una mejor comprensión del papel del BCE y de los motivos de sus decisiones.

Conectar durante la pandemia: intensificación de la comunicación online con el público en general

Con el fin de potenciar su presencia en internet y de hacerse entender mejor por el público en general, en 2021 el BCE llevó a cabo un importante rediseño de sus sitios web. Tanto el sitio web del BCE como el sitio web de Supervisión Bancaria tienen ahora un nuevo diseño con una apariencia más moderna y una navegación mejorada, también para dispositivos móviles. Esta nueva imagen incorpora planteamientos modernos de diseño digital y hace hincapié en los elementos visuales explicativos, en la mejora de la legibilidad y en una presentación atractiva de la labor del BCE y de la Supervisión Bancaria del BCE. Grandes partes de los sitios web, en particular las páginas centrales (hub pages), están disponibles en las 24 lenguas oficiales de la UE. El tráfico a esas páginas centrales en concreto se duplicó con creces tras el lanzamiento del nuevo look-and-feel (imagen y experiencia de usuario) de los sitios web del BCE.

Los formatos modernos de comunicación, como el blog y el podcast del BCE, continuaron siendo una manera atractiva y acertada de dar a conocer las perspectivas de los responsables de las políticas sobre temas clave, como las últimas decisiones del BCE, el euro digital o el papel de los bancos centrales en la lucha contra el cambio climático. Se registró un incremento del número de personas que siguen el podcast del BCE, que atrajo especialmente a un público joven. En los distintos episodios se abordó un amplio abanico de temas, como la inflación, el uso de metáforas relacionadas con animales en el discurso de los bancos centrales, el liderazgo femenino y la igualdad de género. Por ejemplo, el episodio en el que Christine Lagarde, presidenta del BCE, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Janet Yellen, secretaria del Tesoro estadounidense, conversaron sobre el empoderamiento de las mujeres, la recuperación económica inclusiva tras la pandemia de COVID-19 y la cooperación transatlántica se reprodujo 22.909 veces.

En plena pandemia, las redes sociales del BCE proporcionaron un canal adicional para interactuar directamente con el público y lograr su participación. En 2021, el número de seguidores del BCE en las redes sociales creció un 15 % en total. La sesión de preguntas y respuestas en Twitter llevada a cabo en abril de 2021 con la participación de Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo, marcó un nuevo récord de ese tipo de eventos, ya que sus tuits de respuesta alcanzaron los dos millones de visualizaciones. Este evento en una red social permitió a Isabel Schnabel contestar preguntas de ciudadanos sobre una amplia variedad de temas, desde los tipos de interés negativos hasta recomendaciones para las mujeres interesadas en desarrollar su carrera profesional en el BCE.

Con el fin de intensificar los esfuerzos para interactuar con los ciudadanos y explicar la política del BCE incluso durante las restricciones a la interacción física impuestas con motivo de la pandemia, el Centro de Visitantes del BCE dio acceso a sus charlas virtuales al público en general y las complementó con nuevas actividades de interacción, como presentaciones virtuales elaboradas por el Centro y conferencias pregrabadas.

Charla virtual del Centro de Visitantes

Hacer honor al compromiso de transparencia e interactuar con los ciudadanos

El BCE cumplió su compromiso de garantizar la transparencia e invirtió en nuevas formas de conectar con los ciudadanos de la UE

El régimen de acceso público del BCE es un instrumento importante para respaldar la política de transparencia. Se ha concebido para mejorar la transparencia y la legitimidad democrática del BCE otorgando al público en general un amplio acceso a sus documentos y, al mismo tiempo, garantizando una protección adecuada de la independencia y el funcionamiento de la institución. La publicación por iniciativa propia de documentos, desde documentación histórica anterior a la creación del BCE hasta documentos de interés para el público en general, se promovió y llevó a cabo de manera activa. Por último, la publicación de documentos con motivo de solicitudes de acceso público se utilizó cada vez más como un medio para profundizar en el compromiso y las prácticas del BCE en materia de transparencia. El Defensor del Pueblo Europeo no señaló ningún caso de mala administración en el tratamiento de solicitudes de acceso público por parte del BCE.

En septiembre de 2021, el BCE puso en marcha Pregúntanos, una nueva página web para consultas del público. Esta nueva herramienta facilita la interacción con los ciudadanos, dado que estos pueden ponerse en contacto con el BCE de una forma más sencilla, y ofrece de manera directa y proactiva información sobre preguntas frecuentes. En 2021, el equipo del BCE dedicado a responder al público procesó más de 25.189 consultas, dando voz a los ciudadanos que utilizan el servicio, escuchando sus inquietudes y expectativas, y explicando con un lenguaje claro el mandato, las funciones y las decisiones del BCE.

Página web «Pregúntanos»

En 2021 también se celebraron periódicamente seminarios de la serie del BCE dedicada a la sociedad civil, con tres eventos a los que asistieron representantes de organizaciones europeas de la sociedad civil. Estos representantes tuvieron la ocasión de intercambiar opiniones con expertos del BCE sobre distintos temas, desde la evolución macroeconómica en la zona del euro hasta el resultado de la revisión de la estrategia del BCE, pasando por su estrategia de pagos minoristas.

11.4 Promoción de la resiliencia, el empoderamiento y la diversidad entre nuestros compañeros

Los empleados son el eje central del funcionamiento del BCE y por eso la institución intenta atraer y desarrollar el talento más diverso con el fin de trabajar para Europa. Para lograrlo, el BCE ha instaurado políticas y marcos que implican y empoderan a sus empleados, a la vez que garantizan su satisfacción en el trabajo, su resiliencia y su bienestar durante toda su carrera profesional. Estas políticas también evolucionan en respuesta a los cambios en el entorno exterior y van de la mano de los esfuerzos del BCE por promover un lugar de trabajo inclusivo que permita a los empleados alcanzar la excelencia y que secunde a la institución en el cumplimiento de su mandato.

Bienestar y desarrollo

Énfasis en la salud mental, la vinculación con el equipo y la conciliación de la vida laboral y personal

En 2021, los empleados del BCE trabajaron mayoritariamente a distancia como consecuencia de la pandemia. Su salud física y mental, la vinculación con el equipo y las condiciones laborales pasaron a un primer plano en muchas actividades organizacionales.

Se realizaron tres sondeos breves, con una participación media del 60 %, que se centraron en la salud mental de los empleados y en la vinculación con los equipos, y recabaron opiniones sobre las medidas de apoyo puestas en práctica por el BCE. El sondeo de febrero de 2021 puso de manifiesto que la opinión de los empleados sobre su bienestar y la conciliación de la vida laboral y personal había empeorado de manera sensible. Los dos sondeos posteriores (de junio y noviembre) reflejaron mejoras gracias a las medidas adoptadas por el BCE al respecto, así como al cambio de la dinámica de la pandemia.

El BCE puso en marcha varias iniciativas para dar respuesta a las preocupaciones manifestadas por los empleados en los sondeos. El Virtual Centre for Well-being (centro virtual para el bienestar) amplió sus servicios de asesoramiento social, y ofreció formación y webinars (dos veces por semana) sobre temas de salud y bienestar abiertos a toda la plantilla, que se complementaron con cinco podcasts temáticos de producción propia. La satisfacción de los empleados con las decisiones del BCE en materia de salud y seguridad de los trabajadores se situó en torno al 80 % en los tres sondeos.

Vacunación contra el COVID-19

El BCE organizó en sus instalaciones, a través de la Cruz Roja alemana, la vacunación gratuita contra el COVID-19 de sus empleados y de sus familiares, así como de los consultores esenciales que trabajan in situ. En total, unas 2.000 personas recibieron la pauta de vacunación completa durante el verano, y en diciembre de 2021 se administraron otras 400 vacunas (incluidas dosis de refuerzo). Según una encuesta interna, con una tasa de respuesta del 65 %, el 91 % de los participantes habían recibido la pauta completa.

Implantación de medidas para integrar a las nuevas incorporaciones

En 2021, el BCE incorporó satisfactoriamente a alrededor de 850 nuevos empleados. La pandemia afectó de forma desproporcionada a los trabajadores más jóvenes y a los recién contratados en todo el mundo. Las encuestas a los empleados también pusieron de relieve la especial vulnerabilidad de este grupo en el escenario de teletrabajo. Para paliar estos problemas, el BCE reajustó su programa de incorporación y creó paquetes específicos de bienestar para este colectivo.

Se impartió formación a los directivos sobre cómo integrar a los empleados de forma remota y se organizaron reuniones específicas de seguimiento con las nuevas incorporaciones. Además, el BCE puso en marcha, junto con otras instituciones del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) y del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), un juego colaborativo online para nuevos empleados. El juego se diseñó para presentar a las nuevas incorporaciones en todo el continente europeo y puso en contacto a más de 2.000 personas de 30 instituciones distintas.

Transformación de las iniciativas de formación y desarrollo

Desde que comenzó la pandemia, el BCE ha transformado sus iniciativas de formación y desarrollo, que han pasado de ser en su mayoría presenciales a desarrollarse completamente en remoto. Durante todo 2021, este enfoque permitió a los empleados del BCE seguir desarrollándose profesionalmente asistiendo a 1.421 sesiones de formación a distancia sobre temas muy diversos, desde competencias técnicas hasta habilidades sociales. Asimismo, se inició un programa específico de liderazgo en un entorno remoto e híbrido, y las jefaturas también tuvieron la oportunidad de recibir coaching individual y grupal.

El año 2021 fue el segundo de implantación del nuevo marco de carreras profesionales del BCE y por primera vez se pudieron evaluar sus resultados. Se llevó a cabo un ejercicio amplio de revisión, que confirmó el efecto positivo del marco. Nuestro enfoque de priorización del talento interno se tradujo en una ratio más alta de promoción, y el índice de movilidad horizontal alcanzó su máximo histórico. Además, la revisión ayudó a detectar formas de mejorar la eficiencia de nuestro marco.

Diversidad e inclusión

La estrategia de género del BCE adoptada para 2020-2026 estableció objetivos de género ambiciosos, acompañados por medidas de apoyo relativas a la contratación y la promoción, la cultura y la rendición de cuentas, el desarrollo del liderazgo y el trabajo flexible. En 2021, el BCE diseñó un nuevo programa de mentoring e introdujo orientaciones generales para los directivos relativas a la asignación de tareas críticas para la carrera profesional. Asimismo, acordó duplicar el número de días de permiso especial por nacimiento o adopción de hijos para el segundo cuidador o cuidadora, con el fin de apoyar a todas las familias y promover un reparto más equilibrado de las responsabilidades familiares.

Promoción de un entorno laboral inclusivo

Más allá de la diversidad de género, el BCE trabajó también —en colaboración con seis redes de diversidad— para promover un entorno laboral inclusivo, mediante la sensibilización y la promoción de la inclusión de distintos grupos, como los empleados con discapacidad, los procedentes de comunidades culturalmente diversas y el colectivo LGBT+. En 2021, el BCE introdujo un programa de liderazgo inclusivo dirigido a las jefaturas, así como varios módulos de formación a distancia para todos los empleados, destinados a acercar en el BCE las conductas individuales a una cultura más inclusiva. Estas iniciativas abordaron la diversidad y la inclusión desde distintos puntos de vista e incluyeron temas como las facetas de la diversidad, los sesgos inconscientes y la dignidad en el trabajo.

Publicación de cifras de empleados por nacionalidad

El BCE es una de las instituciones europeas más importantes, y sus empleados proceden de los 27 Estados miembros de la UE[131]. Para aumentar la transparencia en una de sus principales áreas de diversidad, el BCE decidió publicar datos por nacionalidad[132], tanto de la plantilla en su conjunto como de la dirección en particular (véase cuadro 11.1). Cada año se publicarán cifras actualizadas en este informe.

Cuadro 11.1

Porcentajes de la plantilla del BCE y de la dirección, por nacionalidad

Fuente: BCE.
Notas: El cuadro 11.1 muestra la proporción de los empleados y directivos del BCE por nacionalidad, es decir, los miembros del personal que tienen varias nacionalidades se cuentan para todas las nacionalidades que declaran. «Plantilla» hace referencia a los empleados, incluidos los miembros de la dirección, con contratos permanentes, contratos de duración determinada convertibles en indefinidos y contratos de duración determinada no convertibles a 31 de diciembre de 2021. «Dirección» se refiere al personal enmarcado en las bandas salariales de la I a la M. Los totales pueden superar el 100 % debido al redondeo.

Nuevo canal de resolución de conflictos

Creación de una función de mediación interna

En 2021, el BCE también decidió crear una función de mediación interna (con actividades similares a las de un defensor del empleado). Esta nueva función actuará con total independencia. El mediador ayudará a las partes a resolver conflictos laborales con la máxima confidencialidad e imparcialidad. Los servicios de mediación estarán a disposición de todos los empleados, que podrán ponerse en contacto con la oficina en cualquier momento y sin necesidad de un procedimiento formal. El uso de estos servicios será voluntario. Este nuevo canal informal complementará a los cauces formales e informales que ya existían para la resolución de conflictos.

11.5 Actuación frente al cambio climático y los impactos medioambientales

La labor del BCE en relación con el cambio climático es una de sus prioridades fundamentales, y lo seguirá siendo en los próximos años. Por ello, el BCE ha adoptado medidas concretas para ampliar sus iniciativas en esta área en el marco de su mandato y su ámbito de competencia. En esta sección se ofrece una visión general de los principales logros y actividades del BCE en esta materia, y se presenta lo que queda por hacer: en primer lugar, se muestra el trabajo desarrollado en relación con las áreas temáticas estratégicas más importantes del centro sobre el cambio climático (CCC) (véase recuadro 13); en segundo lugar, se describe la contribución del BCE al debate político europeo e internacional, y, por último, se revisan los trabajos en curso de otras áreas operativas del BCE.

Información actualizada sobre el trabajo relativo al cambio climático en el BCE

Gestión de los riesgos climáticos para la estabilidad financiera, la supervisión bancaria y el marco prudencial

En el ámbito de la estabilidad financiera y la política prudencial, el BCE se ha centrado en la manera de abordar y potencialmente incorporar los riesgos climáticos al marco prudencial, para desarrollar un sistema de seguimiento de riesgos —que incluya métricas de riesgos climáticos y exposiciones del sistema financiero a los mismos— y para reforzar las evaluaciones a futuro del impacto de estos riesgos en los intermediarios financieros (por ejemplo, a través de pruebas de resistencia climática específicas). Esta área temática también estudia el efecto de las políticas de mitigación y adaptación en las entidades financieras y en los mercados para dilucidar cuál es la mejor forma de que estas apoyen la transición ecológica y mitiguen los costes macroeconómicos del cambio climático. El BCE realiza un seguimiento y evalúa periódicamente los riesgos climáticos para las entidades y empresas financieras en su Financial Stability Review[133] y en los informes del BCE/SEBC[134]. En septiembre de 2021 publicó la metodología y los resultados de la prueba de resistencia climática del conjunto de la economía[135], que también servirá de base para la prueba de resistencia climática supervisora de 2022 que llevará a cabo la Supervisión Bancaria del BCE con el fin de verificar el grado de preparación de las entidades de crédito para evaluar los riesgos climáticos[136]. En el ámbito de la supervisión bancaria, el BCE publicó la Guía sobre riesgos relacionados con el clima y medioambientales en noviembre de 2020. En 2021, pidió a las entidades de crédito que realizaran una autoevaluación con arreglo a la Guía y elaboraran planes de acción. En 2022, la Supervisión Bancaria del BCE llevará a cabo una evaluación supervisora completa de las prácticas de las entidades en lo referido a la gestión de riesgos y la divulgación de información.

Integración de los riesgos climáticos en los modelos macroeconómicos y en las consideraciones de política monetaria

En el ámbito del análisis macroeconómico y de la política monetaria, el BCE evalúa los riesgos macroeconómicos derivados del cambio climático y de las políticas al respecto, así como sus implicaciones para las proyecciones macroeconómicas elaboradas por los expertos y la evaluación de los riesgos, y también para la transmisión de la política monetaria[137]. En este contexto, los expertos del BCE realizan un estrecho seguimiento de la evolución macroeconómica relacionada con el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE[138] y analizan las repercusiones macroeconómicas y estructurales de las políticas de transición adoptadas a escala nacional y europea. En consonancia con el plan de actuación (véase recuadro 2), esta área temática tiene como objetivo integrar los riesgos climáticos en los modelos macroeconómicos «de referencia» del BCE y contempla el desarrollo de nuevos modelos para estudiar cuestiones específicas relacionadas con el clima que sean relevantes para la evolución macroeconómica y la política monetaria. Asimismo, se está llevando a cabo un análisis que permita comprender mejor cómo afecta el cambio climático a la transmisión de la política monetaria. El trabajo conceptual en el que se estudia cómo tener en cuenta el cambio climático en las operaciones de política monetaria del BCE también se enmarca en esta línea de trabajo, incluida la evaluación de posibles sesgos en la asignación del mercado en un contexto de ineficiencias del mercado y las ventajas y desventajas de asignaciones alternativas.

Inclusión de las consideraciones de cambio climático en el marco de aplicación de la política monetaria

En el marco de las operaciones de los mercados financieros y de la gestión de riesgos del Eurosistema, el BCE está trabajando en la implementación del plan de actuación climática acordado para incluir consideraciones relacionadas con el cambio climático en el marco de aplicación de la política monetaria (véase recuadro 2). El BCE analiza los riesgos financieros para el Eurosistema derivados de su exposición a la política monetaria, también a través de un balance del Eurosistema en la prueba de resistencia climática. En 2021, esta área se centró en la elaboración de un plan de actuación que posteriormente fue aprobado por el Consejo de Gobierno. Desde entonces, se han iniciado los trabajos preparatorios para la aplicación concreta de la hoja de ruta acordada para dicho plan. Además, el BCE comenzó a aceptar determinados bonos con pagos de cupón vinculados a objetivos de sostenibilidad como activos de garantía y en sus compras de activos[139]. El Eurosistema anunció también una posición común para aplicar criterios de inversión sostenible y responsable (ISR) en términos de cambio climático en las carteras denominadas en euros no relacionadas con la política monetaria, y puso en marcha un proceso de licitación para el conjunto del Eurosistema para seleccionar a proveedores de servicios de datos adecuados. En el primer trimestre de 2023 empezará a divulgar información climática respecto de estas carteras y del programa de compras de bonos corporativos del BCE.

Contribuciones del BCE a las iniciativas de la UE relacionadas con el cambio climático

En el área de políticas y regulación financiera de la UE e internacionales, el BCE contribuye a iniciativas de la UE como el Pacto Verde Europeo, a la legislación de la UE en materia de finanzas sostenibles y a presentar iniciativas en foros internacionales. En este contexto, en 2021 la contribución del BCE a la agenda de la UE se plasmó en la publicación de dos dictámenes sobre las propuestas legislativas relativas a una directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad[140] y a un reglamento sobre los bonos verdes europeos[141]. Como miembro de la Plataforma sobre finanzas sostenibles, el BCE ayudó a desarrollar el marco de la taxonomía de la UE y a mejorar su uso en el sector bancario. Además, el BCE participó en la elaboración de las normas de información sobre sostenibilidad de la UE en el contexto del Project Task Force (grupo de trabajo técnico) del Grupo Consultivo Europeo en materia de Información Financiera (EFRAG, por sus siglas en inglés). El BCE también proporcionó un apoyo sustancial al relanzamiento de la temática de finanzas sostenibles en foros internacionales (en particular, en el G-7, el G-20 y el reconstituido Grupo de Trabajo sobre Finanzas Sostenibles del G-20). Asimismo, subrayó la necesidad de desarrollar unos marcos regulatorios creíbles e internacionalmente coherentes para las finanzas sostenibles, y respaldó la creación del Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB, por sus siglas en inglés) por parte de la Fundación IFRS (International Financial Reporting Standards Foundation).

Desarrollo de indicadores climáticos

Los trabajos sobre datos relativos al cambio climático tienen como objetivo desarrollar indicadores climáticos sobre riesgo físico, huella de carbono e instrumentos de finanzas sostenibles, tal como establece el plan de actuación climática. Para elaborar estos indicadores se está llevando a cabo un trabajo de análisis que implica una cooperación estrecha en el seno del SEBC y con otras organizaciones europeas e internacionales. En este trabajo se estudian también las distintas formas de analizar y compartir datos climáticos (actualmente suministrados, sobre todo, por proveedores de servicios de datos) que se utilizan en el BCE, con el fin de garantizar un alineamiento y colaboración plenas con los usuarios finales. Asimismo, en esta línea de trabajo se realiza el seguimiento de desarrollos externos sobre datos climáticos en foros europeos e internacionales.

Publicación del compromiso del BCE de lucha contra el cambio climático

Además de las áreas temáticas estratégicas descritas anteriormente, el BCE, bajo la coordinación del CCC, desarrolla temas generales relevantes para la propia institución y, más en general, en foros del Eurosistema, europeos e internacionales. Con motivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) de 2021, el BCE publicó su compromiso de lucha contra el cambio climático con el fin de contribuir, en su ámbito de competencia, a la adopción de medidas decisivas por parte de las autoridades para implementar el Acuerdo de París y mitigar las consecuencias del cambio climático.

Participación activa del BCE en foros internacionales sobre cuestiones climáticas

En 2021, el BCE participó activamente en la Network of Central Banks and Supervisors for Greening the Financial System (NGFS)[142], que es una red de bancos centrales y supervisores dedicada a introducir criterios de sostenibilidad medioambiental en el sistema financiero, e hizo importantes aportaciones a sus cinco líneas de trabajo específicas (microprudencial y supervisión; macrofinanciera; impulso a las finanzas verdes; eliminación de las lagunas de datos, e investigación) y al Legal Task Force (grupo de trabajo jurídico). El BCE también contribuyó a la labor del Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre Riesgos Financieros Climáticos (TFCR, por sus siglas en inglés)[143] del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, que está trabajando en cómo mejorar el conocimiento de los tres pilares del marco de Basilea y en su posible modificación[144]. A escala internacional, el BCE se incorporó de forma activa a las tres líneas de trabajo del Consejo de Estabilidad Financiera que se ocupan de cuestiones climáticas (el Comité Permanente de Cooperación Supervisora y Reguladora, el Grupo de Trabajo sobre Riesgo Climático y el Comité Permanente de Evaluación de Vulnerabilidades), al Comité Irving Fisher de Estadísticas de Bancos Centrales (que opera auspiciado por el Banco de Pagos Internacionales) y a la iniciativa sobre las limitaciones de los datos (DGI) del G-20, que respalda la armonización y disponibilidad de datos climáticos en todo el mundo. En el ámbito europeo, el BCE contribuyó a los trabajos de la Red de Finanzas Sostenibles de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) y a los subgrupos de la EBA dedicados a la transparencia y presentación de información.

Actividades de investigación del BCE sobre cambio climático y otras iniciativas en curso

Los expertos del BCE realizan cada vez más proyectos de investigación en el ámbito del cambio climático. En 2021 se publicaron diversos trabajos de investigación en la serie de documentos de trabajo (Working Paper Series) del BCE[145].

Por lo que se refiere a las infraestructuras del mercado financiero (IMF, por sus siglas en inglés) y los pagos, el BCE, en colaboración con otros bancos centrales nacionales de la zona del euro y la Autoridad Europea de Valores y Mercados, siguió trabajando en el impacto potencial de los riesgos ambientales sobre las IMF, y se centró inicialmente en las entidades de contrapartida central (ECC). Además, en la tercera conferencia conjunta anual sobre gestión de riesgos de las ECC, organizada por el Deutsche Bundesbank, el Federal Reserve Bank of Chicago y el BCE, los riesgos climáticos en los mercados financieros destacaron como tema transversal importante en relación con estos mercados.

El BCE está estudiando el ciclo de vida del efectivo en la zona del euro para evaluar los posibles impactos medioambientales de la segunda serie de billetes en euros. Además, implementó políticas y desarrolló actividades de investigación dirigidas a minimizar el impacto de la producción de billetes en euros sobre el medio ambiente. Entre estas políticas se incluía el programa de algodón sostenible, por el que el BCE se compromete a elevar al 100 % el porcentaje de uso de este tipo de algodón en el papel de los billetes en euros. El BCE realizó el seguimiento anual del impacto medioambiental de la producción de billetes e identificó mejoras en la gestión de los residuos.

Impulso de la propia sostenibilidad corporativa del BCE

Por último, en cuanto a su propia sostenibilidad corporativa, el BCE pretende seguir ampliando sus trabajos sobre sostenibilidad y los procesos de presentación de información al respecto. Esta área también comprende el desarrollo del sistema de gestión medioambiental del BCE y el seguimiento de la huella de carbono de organización del BCE, según se describe en la última sección de este capítulo.

Recuadro 13
El centro sobre el cambio climático del BCE – Organización y gobernanza

Ante el aumento de las iniciativas climáticas emprendidas por el BCE, en 2021 esta institución creó un centro sobre el cambio climático (CCC) con el fin de promover un enfoque estructurado en la coordinación y planificación estratégica de sus actividades en materia de cambio climático. Dada la relevancia de las cuestiones climáticas en el debate más general en torno a las políticas, también se consideró necesario reforzar la gobernanza y asignar recursos específicos para garantizar que la contribución del BCE en este ámbito fuera sustancial —tanto dentro de Europa como a escala internacional—. Asimismo, el CCC se propone intensificar la coordinación y cooperación del BCE con los bancos centrales nacionales del Eurosistema.

El objetivo principal del CCC es diseñar y dirigir la estrategia del BCE sobre el clima, identificar prioridades y crear una visión para la agenda climática del BCE. Para ello, el CCC se basará en el bagaje de conocimientos y competencias de cada área operativa del BCE, garantizando al mismo tiempo una actuación coherente y coordinada en el conjunto de la institución. Para conseguir estos objetivos, al CCC le han sido encomendadas cuatro responsabilidades fundamentales:

  • apoyar el trabajo de las distintas áreas operativas del BCE y de sus grupos de interés en la implementación de la estrategia frente al cambio climático;
  • coordinar las actividades externas e internas sobre cuestiones climáticas, asegurar que los mensajes están, en general, alineados con la estrategia del CCC e identificar sinergias;
  • mejorar el intercambio de información y la comunicación para que se conozca mejor la labor del BCE en relación con el cambio climático dentro y fuera de la institución, y
  • conectar las áreas operativas y los grupos de interés externos para promover la cooperación en materia de cambio climático.

El CCC se ha creado como una unidad de negocio nueva e independiente dentro de la Asesoría del Comité Ejecutivo que rinde cuentas directamente a la presidenta del BCE. El trabajo del CCC se organiza en torno a seis áreas temáticas de carácter estratégico que engloban las actividades en curso relacionadas con el cambio climático en el BCE: estabilidad financiera y política prudencial; análisis macroeconómico y política monetaria; operaciones en los mercados financieros y gestión de riesgos; políticas y regulación financiera de la UE e internacionales; datos, y sostenibilidad corporativa. Además, el CCC conecta y comparte información sobre otros trabajos transversales relativos al cambio climático de las áreas de estudios, infraestructura de mercado y pagos, derecho y billetes.

En la figura A se muestra un resumen de la gobernanza y la organización de las seis áreas temáticas del CCC.

Figura A

Organización y gobernanza del centro sobre el cambio climático del BCE

1) Algunas iniciativas en materia de política prudencial estarán sujetas a la aportación y la toma de decisiones del Consejo de Supervisión.

Gestión de la huella de carbono de organización del BCE

El BCE quiere contribuir a reducir sus impactos como organización y se ha comprometido a alinear sus objetivos de reducción de emisiones de carbono con el del Acuerdo de París, que consiste en limitar el aumento de la temperatura global del planeta a 1,5 ºC con respecto a los niveles preindustriales. Si se toman como referencia las vías para la consecución de los objetivos de reducción de emisiones basados en la ciencia, este compromiso requiere que el BCE recorte sus emisiones de carbono en un 46 % para 2030 desde el valor de referencia de 2019[146]. En su declaración ambiental de 2022 el BCE publicará un nuevo conjunto de objetivos y medidas ambiciosos para el período 2022-2024.

Reducción de la huella de carbono del BCE

Para gestionar su impacto ambiental, el BCE implementó una política medioambiental en 2007 y estableció un sistema de gestión medioambiental conforme al sistema comunitario de gestión y auditoría medioambientales (EMAS, por sus siglas en inglés) de la UE y a la norma ISO 14001 en el año 2010. Este enfoque sistemático ayudó a reducir la huella de carbono declarada del BCE en un 37 % entre 2008 y 2019, pese a un incremento sustancial de puestos de trabajo. Esta reducción fue incluso mayor en 2020, principalmente como consecuencia de la interrupción de las actividades relacionadas con los viajes debido a la pandemia de COVID-19.

La implementación del sistema de gestión medioambiental corre a cargo del equipo Green ECB liderado por el coordinador y el responsable de cuestiones ambientales, que informan periódicamente al Comité Ejecutivo a través del director general de Servicios. La coordinación con otras áreas operativas está respaldada por un grupo de unos 60 representantes en materia de medio ambiente y por la participación del equipo Green ECB en la línea de trabajo sobre sostenibilidad corporativa del CCC.

Cada año, el BCE informa sobre su comportamiento ambiental y objetivos en su declaración ambiental[147]. Esta publicación incluye información sobre los impactos ambientales de conformidad con el EMAS y el Greenhouse Gas Protocol. Como resultado de la evaluación más reciente de su huella de carbono, a partir de 2022 el BCE comenzará a informar acerca de otros impactos indirectos a lo largo de su cadena de valor —como los asociados a la adquisición de bienes y servicios; los activos de TI; la construcción de edificios; las emisiones generadas por el teletrabajo; la generación, transporte y distribución de energía suministrada, y los desplazamientos de los participantes externos a las conferencias—. Para presentar información relativa a estos aspectos adicionales será necesario colaborar de manera aún más estrecha con los proveedores de servicios aplicando la orientación sobre adquisiciones sostenibles del BCE.

Pese a la pandemia de COVID-19, en 2021 se implementaron varias medidas de mejora medioambiental. Por ejemplo, el BCE introdujo una orientación sobre eventos sostenibles, y se limitó el número de reuniones presenciales de grupos relevantes al 50 % de las previstas en un año con el fin de reducir las emisiones generadas por los desplazamientos después de la pandemia. Como en los dos años anteriores, el BCE también compensó las emisiones residuales del año precedente que no pudieron reducirse a través de medidas de cancelación respaldando los proyectos de compensación de emisiones de carbono certificados por Gold Standard.

Además, el BCE siguió impulsando estrategias de ISR en sus carteras no relacionadas con la política monetaria, en consonancia con la posición común del Eurosistema[148].

En su fondo de pensiones para empleados, que es gestionado pasivamente por dos sociedades gestoras de activos externas, el BCE aplica una política de ISR basada en exclusiones limitadas y directrices de voto por delegación que incorporan criterios ambientales, sociales y de gobernanza. El voto se delega en estas dos sociedades, que aplican sus propias políticas de manera independiente al dar instrucciones acerca del sentido del voto sobre autorización de operaciones corporativas en representación de las tenencias de valores de renta variable del fondo de pensiones del BCE. En 2020, todos los índices de referencia convencionales de las carteras de renta variable del fondo de pensiones para empleados se sustituyeron por sus equivalentes bajos en carbono, lo que redujo la huella de carbono de estas carteras en más del 60 %. A principios de 2022, el BCE reemplazó también el índice de referencia convencional de sus fondos de renta fija privada por un índice de referencia armonizado con el Acuerdo de París, por lo que fue uno de los primeros en adoptar lo que se consideran mejores prácticas de mercado sobre índices de referencia climáticos acordes con la normativa de la UE. La adopción de este índice de referencia dio lugar a una reducción inicial de las emisiones de carbono de los fondos de renta fija privada del 50 % y en los próximos años se producirá una disminución sostenida adicional de al menos el 7 % anual. El BCE continuará estudiando la posibilidad de extender el uso de índices bajos en carbono a otras categorías de activos de renta fija de su fondo de pensiones para seguir contribuyendo a la reducción de su huella de carbono. La gobernanza y gestión de los asuntos relacionados con las pensiones en el BCE está sujeta a la aprobación del Comité Ejecutivo, que es asesorado por el Comité de Inversiones en su composición específica para temas relativos al fondo de pensiones.

En su cartera de recursos propios, el BCE aplica una estrategia temática de ISR cuyo objetivo es aumentar la proporción de valores verdes. En 2021, dicha proporción se incrementó hasta el 7,6 % a través de compras bilaterales de estos valores y de la inversión realizada en el fondo de inversión en bonos verdes denominados en euros para bancos centrales (EUR BISIP G2, por sus siglas en inglés)[149] que lanzó el Banco de Pagos Internacionales en enero del citado año. A finales de septiembre de 2021, el EUR BISIP G2 invirtió en bonos verdes; las ganancias obtenidas se utilizan para financiar proyectos en las principales categorías siguientes: un 30 % se destina a transporte limpio, un 21 % a gestión del agua y aguas residuales, y un 20 % a energía renovable.

Se estima que el impacto medioambiental atribuible a la participación del BCE en el fondo equivale a dejar de emitir un volumen de dióxido de carbono igual al emitido por 49.401 automóviles que circulan durante un año, y a un ahorro de energía y generación de energía renovable equivalente a la energía consumida por 23.392 viviendas.

12 Conoce a nuestros empleados

En los capítulos precedentes de este Informe Anual del BCE se ofrece un repaso detallado y objetivo de las principales actividades realizadas y los resultados más importantes obtenidos por el BCE en sus ámbitos de competencia en 2021. En muchos casos, estos logros fueron posibles gracias a la colaboración entre empleados de distintas áreas operativas, dentro del Eurosistema y del SEBC e incluso fuera de ellos. Las historias de nuestros compañeros que se incluyen a continuación permiten conocer un poco mejor esa colaboración y dan una idea de cuál es su verdadera contribución a los logros del BCE.

Ursel Baumann, subjefa de división, Dirección General de Política Monetaria

Durante la revisión de la estrategia de política monetaria del BCE en 2020-2021, estuve destinada en la Oficina del Proyecto de Revisión de la Estrategia, un equipo reducido pero muy eficaz integrado por colegas con competencias muy diversas (en ámbitos como la economía, la redacción de documentos, la coordinación, la gestión de proyectos, las tecnologías de la información y las comunicaciones), que se creó con el objetivo de coordinar y configurar las actividades relacionadas con la revisión.

La revisión fue un enorme esfuerzo de colaboración entre más de 650 expertos del Eurosistema procedentes tanto del BCE como de los BCN de la zona del euro. Buena parte del trabajo analítico de apoyo sobre cuestiones de política económica y monetaria se llevó a cabo por medio de líneas de trabajo conjuntas, cuyos resultados se publicaron posteriormente en varios documentos ocasionales del BCE relativos a dicha revisión de la estrategia. Me correspondió coliderar la línea de trabajo sobre expectativas de inflación y fue un verdadero reto hacerlo en remoto. Sin embargo, logramos superar esta dificultad gracias a la elevada motivación del equipo y a su firme determinación para proporcionar el mejor análisis posible en un plazo limitado.

En general, la naturaleza colaborativa e inclusiva de la revisión cumplió (como mínimo) dos objetivos: en primer lugar, incrementó la robustez de los resultados analíticos, en los que se basa la nueva estrategia de política monetaria del BCE, al garantizar que se escucharan distintos puntos de vista, y, en segundo lugar, reforzó la confianza entre los expertos y los responsables de la elaboración de políticas en el Consejo de Gobierno. Fue sumamente satisfactorio ver cómo las decisiones iban tomando forma poco a poco y cómo la nueva estrategia se aprobaba por unanimidad al final del proceso.

Alexandra Calmuc, experta senior en resiliencia operativa, Dirección General de Servicios, Gestión del Riesgo Operacional y de la Continuidad Operativa

Adaptarse a la constante evolución de la pandemia ha sido un desafío para muchas organizaciones. En el BCE, hemos tenido la fortuna de contar con una respuesta coordinada, gracias a la fructífera colaboración de las distintas funciones en el seno del Equipo de Respuesta a Incidentes (IRT, por sus siglas en inglés)[150].

Desde el estallido de la pandemia, el IRT ha realizado un seguimiento activo de la situación en Fráncfort, en Alemania y en el resto de Europa, y ha recomendado modalidades de trabajo y medidas de protección acordes con la evolución sanitaria y con las directrices de las autoridades. Quienes han intervenido de una forma u otra han puesto sus conocimientos al servicio de todos los empleados y del BCE en su conjunto.

En el desempeño de mi función, coordiné los subgrupos del IRT y elaboré recomendaciones conjuntas para el Comité Ejecutivo. Nada más comenzar la pandemia nos dimos cuenta de que esta iba a ser una carrera de fondo, y no de velocidad. Agradezco enormemente que todos los miembros del IRT hayan estado a la altura de ese reto. Pese a tener que organizarnos en remoto, conseguimos seguir conectados y trabajamos bien juntos. Podemos decir con orgullo que, hasta la fecha, hemos celebrado más de 111 reuniones del IRT y hemos formulado 270 recomendaciones, y nuestro compromiso y entusiasmo siguen en lo más alto.

Guy-Charles Marhic, representante del BCE en Londres, Dirección General de Relaciones Internacionales y Europeas

Asumí mis nuevas funciones como representante del BCE en Londres el 1 de febrero de 2021. Una vez consumado el Brexit, el Reino Unido continúa siendo un importante socio económico y financiero de la UE, y el BCE necesita seguir la evolución en ese país para poder cumplir su mandato. Los principales objetivos de la Oficina de Representación del BCE son realizar un seguimiento de la evolución de la regulación y las políticas relacionadas con el Reino Unido, así como de las tendencias económicas y del sector financiero de ese país, recabar información sobre las opiniones en materia de política económica de las autoridades británicas y explicar las políticas del BCE y las reformas institucionales de la UE a nuestros homólogos del Reino Unido.

Desde mi llegada a Londres, he establecido una amplia variedad de contactos tanto en el sector público (con el Banco de Inglaterra, el Tesoro británico y representantes de bancos centrales nacionales de la UE y de terceros países, entre otros) como en el sector privado (por ejemplo, con entidades de crédito, asociaciones sectoriales y think tanks). Comunico los resultados de mis actividades al BCE e interactúo asiduamente con directivos y empleados de numerosas áreas operativas con responsabilidad en los ámbitos de relaciones internacionales, pagos, estabilidad financiera y supervisión bancaria.

La Oficina de Representación del BCE está ubicada dentro de la Delegación de la Unión Europea en el Reino Unido, lo que me brinda la oportunidad de conocer colegas nuevos, celebrar algunas reuniones y, cuando es posible, trabajar con ellos. Esta complementariedad es importante, ya que varios miembros de la Delegación de la UE tienen un interés similar por los desarrollos regulatorios, macroeconómicos y políticos en el Reino Unido.

María Soledad Ramos Possenti, analista de cumplimiento y gobernanza, Oficina de Cumplimiento y Gobernanza, Dirección General de Secretaría

Como miembro del equipo de ética e integridad de la Oficina de Cumplimiento y Gobernanza y en mi condición de secretaria de la Conferencia sobre Ética y Cumplimiento (CEC), trabajo estrechamente con mis homólogos del Eurosistema y del Mecanismo Único de Supervisión (MUS). Las reuniones de la CEC (actualmente en formato virtual) constituyen una excelente oportunidad para mantener el contacto con colegas de otras instituciones, intercambiar y aprender de las respectivas experiencias prácticas, así como para trabajar conjuntamente en el desarrollo de nuevas normas deontológicas y de cumplimiento.

Recientemente he participado en un proyecto exigente destinado a reforzar y armonizar los estándares de integridad en todas las instituciones del Eurosistema y el MUS. Fue una gran satisfacción que el Consejo de Gobierno aprobara este trabajo en noviembre de 2021 con la adopción de las Orientaciones Deontológicas revisadas, culminando un dilatado proceso en el que tuvieron lugar debates en ocasiones complicados. Finalmente llegamos a la conclusión compartida de que nuestro mandato público exige regímenes deontológicos modernos que contribuyan a mantener la confianza de los ciudadanos en el Eurosistema y en el MUS. Gracias al espíritu constructivo y colaborativo de los miembros de la CEC (incluido el apoyo recibido de nuestros compañeros del BCE), mantuvimos una estrecha colaboración y logramos un resultado satisfactorio. Estoy deseando seguir colaborando con la CEC para poner en práctica las Orientaciones Deontológicas revisadas, lo que, en el caso del BCE, significará revisar nuestro propio Régimen Deontológico.

Fabio Tamburrini, economista, centro sobre el cambio climático

A principios de 2021, el BCE creó un centro sobre el cambio climático (CCC) para aunar los trabajos sobre cuestiones climáticas que se llevan a cabo en diferentes partes del banco. Como en mi anterior puesto en la Dirección General de Relaciones Internacionales y Europeas había trabajado más de cuatro años en el ámbito de las finanzas sostenibles, estaba deseando formar parte de esta nueva iniciativa y ayudar al nuevo equipo a definir y dirigir la agenda climática del BCE. Dada la naturaleza transversal del tema, el centro está organizado en seis líneas de trabajo que engloban las distintas actividades relacionadas con el clima de la institución. Yo soy responsable de la línea de trabajo sobre las políticas y la regulación financiera de la UE e internacionales, lo que comporta coordinar las contribuciones del BCE a las políticas climáticas, la legislación en materia de finanzas sostenibles y las iniciativas de la UE en foros internacionales como el G-7 y el G-20. Gran parte de mi trabajo consiste en interactuar con instituciones de la UE y organizaciones internacionales. Por citar tan solo una, soy miembro de la Plataforma sobre Finanzas Sostenibles de la UE, que asesora a la Comisión Europea sobre la aplicación de la taxonomía y la agenda de finanzas sostenibles de la UE. Trabajar en el CCC es una experiencia muy gratificante, ya que combina la agilidad y el espíritu de equipo de una start-up con la conciencia de que trabajamos para hacer frente al mayor reto social de nuestro tiempo.

Gijsbert ter Kuile, team lead, asesor jurídico, Secretaría del Consejo de Supervisión, y presidente del Consejo de la Rainbow Network del BCE

Como asesor jurídico en la Supervisión Bancaria del BCE, contribuyo a la seguridad y solidez de las entidades de crédito. Es un trabajo gratificante, puesto que sienta las bases para un futuro mejor para Europa y las generaciones venideras. Idéntica satisfacción me reporta mi labor en la Rainbow Network del BCE, de la que soy presidente. Mis compañeros en el Consejo y yo nos esforzamos por lograr un entorno laboral en el que los empleados LGBT+ se sientan bienvenidos y aceptados, y en el que las políticas y las normas sean inclusivas con este colectivo.

Otro de nuestros objetivos es que nuestro entorno de trabajo respete todas las facetas de la diversidad. Con este fin, trabajamos con el resto de redes de diversidad del BCE (centradas en la discapacidad, el origen étnico y cultural, los progenitores, y el género), y con el Comité de Personal y la Dirección General de Recursos Humanos. Celebramos reuniones periódicas y juntos sensibilizamos a nuestros compañeros sobre aspectos de la diversidad —porque todos somos diversos—. Yo, por ejemplo, soy un hombre cisgénero, neerlandés con raíces indonesias, ciudadano de la UE, gay, abogado y padre.

La Rainbow Network trata activamente de llegar a nuestros colegas en los bancos centrales nacionales y las autoridades de supervisión. Todas las personas que trabajan para el BCE, el SEBC y el MUS pueden ser miembros de nuestra red, con independencia de que se identifiquen como heterosexuales o LGBT+. ¡Juntos estamos construyendo un futuro europeo y lleno de orgullo y color!

Cuentas Anuales

https://www.ecb.europa.eu/pub/annual/annual-accounts/html/ecb.annualaccounts2021~5130ce3be2.es.html

Balance consolidado del Eurosistema a 31 de diciembre de 2021

https://www.ecb.europa.eu/pub/annual/balance/html/ecb.eurosystembalancesheet2021~f9edd2ff57.es.html

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Traducción efectuada por el Banco de España y el Banco Central Europeo. En caso de discrepancia, prevalece la versión original en inglés.

La recepción de datos para elaborar este informe se cerró el 24 de febrero de 2022 (las excepciones se indican expresamente).

Puede consultarse terminología específica y las siglas y abreviaturas en el glosario del BCE (disponible solo en inglés).

HTML ISBN 978-92-899-5056-5, ISSN 1725-2873, doi:10.2866/72789, QB-AA-22-001-ES-Q


  1. La sección 1.2 refleja los datos de la estimación de Eurostat de la contabilidad nacional publicada el 8 de marzo de 2022.

  2. Estos datos deben interpretarse con cierta cautela, puesto que pueden ser objeto de revisiones mayores de lo habitual, debido a la aplicación en curso de los cambios en la encuesta de población activa de la UE.

  3. En diciembre de 2021, el número de personas acogidas a programas de mantenimiento del empleo se redujo hasta aproximadamente el 1,4 % de la población activa, frente al 6,6 % de enero de 2021 y el máximo del 19,8 % registrado en abril de 2020.

  4. Como solo se dispone de datos oficiales por nivel de cualificación sin desestacionalizar, se considera que el tercer trimestre de 2019 es el período anterior a la pandemia a efectos comparativos.

  5. La orientación fiscal refleja la dirección y el tamaño del estímulo proporcionado por las políticas fiscales a la economía, más allá de la reacción automática de las finanzas públicas al ciclo económico, y se mide como la variación de la ratio de saldo primario ajustado de ciclo, excluidas las ayudas públicas al sector financiero. Como el aumento de los ingresos presupuestarios asociado a las transferencias del NGEU procedentes del presupuesto de la UE no tiene un impacto contractivo en la demanda, el saldo primario ajustado de ciclo se ajusta en este contexto para excluir esos ingresos. En el artículo titulado «The euro area fiscal stance», Boletín Económico, número 4, BCE, 2016, se presenta información más detallada sobre el concepto de orientación de la política fiscal de la zona del euro.

  6. Véase también el recuadro titulado «Ponderaciones del IAPC para 2021 y sus implicaciones para la medición de la inflación», Boletín Económico, número 2, BCE, 2021.

  7. Véase el recuadro titulado «Patrones de consumo y problemas de medición de la inflación durante la pandemia de Covid-19», Boletín Económico, número 7, BCE, 2020.

  8. Para una descripción de los indicadores de la inflación subyacente, véase el artículo titulado «Measures of underlying inflation for the euro area», Boletín Económico, número 4, BCE, 2018.

  9. Véase también el recuadro titulado «¿Pueden los datos sobre salarios negociados contribuir al análisis de la dinámica salarial durante la pandemia de Covid-19?», Boletín Económico, número 8, BCE, 2020.

  10. Véase también el recuadro titulado «Resultados de una encuesta especial a expertos en previsión económica sobre la nueva estrategia de política monetaria del BCE», Boletín Económico, número 7, BCE, 2021.

  11. Véase también el recuadro titulado «Descomposición de los indicadores de mercado de la compensación por inflación en expectativas de inflación y primas de riesgo», Boletín Económico, número 8, BCE, 2021.

  12. Véase también el artículo titulado «Owner-occupied housing and inflation measurement», Boletín Económico, número 1, BCE, 2022.

  13. Véase también el recuadro titulado «La evolución reciente de la inflación de la energía: el papel de los efectos base y de los impuestos», Boletín Económico, número 3, BCE, 2021.

  14. Se estima que el impacto del final de la reducción del IVA fue de alrededor de 0,3 puntos porcentuales para enero de 2021, en torno a 0,3 puntos porcentuales para julio de 2021 y aproximadamente −0,3 puntos porcentuales para enero de 2022 (en todos los meses el impacto se refiere a la tasa interanual comparada con el mes anterior). La estimación se basa en la evaluación realizada por el Deutsche Bundesbank de la traslación (pass-through) real que se publicó en «Monthly Report», vol. 72, n.º 11, Deutsche Bundesbank, noviembre de 2020.

  15. Debido a los precios elevados del carbono (es decir, de los derechos de emisión) impulsados por las políticas «verdes», el gas ha pasado a ser el sustituto preferido de la energía eólica cuando la generación de energía es insuficiente debido a las condiciones meteorológicas, dado que produce menos emisiones que otros combustibles, en particular el carbón.

  16. Véanse los recuadros titulados «¿Qué factores están impulsando la reciente subida de los costes de transporte?», Boletín Económico, número 3, BCE, 2021; «La escasez de semiconductores y sus implicaciones para el comercio, la producción y los precios en la zona del euros», Boletín Económico, número 4, BCE, 2021, y «Las causas de las disrupciones en las cadenas de suministro y su impacto en el sector manufacturero de la zona del euro». Boletín Económico, número 8, BCE, 2021.

  17. Para un análisis más detallado de la evolución de los precios de producción de la zona del euro y su impacto en los precios de consumo, véase el recuadro titulado «Evolución reciente de las presiones latentes sobre la inflación de los bienes industriales no energéticos en la zona del euro», Boletín Económico, número 5, BCE, 2021.

  18. Durante los confinamientos, los precios de estos componentes estuvieron sujetos a una incertidumbre algo mayor en cuanto a su medición, dado que no podían recopilarse siempre y, por tanto, eran estimados (es decir, imputados), véase también el texto de la sección 1.4. Para un análisis más detallado de los precios de consumo de los componentes relacionados con turismo y viajes, véase el recuadro titulado «Los precios de los servicios de turismo y viajes durante la pandemia de COVID-19: ¿hay similitudes entre países y componentes?», Boletín Económico, número 1, BCE, 2021.

  19. En diciembre de 2020, el Consejo de Gobierno recalibró sus instrumentos de política monetaria como sigue. En primer lugar, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se mantuvieron sin variación en el 0,00 %, 0,25 % y −0,50 %, respectivamente. El Consejo de Gobierno declaró que esperaba que los tipos de interés oficiales del BCE continuaran en los niveles actuales, o en niveles inferiores, hasta que observara una convergencia sólida de las perspectivas de inflación hasta un nivel suficientemente próximo, aunque inferior, al 2 % en su horizonte de proyección, y dicha convergencia se hubiera reflejado de forma consistente en la evolución de la inflación subyacente. En segundo lugar, decidió incrementar la dotación del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) en 500 mm de euros hasta un total de 1.850 mm de euros, y ampliar el horizonte de las compras netas de este programa, al menos hasta el final de marzo de 2022. El Consejo de Gobierno indicó que, en todo caso, efectuaría compras netas de activos hasta que considerara que la fase de crisis del coronavirus había terminado. La reinversión del principal de los valores adquiridos en el marco del PEPP que fueran venciendo se amplió al menos hasta el final de 2023. En tercer lugar, se reajustaron las condiciones de la tercera serie de operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO III). En cuarto lugar, la duración de las medidas de flexibilización de los criterios de admisión de activos de garantía adoptadas el 7 y el 22 de abril de 2020 se amplió hasta junio de 2022. En quinto lugar, el Consejo de Gobierno señaló que ofrecería otras cuatro operaciones de financiación a plazo más largo de emergencia frente a la pandemia (PELTRO) en 2021. En sexto lugar, indicó que las compras netas en el marco del programa de compras de activos (APP) del BCE continuarían a un ritmo mensual de 20 mm de euros y que esperaba que prosiguieran durante el tiempo que fuera necesario para reforzar el impacto acomodaticio de los tipos oficiales del BCE y que finalizaran poco antes de que comenzara a subir los tipos de interés oficiales del BCE. El Consejo de Gobierno también manifestó su intención de seguir reinvirtiendo íntegramente el principal de los valores adquiridos en el marco del APP que fueran venciendo durante un período prolongado tras la fecha en la que subiera los tipos de interés oficiales del BCE y, en todo caso, durante el tiempo necesario para mantener unas condiciones de liquidez favorables y un amplio grado de acomodación monetaria. En séptimo lugar, el Consejo de Gobierno anunció que la facilidad repo del Eurosistema para bancos centrales (EUREP) y todas las líneas swap y repo de carácter temporal con bancos centrales no pertenecientes a la zona del euro se ampliarían hasta marzo de 2022. Por último, también señaló que sus operaciones de financiación periódicas seguirían ejecutándose mediante subastas a tipo de interés fijo con adjudicación plena en las condiciones vigentes mientras fuera necesario.

  20. Véase la primera nota a pie de página de la sección 2.1.

  21. Véase «The financial risk management of the Eurosystem’s monetary policy operations», BCE, julio de 2015.

  22. Véase también la página «Asset purchase programmes» en el sitio web del BCE.

  23. Los bonos de titulización de activos deben tener al menos dos calificaciones crediticias.

  24. Como parte de las medidas de flexibilización de los criterios de admisión de los activos de garantía en las operaciones de crédito del Eurosistema introducidas en abril de 2020 en respuesta a la pandemia de COVID-19, el Consejo de Gobierno también acordó conceder una exención temporal del cumplimiento de este requisito a los instrumentos de deuda negociables emitidos por la República Helénica movilizados como garantía. Asimismo, decidió que los activos negociables y los emisores de estos activos que el 7 de abril de 2020 cumplían los requisitos mínimos de calidad crediticia para su aceptación como garantía (calificación de BBB- para todos los activos, excepto para los bonos de titulización de activos) seguirían siendo admisibles en caso de que sus calificaciones crediticias fueran rebajadas, siempre que la calificación se mantuviera en un nivel igual o superior a la categoría 5 de calidad crediticia (CQS5, equivalente a una calificación BB) en la escala de calificación armonizada del Eurosistema.

  25. Véase el artículo 138, apartado 3, letra b), de la Orientación (UE) 2015/510 del Banco Central Europeo, de 19 de diciembre de 2014, sobre la aplicación del marco de la política monetaria del Eurosistema (BCE/2014/60) (DO L 91 de 2.4.2015, p. 3).

  26. La declaración completa sobre la estrategia, así como el resumen (overview) de la estrategia de política monetaria del BCE pueden consultarse en el sitio web del BCE.

  27. Para un análisis más detallado, véase Work stream on the price stability objective, «The ECB’s price stability framework: past experience, and current and future challenges» Occasional Paper Series, n.º 269, BCE, septiembre de 2021.

  28. Véase Work stream on monetary policy instruments, «Assessing the efficacy, efficiency and potential side effects of the ECB’s monetary policy instruments since 2014», Occasional Paper Series, n.º 278, BCE, septiembre de 2021, revisado en diciembre de 2021.

  29. Véase Work stream on inflation measurement, «Inflation measurement and its assessment in the ECB’s monetary policy strategy review», Occasional Paper Series, n.º 265, BCE, septiembre de 2021.

  30. La revisión de la estrategia puso de manifiesto que la política monetaria afecta de forma diferente a distintos grupos sociales. Los acontecimientos adversos reducen el consumo de los hogares más pobres en mayor medida que el de los más ricos, y las perspectivas de empleo de los primeros tardan más en recuperarse tras ese tipo de acontecimientos. El mantenimiento de los tipos de interés en niveles más bajos durante más tiempo en tales circunstancias contribuye a afrontar situaciones de desempleo de larga duración en los hogares menos acomodados. Véase Work stream on employment, «Employment and the conduct of monetary policy in the euro area», Occasional Paper Series, n.º 275, BCE, septiembre de 2021.

  31. Work stream on macroprudential policy, monetary policy and financial stability, «The role of financial stability considerations in monetary policy and the interaction with macroprudential policy in the euro area», Occasional Paper Series, n.º 272, BCE, septiembre de 2021.

  32. Work stream on climate change, «Climate change and monetary policy in the euro area», Occasional Paper Series, n.º 271, BCE, septiembre de 2021.

  33. Véase el resumen de los encuentros para escuchar al público organizados por el BCE y los bancos centrales nacionales en la zona del euro.

  34. Work stream on monetary policy communications, «Clear, consistent and engaging: ECB monetary policy communication in a changing world», Occasional Paper Series, n.º 274, BCE, septiembre de 2021.

  35. M. Ehrmann, D. Georgarakos y G. Kenny, «Credibility gains from communicating with the public: evidence from the ECB’s new monetary policy strategy», Working Paper Series, BCE, de próxima publicación.

  36. Véase «El BCE decide no prolongar la recomendación relativa al reparto de dividendos más allá de septiembre de 2021», nota de prensa, Supervisión Bancaria del BCE, 23 de julio de 2021.

  37. Véase el artículo monográfico B titulado «Climate-related risks to financial stability», Financial Stability Review, BCE, mayo de 2021.

  38. El artículo 5 del Reglamento del MUS encomienda al BCE una función importante y facultades específicas en esta área.

  39. Véanse la Declaración sobre la estrategia de política monetaria y el resumen (overview), así como la línea de trabajo sobre política macroprudencial, política monetaria y estabilidad financiera, «The role of financial stability considerations in monetary policy and the interaction with macroprudential policy in the euro area», Occasional Paper Series, n.º 272, BCE, septiembre de 2021. Véase también el recuadro titulado «The role of financial stability in the ECB’s new monetary policy strategy», Financial Stability Review, BCE, noviembre de 2021.

  40. Durante las épocas de recesión, la política monetaria puede estabilizar tanto la economía (reduciendo así las pérdidas para el sector financiero) como la inflación, lo que mitiga el riesgo de un círculo vicioso de deuda-deflación. Y lo que es más importante, también puede contener los episodios de retiradas masivas de fondos y de ventas forzadas en períodos de grandes tensiones financieras.

  41. Véase el informe Financial Stability Review del BCE de noviembre de 2021.

  42. En Chipre, Lituania y Portugal, estas medidas se reforzaron posponiendo simultáneamente la introducción progresiva de los colchones para otras entidades de importancia sistémica (OEIS). Las autoridades macroprudenciales también ajustaron las medidas aplicadas al sector inmobiliario residencial para evitar una amplificación no deseada del ciclo económico y preservar la capacidad de resistencia de las entidades de crédito y de los prestatarios. Véase el recuadro 3 del artículo titulado «The euro area housing market during the COVID-19 pandemic», Boletín Económico, número 7, BCE, noviembre de 2021.

  43. En marzo de 2020, el BCE recomendó a las entidades que se abstuvieran de repartir dividendos y de recomprar acciones al menos hasta el 1 de octubre de 2020 (en julio de 2020 amplió esta recomendación hasta el 1 de enero de 2021, y en diciembre de 2020 pidió a las entidades que considerasen abstenerse de repartir dividendos en efectivo o que limitasen tales repartos hasta el final de septiembre de 2021) y les permitió operar temporalmente con niveles inferiores al nivel de capital establecido en la recomendación de Pilar 2 (P2G) y al colchón de conservación de capital hasta el final de 2022 como pronto, supeditando el calendario de retorno de los bancos a los niveles de la P2G a las condiciones económicas. Este calendario fue confirmado por los resultados de las pruebas de resistencia de la Autoridad Bancaria Europea de 2021. Véanse «La supervisión bancaria del BCE relaja temporalmente los requerimientos de capital y operativos en respuesta al coronavirus», nota de prensa, 12 de marzo de 2020; «El BCE pide a las entidades de crédito que no repartan dividendos al menos hasta octubre de 2020», nota de prensa, 27 de marzo de 2020; «El BCE pide a las entidades de crédito que se abstengan de repartir dividendos o que los limiten hasta septiembre de 2021», nota de prensa, 15 de diciembre de 2020, y las FAQs on ECB supervisory measures in reaction to the coronavirus. El BCE levantó las restricciones al reparto de dividendos y a la recompra de acciones con efectos el 30 de septiembre de 2021.

  44. En Bulgaria, los dos aumentos consecutivos del actual porcentaje de colchón positivo entrarán en vigor en octubre de 2022 y en enero de 2023, respectivamente, mientras que, en Estonia, el incremento será efectivo en diciembre de 2022.

  45. El colchón sectorial contra riesgos sistémicos cubrirá todas las exposiciones minoristas frente a personas físicas garantizadas por bienes inmuebles residenciales y será aplicable en julio de 2022.

  46. Esta medida se decidió en 2020, pero su aplicación se pospuso cuando comenzó la crisis del COVID-19.

  47. Además de las medidas anteriores, algunas autoridades ajustaron los colchones para OEIS y reajustaron o abolieron los colchones contra riesgos sistémicos para alinear los colchones con las modificaciones de la Directiva de Requerimientos de Capital. El BCE publica en su sitio web un resumen de las medidas macroprudenciales que se le han notificado y que han sido implementadas o anunciadas públicamente en los países sujetos a la Supervisión Bancaria del BCE.

  48. Véase la sección 5 del informe Financial Stability Review del BCE de noviembre de 2021.

  49. En julio de 2021, la Comisión Europea dirigió una solicitud de asesoramiento a la Junta Europea de Riesgo Sistémico, a la Autoridad Bancaria Europea y al BCE a la luz de la revisión legislativa del marco macroprudencial de la UE. Dicho asesoramiento debe abarcar los siguientes aspectos: i) el diseño y el funcionamiento del marco de colchones; ii) instrumentos ausentes u obsoletos; iii) consideraciones sobre el mercado interior, y iv) riesgos globales.

  50. La JERS es responsable de la supervisión macroprudencial del sistema financiero de la UE y de la prevención y mitigación del riesgo sistémico.

  51. El grupo de trabajo de la JERS publicó un informe sobre las implicaciones para la estabilidad financiera de las medidas de apoyo para proteger a la economía real de la pandemia de COVID-19 (Financial stability implications of support measures to protect the real economy from the COVID-19 pandemic) en febrero de 2021, y una actualización de seguimiento en septiembre de 2021.

  52. El informe Lower for longer – macroprudential policy issues arising from the low interest rate environment se publicó en junio de 2021.

  53. Este trabajo incluyó la sexta edición del informe EU Non-bank Financial Intermediation Risk Monitor y, en julio de 2021, la nota Issues note on systemic vulnerabilities of and preliminary policy considerations to reform money market funds, centrada en el contexto del marco regulatorio de la UE.

  54. El informe Climate-related risk and financial stability se publicó en julio de 2021.

  55. Este trabajo supuso la preparación de escenarios adversos para la prueba de resistencia del sector de seguros a escala de la UE de 2021 de la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA), la prueba de resistencia de las entidades de contrapartida central a escala de la UE de 2021 de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) y la prueba de resistencia del sector bancario a escala de la UE de 2021 coordinada por la Autoridad Bancaria Europea.

  56. El informe sobre la orientación macroprudencial se publicó en diciembre de 2021.

  57. El informe sobre el solapamiento de los requerimientos de capital se publicó en diciembre de 2021.

  58. El total de capital de nivel 1 ordinario (CET1) exigido para cumplir con la obligación de disponer de un colchón de conservación de capital, más, si procede, un colchón de capital anticíclico específico de cada entidad, un colchón para EISM (entidades de importancia sistémica mundial), un colchón para OEIS (otras entidades de importancia sistémica) y un colchón contra riesgos sistémicos, según se define en el artículo 128 de la Directiva de Requerimientos de Capital.

  59. Cuando la ratio de CET1 de una entidad de crédito se sitúa por debajo de la suma de los requerimientos de capital de Pilar 1 y Pilar 2 y el requerimiento combinado de colchones —nivel que se denomina «umbral del IMD»—, la entidad debe calcular su importe máximo distribuible, que es el límite máximo a la distribución de capital en forma de dividendos, recompra de acciones y retribuciones variables. Cuanto mayor sea la diferencia entre la ratio de CET1 de la entidad y el umbral del IMD, menor será el importe que se le permite distribuir.

  60. Colchón de capital cuyo fin es asegurar que las entidades de crédito acumulen suficiente capital durante los períodos de crecimiento excesivo del crédito para poder absorber pérdidas en períodos de tensión. Debe cubrirse con capital CET1. Este colchón es específico de cada entidad y se calcula como la media ponderada de los porcentajes de los colchones de capital anticíclicos aplicables en los países en los que la entidad tiene sus exposiciones crediticias.

  61. Un colchón de capital aplicado al sector financiero, o a uno o varios de sus subsectores, con el fin de prevenir y paliar los riesgos macroprudenciales o sistémicos. Debe cubrirse con capital CET1 y puede aplicarse a todas las exposiciones o a un subconjunto de exposiciones.

  62. Véase el artículo monográfico A titulado «Bank capital buffers and lending in the euro area during the pandemic», Financial Stability Review, BCE, noviembre de 2021.

  63. Estadísticas primarias del BCE sobre instituciones financieras monetarias, empresas de seguros y fondos de pensiones, y fondos de inversión.

  64. Datos basados en las cuentas de la zona del euro y en estadísticas primarias del BCE; véase también el gráfico 4.1 del informe del BCE Financial Stability Review de noviembre de 2020.

  65. Véase «Holistic Review of the March Market Turmoil», Consejo de Estabilidad Financiera, 17 de noviembre de 2020.

  66. Véase «Policy Proposals to Enhance Money Market Fund Resilience – Final report», Consejo de Estabilidad Financiera, 11 de octubre de 2021.

  67. Véanse «Mind the liquidity gap: a discussion of money market fund reform proposals» y «Assessing the impact of a mandatory public debt quota for private debt money market funds», Macroprudential Bulletin, número 16, BCE, 21 de enero de 2022.

  68. Véase BCBS, CPMI e IOSCO, «Consultative report: Review of margining practices», Banco de Pagos Internacionales y Organización Internacional de Comisiones de Valores, octubre de 2021.

  69. Véanse la carta del BCE y de la Autoridad Bancaria Europea y la carta conjunta dirigida a la Comisión Europea por varias autoridades nacionales de la UE en las que se pide la implementación plena de las reformas de Basilea III, ambas de 7 de septiembre de 2021, así como «Basel III implementation: the last mile is always the hardest», discurso pronunciado por Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del BCE, en la conferencia virtual de Marco Fanno Alumni, 3 de mayo de 2021.

  70. Véanse «Basel III reforms: impact study and key recommendations», Autoridad Bancaria Europea, diciembre de 2019; «Macroeconomic impact of Basel III finalisation on the euro area», Macroprudential Bulletin, n.º 14, BCE, julio de 2021, y «Basel III Reforms: Updated Impact Study», Autoridad Bancaria Europea, 2020.

  71. Véase «Strengthening banks’ resilience in the banking union», discurso pronunciado por Kerstin af Jochnick, miembro del Consejo de Supervisión del BCE, en la Financial Stability Conference 2021, Berlín, 19 de noviembre de 2021.

  72. Macroprudential Bulletin, número 12, BCE, abril de 2021.

  73. ECB/ESRB Project Team on climate risk monitoring, «Climate-related risk and financial stability», BCE, julio de 2021.

  74. Macroprudential Bulletin, número 15, BCE, octubre de 2021.

  75. En 2020, la actividad de TARGET2 mostró un crecimiento muy bajo comparado con el de 2019 (+1 %), debido a que el fuerte descenso observado después de la irrupción de la pandemia de COVID-19 (−5,9 % en el segundo trimestre de 2020 con respecto al mismo trimestre de 2019) se vio compensado por el crecimiento registrado en el primer y último trimestre del año.

  76. Véase «ESMA concludes Tier 2 CCP assessment under Article 25(2c) of EMIR», declaración pública, ESMA, 17 de diciembre de 2021.

  77. Véase «El Eurosistema pone en marcha el proyecto de un euro digital», nota de prensa, BCE, 14 de julio de 2021.

  78. Véase «El BCE anuncia la composición del Grupo Consultivo del Mercado sobre el Euro Digital», nota de prensa, BCE, 25 de octubre de 2021.

  79. Véase «Experts invited to join technical talks on digital euro», MIP NEWS, BCE, 15 de octubre de 2021.

  80. Véase «ECB intensifies technical work on digital euro with the European Commission», MIP NEWS, BCE, 19 de enero de 2021.

  81. Véase el recuadro 11 relativo a las interacciones del BCE con legisladores europeos sobre el proyecto de un euro digital.

  82. Véase G7 Public Policy Principles for Retail Central Bank Digital Currencies, 14 de octubre de 2021.

  83. El Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el BCE, la Reserva Federal, el Sveriges Riksbank y el Banco Nacional de Suiza.

  84. Véase Banco de Pagos Internacionales, Central bank digital currencies: financial stability implications, septiembre de 2021, en particular el resumen ejecutivo y los informes sobre diseño del sistema e interoperabilidad; necesidades de usuarios y adopción, e implicaciones para la estabilidad financiera.

  85. Véase también F. Panetta e I. Schnabel, «The provision of euro liquidity through the ECB’s swap and repo operations», The ECB Blog, BCE, 19 de agosto de 2020.

  86. Reglamento de Ejecución (UE) 2021/1848 de la Comisión, de 21 de octubre de 2021, relativo a la designación de un índice de referencia sustitutivo del índice medio del tipo del euro a un día (C/2021/7487) (DO L 374 de 22.10.2021, p. 6).

  87. El 3 de enero de 2022 dejaron de utilizarse los líbor para CHF y EUR, además de finalizar determinados plazos del líbor para USD. Asimismo, los líbor para JPY y GBP dejaron de ser representativos el mismo día, por lo que su uso quedó limitado.

  88. Una «Declaración de Compromiso» estandarizada permite que los participantes en el mercado demuestren su reconocimiento y su compromiso con respecto a la adopción de las buenas prácticas descritas en el Código Global del Mercado de Divisas.

  89. De conformidad con el artículo 141, apartado 2, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, los artículos 17, 21.2, 43.1 y 46.1 de los Estatutos del SEBC, y el artículo 9 del Reglamento (CE) nº 332/2002 del Consejo, de 18 de febrero de 2002.

  90. De conformidad con el artículo 122, apartado 2, y el artículo 132, apartado 1, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, los artículos 17 y 21 de los Estatutos del SEBC, y el artículo 8 del Reglamento (UE) nº 407/2010 del Consejo, de 11 de mayo de 2010.

  91. De conformidad con los artículos 17 y 21 de los Estatutos del SEBC (en conjunción con el artículo 10 del Reglamento [UE] 2020/672 del Consejo, de 19 de mayo de 2020, relativo a la creación de un instrumento europeo de apoyo temporal para atenuar los riesgos de desempleo en una emergencia [SURE] a raíz del brote de COVID-19).

  92. De conformidad con los artículos 17 y 21 de los Estatutos del SEBC (en conjunción con el Reglamento [UE] 2021/241 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de febrero de 2021, por el que se establece el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia).

  93. De conformidad con los artículos 17 y 21 de los Estatutos del SEBC (en conjunción con el artículo 3, apartado 5, del Acuerdo Marco de la FEEF).

  94. De conformidad con los artículos 17 y 21 de los Estatutos del SEBC (en conjunción con el artículo 5.12.1 de las Condiciones Generales para los Acuerdos sobre Líneas de Asistencia Financiera del MEDE).

  95. En el contexto del acuerdo de préstamo suscrito entre los Estados miembros cuya moneda es el euro (distintos de Alemania y Grecia) y el Kreditanstalt für Wiederaufbau (actuando en aras del interés público, sujeto a las instrucciones de la República Federal de Alemania y con su aval), como prestamistas, y la República Helénica como prestatario y el Bank of Greece como agente del prestatario, y en virtud de lo previsto en los artículos 17 y 21.2 de los Estatutos del SEBC y el artículo 2 de la Decisión del Banco Central Europeo, de 10 de mayo de 2010, relativa a la gestión de los préstamos bilaterales mancomunados a la República Helénica y por la que se modifica la Decisión BCE/2007/7 (BCE/2010/4) (DO L 119 de 13.5.2010, p. 24).

  96. Orientación (UE) 2021/827 del Banco Central Europeo, de 29 de abril de 2021, por la que se modifica la Orientación BCE/2013/24 sobre las exigencias de información estadística del Banco Central Europeo en materia de cuentas financieras trimestrales (BCE/2021/20) (DO L 184 de 25.5.2021, p. 4).

  97. Reglamento (UE) 2021/379 del Banco Central Europeo, de 22 de enero de 2021, relativo a las partidas del balance de entidades de crédito y del sector de las instituciones financieras monetarias (refundición) (BCE/2021/2) (DO L 73 de 3.3.2021, p. 16).

  98. Véase «El BCE avanza hacia la armonización de la presentación de información estadística para reducir la carga de las entidades de crédito y mejorar el análisis», nota de prensa, BCE, 17 de diciembre de 2021.

  99. Véase «El BCE presenta un plan de actuación para incluir consideraciones climáticas en su estrategia de política monetaria», nota de prensa, BCE, 8 de julio de 2021.

  100. Partiendo del trabajo realizado por el grupo de expertos sobre cambio climático y estadísticas del Comité de Estadísticas del SEBC que concluyó a finales de 2020.

  101. Esto quedó reflejado en el portal «El BCE te escucha» y en la resolución del Parlamento Europeo, de 10 de febrero de 2021, sobre el Banco Central Europeo - Informe Anual 2020.

  102. Como depende de los precios de las operaciones en lugar de los alquileres imputados, es probable que mejore el contenido informativo del IAPC y responda mejor a las preocupaciones de los ciudadanos de la zona del euro, que, en su mayoría, desearían una representación más sólida y más realista de los costes de la vivienda.

  103. El actual índice de precios de la vivienda en régimen de propiedad no cumple los requisitos en lo que respecta a la oportunidad, la frecuencia y la necesidad de separar el consumo del componente de inversión. Por tanto, el BCE apoya los proyectos en los que se sigan investigando los métodos óptimos de medición. Estos también deberían tener como objetivo separar mejor el componente de consumo del de inversión, dado que el primero es el relevante para la política monetaria.

  104. Compounded €STR average rates and index, Calculation and publication rules, BCE, 2021.

  105. Orientación (UE) 2021/565 del Banco Central Europeo, de 17 de marzo de 2021, por la que se modifica la Orientación (UE) 2019/1265 sobre el tipo de interés a corto plazo del euro (€STR) (BCE/2021/10) (DO L 119 de 7.4.2021, p. 128).

  106. Véase una lista completa en la página web sobre el uso regulatorio del LEI; véase también JERS, «The benefits of the Legal Entity Identifier for monitoring systemic risk», Occasional Paper Series, n.º 18, SEBC, septiembre de 2021.

  107. La octava Conferencia Global de SDMX se celebró del 27 al 30 de septiembre de 2021. El BCE participó activamente en la preparación y organización del evento. La conferencia brindó la oportunidad de mostrar el éxito en la aplicación del estándar SDMX por parte de organizaciones nacionales e internacionales en distintas fases del ciclo de vida de los datos. El BCE presidió una sesión específica dedicada al uso de SDMX para modernizar los procesos estadísticos y la infraestructura de TI.

  108. La norma se utilizó originalmente sobre todo para los mensajes de pagos, pero ahora abarca varios ámbitos relacionados con diversos procesos de negocio del sector financiero, incluida la remisión de información a las autoridades públicas.

  109. Varios estudios realizados por investigadores de bancos centrales nacionales ya se han presentado en estos webinars, por ejemplo I. Faiella, L. Lavecchia, V. Michelangeli y A. Mistretta, «A micro-founded climate stress test on the financial vulnerability of Italian households and firms», Occasional Papers, n.º 639, Banca d’Italia, octubre de 2021; R. Bernard, P. Tzamourani y M. Weber, «Climate Change and Individual Behavior», Discussion Papers, n.º 01, Deutsche Bundesbank, 2022, y U. von Kalckreuth, «Carbon costs: Towards a system of indicators for the carbon impact of products, enterprises and industries», Deutsche Bundesbank, 2021.

  110. M. Papoutsi, M. Piazzesi y M. Schneider, «How unconventional is green monetary policy?», Working Paper Series, BCE, de próxima publicación.

  111. P. Aghion, L. Boneva, J. Breckenfelder, L. Laeven, C. Olovsson, A. Popov y E. Rancoita, «Financial markets and “green” innovation», Discussion Paper Series, BCE, de próxima publicación.

  112. Véase D. Christelis, D. Georgarakos, T. Jappelli y G. Kenny, «How has the COVID-19 crisis affected different households’ consumption in the euro area?», Research Bulletin, n.º 84, BCE, 31 de mayo de 2021.

  113. Véase también P. Lane, «Expectations surveys: a tool for research and monetary policy», discurso de apertura de la segunda conferencia conjunta del Banco Central Europeo y el Federal Reserve Bank of New York, 11 de noviembre de 2021.

  114. Véase D. Georgarakos y G. Kenny, «Household spending and fiscal support during the COVID-19 pandemic: Insights from a new consumer survey», estudio presentado en la segunda conferencia conjunta del Banco Central Europeo y el Federal Reserve Bank of New York titulada «Expectations surveys: a tool for research and monetary policy», 11 de noviembre de 2021.

  115. Los casos de incumplimiento incluyen: i) los casos en los que una autoridad nacional no consultó al BCE sobre proyectos de disposición legal que entraban dentro del ámbito de competencia del BCE y ii) los casos en los que una autoridad nacional consultó formalmente al BCE, pero sin dejarle tiempo suficiente para examinar el proyecto de disposición legal y adoptar su dictamen antes de la aprobación de dicha disposición.

  116. Véase Comisión Europea, Standard Eurobarometer 95 – Spring 2021, septiembre de 2021.

  117. Véanse la Declaración de los miembros de la Cumbre del Euro del 25 de marzo de 2021, la carta de recapitulación de la reunión del Eurogrupo del 21 de mayo de 2021; las conclusiones del Consejo de la UE relativas a la Comunicación de la Comisión sobre una «Estrategia de Pagos Minoristas para la Unión Europea» del 8 de marzo de 2021; la resolución del Parlamento Europeo, de 10 de febrero de 2021, sobre el Banco Central Europeo - Informe Anual 2020, y la comunicación de la Comisión Europea, de 19 de enero de 2021, relativa a un «Sistema económico y financiero europeo: fomentar la apertura, la fortaleza y la resiliencia».

  118. Véase «El Eurosistema pone en marcha el proyecto de un euro digital», nota de prensa, BCE, 14 de julio de 2021.

  119. Véase la carta de Fabio Panetta a Irene Tinagli, miembro del Parlamento Europeo, sobre la decisión del Consejo de Gobierno del BCE de iniciar la fase de investigación del proyecto de un euro digital.

  120. Véase «ECB intensifies technical work on digital euro with the European Commission», MIP NEWS, BCE, 19 de enero de 2021.

  121. Véanse F. Panetta, «Un euro digital para responder a las expectativas de los europeos», declaración introductoria en la Comisión ECON del Parlamento Europeo, Frankfurt am Main, 14 de abril de 2021, y «Diseñando un euro digital para el ecosistema de los pequeños pagos del mañana», declaración introductoria en la Comisión ECON del Parlamento Europeo, Bruselas, 18 de noviembre de 2021.

  122. Véanse la carta de la presidenta del BCE dirigida a Marco Zanni, Francesca Donato, Valentino Grant y Antonio Maria Rinaldi, miembros del Parlamento Europeo, del 22 de diciembre de 2020; la carta de la presidenta del BCE dirigida a Chris MacManus, miembro del Parlamento Europeo, del 21 de enero de 2021; la carta de la presidenta del BCE dirigida a Julie Lechanteux, miembro del Parlamento Europeo, del 5 de febrero de 2021, y la carta de la presidenta del BCE a Gunnar Beck, miembro del Parlamento Europeo, del 29 de octubre de 2021.

  123. Véanse las observaciones y las cartas de recapitulación del presidente del Eurogrupo tras las reuniones celebradas por dicho órgano el 16 de abril de 2021 (observaciones, carta de recapitulación) y el 12 de julio de 2021 (observaciones, carta de recapitulación).

  124. Véanse las observaciones y la carta de recapitulación del presidente del Eurogrupo tras la reunión del Eurogrupo del 8 de noviembre de 2021.

  125. El DEG es un activo de reserva internacional creado por el FMI en 1969. Constituye un derecho potencial frente a las monedas de libre uso de los miembros del FMI, y su valor se basa en una cesta de cinco monedas (el dólar estadounidense, el euro, el yuan chino, el yen japonés y la libra esterlina).

  126. Capacidad para satisfacer compras y ventas respectivamente, desde la perspectiva de las partes que inician la operación.

  127. Directiva 2014/95/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de octubre de 2014, por la que se modifica la Directiva 2013/34/UE en lo que respecta a la divulgación de información no financiera e información sobre diversidad por parte de determinadas grandes empresas y determinados grupos, (DO L 330 de 15.11.2014, p. 1).

  128. Puede consultarse información adicional sobre la estructura de gobierno del BCE en el sitio web del BCE.

  129. Los dictámenes del Comité Deontológico sobre actividades profesionales remuneradas tras el cese en el cargo y conflictos de intereses se publican en el sitio web del BCE.

  130. Orientación (UE) 2021/2253 del Banco Central Europeo, de 2 de noviembre de 2021, por la que se establecen los principios del Régimen Deontológico del Eurosistema (BCE/2021/49) (DO L 454 de 17.12.2021, p. 7) y Orientación (UE) 2021/2256 del Banco Central Europeo, de 2 de noviembre de 2021, por la que se establecen los principios del Régimen Deontológico para el Mecanismo Único de Supervisión (BCE/2021/50) (DO L 454 de 17.12.2021, p. 21).

  131. Pese a que el Reino Unido ya no es un Estado miembro de la UE, se incluye la nacionalidad británica por motivos de continuidad.

  132. Las cifras se basan en la declaración de nacionalidad de los empleados. El BCE exige a los miembros de su personal que declaren como mínimo una nacionalidad de la UE, y la nacionalidad alemana es de declaración obligatoria para el cálculo de complementos.

  133. Véanse Financial Stability Review del BCE de mayo de 2019 y Financial Stability Review del BCE de mayo de 2021.

  134. Véase ECB/ESRB Project Team on climate risk monitoring, «Climate-related risk and financial stability», BCE, julio de 2021.

  135. Véase «ECB economy-wide climate stress test – methodology and results», Occasional Paper Series, n.º 281, BCE, septiembre de 2021.

  136. Véase «Climate risk stress test – SSM stress test 2022», ECB Banking Supervision Report, octubre de 2021.

  137. Véase Work stream on climate change, «Climate change and monetary policy in the euro area», Occasional Paper Series, n.º 271, BCE, septiembre de 2021.

  138. Véase el recuadro titulado «Los precios de los derechos de emisión de la UE en el contexto del plan de actuación frente al cambio climático del BCE», Boletín Económico, número 6, BCE, 2021.

  139. Véase «El BCE aceptará como activos de garantía bonos vinculados a criterios de sostenibilidad», nota de prensa, BCE, 22 de septiembre de 2020.

  140. Véase el Dictamen del Banco Central Europeo, de 7 de septiembre de 2021, sobre una propuesta de directiva por la que se modifican la Directiva 2013/34/UE, la Directiva 2004/109/CE, la Directiva 2006/43/CE y el Reglamento (UE) n.º 537/2014, por lo que respecta a la información corporativa en materia de sostenibilidad (CON/2021/27) (DO C 446 de 3.11.2021, p.2).

  141. Véase el Dictamen del Banco Central Europeo, de 5 de noviembre de 2021, acerca de una propuesta de reglamento sobre los bonos verdes europeos (CON/2021/30) (DO C 27 de 19.1.2022, p. 4).

  142. Presidido por Frank Elderson, miembro del Comité Ejecutivo del BCE; el BCE también forma parte del Comité de Dirección de la NGFS.

  143. Copresidido por Frank Elderson, miembro del Comité Ejecutivo del BCE.

  144. El marco de Basilea se compone de tres pilares: el Pilar 1 es la parte del marco en la que se establecen las normas para calcular los requerimientos de capital regulatorio por riesgo de crédito, de mercado y operacional, que incorpora una dimensión (overlay) macroprudencial que incluye colchones de capital. El Pilar 2 es el componente en el que se definen las normas de gestión y supervisión del riesgo, mientras que en el Pilar 3 se establecen los requisitos de divulgación de información por parte de las entidades de crédito para reforzar la disciplina de mercado. Para consultar un resumen de los tres pilares, véase el cuadro resumen Comité de Supervisión Bancaria de Basilea – Reformas de Basilea III.

  145. G. Bijnens, J. Hutchinson, J. Konings y A. Saint-Guilhem, «The interplay between green policy, electricity prices, financial constraints and jobs: Firm-level evidence», Working Paper Series, n.º 2537, BCE, 2021; M. Ciccarelli y F. Marotta «Demand or supply? An empirical exploration of the effects of climate change on the macroeconomy», Working Paper Series, n.º 2608, BCE, 2021; M. Pagliari, «LSIs’ exposures to climate change related risks: An approach to assess physical risk», Working Paper Series, n.º 2517, BCE, 2021; M. Pagliari y M. Ferrari, «No country is an island: International cooperation and climate change», Working Paper Series, n.º 2568, BCE, 2021; A. Reghezza, Y. Altunbas, D. Marques, C. d’Acri y M. Spaggiari, «Do banks fuel climate change?», Working Paper Series, n.º 2550, BCE, 2021; S. Carbone, M. Giuzio, S. Kapadia, J. Krämer, K. Nyholm y K. Vozian, «The low-carbon transition, climate commitments and firm credit risk», Working Paper Series, n.º 2631, BCE, 2021.

  146. Los resultados de la ampliación de la huella de carbono del BCE y los objetivos definitivos de reducción de emisiones de carbono se publicarán en la declaración ambiental de 2022 del BCE.

  147. Para una descripción detallada, véase la declaración ambiental del BCE actualizada en 2021.

  148. Véase «El Eurosistema acuerda una posición común sobre inversiones sostenibles relacionadas con el cambio climático en las carteras no relacionadas con la política monetaria», nota de prensa, BCE, 4 de febrero de 2021.

  149. Véase «El BCE invertirá en el fondo de inversión en bonos verdes del Banco de Pagos Internacionales», nota de prensa, BCE, 25 de enero de 2021.

  150. El Equipo de Respuesta a Incidentes (IRT) es un equipo multifuncional, dirigido por la sección de Gestión del Riesgo Operacional y de la Continuidad Operativa (ORM/BCM, por sus siglas en inglés), que tiene una composición flexible y forma parte de la estructura de respuesta y gestión de incidentes críticos del BCE. Durante la pandemia de COVID-19, dicho equipo ha estado integrado por representantes de la Dirección General de Recursos Humanos, incluidos los asesores médicos, el Comité de Salud y Seguridad en el Trabajo, la Dirección de Administración, la Dirección de Sistemas de Información, la Dirección General de Comunicación, la Dirección General de Servicios Jurídicos, la sección ORM/BCM, la Dirección General de Operaciones de Mercado, la Dirección General de Infraestructura de Mercado y Pagos, y el Mecanismo Único de Supervisión.